Mi Mala [Adrien/ChatNoir]

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3:00am
Adrien.
Esa fue la gota que derramó el vaso de mi paciencia y autocontrol, odio que me comparen con él sabiendo que somos la misma persona, ChatNoir no es mejor que yo, yo soy, porque con él saco mi verdadera versión, lo mejor de mi y una versión oscura y real, cosa que siendo Adrien no podría, __ me saco de mis casillas, veamos si puede controlar más de lo puede tratar.

Ya iba irse a la habitación y pero la agarré del brazo y la atraje hacía mi, puse mi mano alrededor de su cuello y la empuje hasta que quedara pegada a el ventanal.

Puso su mano encima de la mía, me miró y sonrío satisfecha, había caído en sus provocaciones, estaba haciendo exactamente lo que ella quería, estaba sediendo ante __ y el hecho de que me este gustando me enfurecía más, pero verla como esta ahora, a mi disposición, podría hacer con ella lo que quisiera, tenerla bajo mi control, se siente muy exitante.

Tn.
Justo así lo quería, que dejara de contenerse, desatado. Ahora solo queda que los dos disfrutemos, probaré por primera vez la típica comida parisina, y de alta calidad.
— Muy bien Agrest, desde aquí solo tu puedes decidir lo que va a pasar a continuación, o me coges en ese sofá... – Sentí como su agarre me presionaba un poco más el cuello haciendo soltar un pequeño suspiro. – ...o te largas de aquí.

Dudando un poco, se acercó a mi cuello y sentí su aliento caliente, subió a mi rostro para que ambos se mezclaran, los dos olíamos a alcohol, nos miramos a los ojos por un momento, era la mirada de un animal viendo a su presa.
Nos besamos igual de vulgar que hace unas horas atrás solo que esta vez le dejaba tocar lo que quiera, ambos peleábamos por el control y que él tuviera su mano en mi cuello le daba más ventaja, pero no iba ceder sin dar pelea. Con una de mis manos intenté meterme dentro de sus pantalones, me detuve, Adrien con su mano aún en mi cuello, alzo mi cabeza haciendo que mirara al techo.
— Aún no te he dicho que me puedes tocar.

Me reí un poco, un virgen queriendo dominar en su primera vez no es algo que se ve todos los días.
— No vengas a hacerte el machito ahora ojos verdes, se que mueres por que te toque y es muy obvio que nunca antes has tocado a una mujer.

El también se rió un poco soltado aire.
— Solo porque sea mi primera vez teniendo sexo... – Con la mano libre que le quedaba metió su mano dentro de mis bragas y deslizó uno de sus largos dedos fácilmente dentro de mí aprovechando que ya estaba mojada. Gemí ante la sorpresa y la agilidad que lo había hecho. – ...no quiere decir que no sepa lo que estoy haciendo. – Metió un segundo dedo.

Aun con la bragas puestas me estaba penetrando con sus dedos, seguíamos en la misma posición, solo que ahora en vez de sujetarme del cuello agarro mis muñecas y las puso sobre mi cabeza, no podía controlar los ruidos que salían de mi boca y la verdad me importaba muy poco si Marinette se despertaba y nos encontraba en esta situación.
— Ah carajo, ah Adrien estoy apunto de llegar. – Y como es tan hijo de puta, quito sus manos de mi y las puso en mis caderas para alzarme, tuve que enrollar mis piernas a su alrededor para no caerme.

Mientras íbamos hacia el sofá nos estábamos devorando la boca el uno al otro, no podía evitar morder sus labios, estaban deliciosos y cada vez que lo hacía apretaba mi trasero con fuerza, me estaba volviendo loca.
— Estas tan rica __.

Nos separamos para que él se quitara su camisa y su camiseta, y yo mi brasier, estaba a horcajadas sobre él. Vaya sorpresa aunque tal vez ya me lo esperaba, tiene un abdomen bien trabajado, no me pude resistir y pasé mis uñas por su pecho bajando hasta esos cuadritos, esta sensación me es familiar, ya había sentido este cuerpo.

Volví a atacar sus labios mientras me movía sobre él, aún tenía sus pantalones y yo mis bragas, pero sentía como su pene se endurecía. Apoye mis manos al lado de su cabeza sobre el sofá e hice mi cabeza hacía atrás, las manos de Adrien se fueron a mi cintura haciendo que me mueva en círculos, sus ojos estamos clavados en mi pechos, específicamente en el piercing de mi pezon izquierdo.
— Puedes chuparlos si quieres.