Anotación errónea [ʏᴏᴏɴꜱᴇᴏᴋ]

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ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 7
-ᴍᴇᴅɪᴅᴀꜱ ᴅᴇꜱᴇꜱᴘᴇʀᴀᴅᴀꜱ-

Una larga semana había pasado. Siete días en los cuales HoSeok había intentado interceptar a YoonGi para hablar seriamente con él, pero ya pensaba que él alfa era mago, porque siempre lograba desaparecer en los interminables pasillos del instituto.

Aquellas pruebas de embarazo que se hizo salieron, para sorpresa de nadie, positivas. El omega se encontraba en cinta a la tierna edad de 17 años, y lo peor del caso era que el tonto embarazador no quería hacerse cargo.

Pero si HoSeok tuviera que escoger una palabra para definirse a sí mismo sería obstinado. Cuando se ponía una meta nunca se rendía hasta alcanzarla, y su meta en estos momentos era enfrentar al alfa de cuarta.

Así que tendría que idear un buen plan.

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A pesar de que el horario escolar había concluido la mayoría de los estudiantes se encontraban reunidos en el gimnasio por el partido amistoso de basketball que se estaba llevando a cabo.

La gente animaba gustosa a los jugadores, y uno que otro coqueteba descaradamente a la distancia.
YoonGi disfrutaba de regalar sonrisas llenas de flirteo a los y las omegas con tal de recibir gritos de emoción a cambio, cada vez que lo hacía podía sentir su ego llegar al cielo y, contando que era el capitán, eso solo lo hacía recibir aún más atención.

Sentados en las gradas se encontraban Jimin y Hobi, el primero había venido para apoyar a su novio durante el juego, y el segundo para llevar a cabo el descabellado plan que tenía entre manos.

Porque como dice una célebre frase: "situaciones desesperadas requieren medidas aún más desesperadas".

—¡Min YoonGi!— gritó Hobi desde las gradas, a la vez que levantaba el cartel que había hecho con tanto esmero.

YoonGi, que venía con la pelota en juego, dejó de poner atención al oír el llamado. Rápidamente dirigió la mirada a donde se encontraba el omega y quedó estupefacto cuando leyó el escrito.

"Estoy embarazado y bien sabes que eres el padre, pedazo de sonzo"

Aprovechando su distracción, un chico del equipo contrario le arrebato el balón y comenzó a correr hacia la canasta para poder encestar un punto.

El alfa rubio, que había quedado en un temporal estado de shock, tardo un poco en darse cuenta de ello, pero cuando lo hizo decidió alcanzarlo, se lo quitó de las manos y lanzó enérgicamente la pelota con dirección a la canasta.

El esférico rebotó un poco en el aro, vuelta tras vuelta la tensión parecía aumentar. Los que fueron sólo segundos se hicieron eternos, pero...

El sonido que lanza el marcador cuando un nuevo punto es generado resonó por todo el gimnasio. YoonGi estaba a punto de saltar para celebrar su gran azaña, siendo interrumpido por la voz enojada de su entrenador antes de poder hacerlo.

—¡Min, si serás imbecil! Acabas de hacer una anotación errónea— le regaño mientras se propinaba una sonora palmada en la frente.

El pelinegro giro sobre sus talones para ver el marcador y, oh vaya, acababa de regalarle puntos al equipo contrario.

Se maldijo internamente al pensar que acostarse con aquel omega no le iba a traer grandes problemas.