Capítulo 1: Empieza el "infierno".

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Narración normal:

Hoy era un nuevo día, justo ayer las vacaciones habían llegado a su fin y daban comienzo al otoño. Y a la vez a la temida por muchos: escuela. Una escuela nueva para algunos, pero en cambio, para otros era la misma rutina moledora de siempre. Y lo primero es el caso de las dos personas a las que vamos a acompañar, en concreto dos amigos cuyos nombres son Raptor y Sparta. Dos adolescentes con 17 años cada uno. ¿Qué tal si describimos cómo son sus formas de ser? 

Empecemos con Raptor. Un joven el cual es estudioso pero juguetón a la vez. Es muy cariñoso con las personas que quiere, pero respeta su espacio personal y puede llegar a ser bastante sensible. Siempre protege a sus amigos a toda costa, aunque termine saliendo herido. Le encanta el Anime y manga, tiene demasiados en su casa. Sufrió en su infancia de  bullying por culpa de tener dos ojos de un color distinto cada uno: uno rojo rubí y el otro verde esmeralda.

Y después estaba Sparta. Una persona que era algo presumida, ya que se pasaba la mayor parte del día piropeándose a sí mismo. Sabía defenderse muy bien, no con golpes, sino con su forma de hablar. A veces era un poco gruñón y sobre todo era muy determinado, no había nadie vivo en la tierra que pudiera hacer que cambiara de opinión. Pero quitando todo eso, escasas veces se le pudo ablandar el corazón a tal punto de que el cariñoso empezara a ser él.

Estos dos aunque eran bastante diferentes, eran amigos y aunque algunas veces estaban en desacuerdo con sus opiniones, se llevaban lo mejor que podían.

Dejando eso de lado, ahora podíamos observar como nuestro "reptil" favorito estaba hablando por teléfono con su amigo, mientras preparaba sus cosas para ir al instituto.

-Bueno, qué, ¿estás listo? Porque yo no pienso esperarte más tiempo. Llegaremos tarde por tu culpa y por la de tus estúpidos libros chinos que necesitas para "pasar el tiempo" - Dijo Sparta en un tono arrogante, hoy no se había levantado de muy buen humor-.

-Primero, no son libros chinos, son libros JAPONESES y segundo, ya estoy saliendo por la puerta, así que no te quejes- Raptor salió disparado por la salida de su casa al decir estas palabras, no le apetecía llegar tarde y menos hacer enfadar a su amigo Sparta, sabía como se pondría...-.

-Pues apúrate conejo, n- ¡achís! no tengo todo el día, ¡seré un Sparta congelado si no llegas en...-Hizo una pequeña pausa- ¡en menos de 40 segundos!-Gritó a través de la línea-.

-Ya, ya va tu príncipe a rescatarte...-Bromeó Raptor hablando en un tono sarcástico mientras bajaba las escaleras de su edificio lo más rápido que podía-.

Por la llamada solo se pudo escuchar el gruñido que dio el menor y como termino creciendo. Algo que hizo que un Raptor se le escapara una pequeña risa de satisfacción al ver cómo había conseguido molestar finalmente a su amigo. Raptor ya había llegado a la planta baja, así que empezó a acercarse a la puerta de salida para abrirla y salir. En cuanto salió pudo ver a un Sparta con un abrigo, manoplas, gorro y bufanda, sonrojado por el frío del viento que recorría su cuerpo. Una escena que le pareció adorable al mayor y que terminó sacando una sonrisa más amplia que la que tenía hace unos momentos.

-Al fin llegas, vamos, llegaremos tarde y nos castigarán el primer día de colegio.-Habló Sparta mientras fruncía su ceño y empezaba a caminar rápidamente sin esperar a Raptor-.

-Creo que te ha pasado "un poco" con lo de la ropa- dijo haciendo comillas en las palabras señaladas-.

-Déjame que soy yo el que tiene frío. Ahora, ¡camina! -ordenó-.

El mayor no dijo nada, solo se limitó a correr un poco para alcanzar al castaño, el cual en cuanto estuvo a su lado, dio tema de conversación. Era bastante normal que fuera Sparta el que empezara a hablar, ya que Raptor casi siempre tenía la cabeza en las nubes.

Intentando vivir contigo (Spartor)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora