Capítulo 9: Nuestra última semana juntos. 1/7

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Narración normal:

El timbre empezó a sonar. De todas las aulas la gente iba saliendo, haciendo que los pasillos que eran silenciosos se llenasen de un barullo intenso. Las clases terminaron. Sparta tenía que decirle a su amigo que dentro de exactamente 1 semana ya no se verían nunca más.

Tristeza, pena, enfado, frustración...eran los sentimientos que embargaban todo el cuerpo del castaño, que con todas sus fuerzas, deseaba que no llegara el día en el que tuviera que irse y dejar todo atrás. Se sentía mal al no poder hacer nada para quedarse y peor le ponía el no poder confesar sus sentimientos.

Si es que llegaba a hacerlo, dejaría allí a su amigo con un montón de dudas y lo más probable era que Raptor no le dirigiera la palabra durante algún tiempo. Pero si no lo hacía, viviría toda su vida con el peso de saber que la persona que le gustaba estaba lejos y que no pudo descírselo.

Dos opciones que terminaban mal.

Tampoco había opción alguna de que su amigo correspondiera sus sentimientos, ya que cuando hablaban del tema, él siempre había dicho que era alguien heterosexual.

Nadie en su casa, ni fuera de ella, sabía que el de ojos azules era bisexual. Recientemente había estado maldiciendo el hecho de serlo, ya que se lo había complicado mucho estos días. Tenía miedo de como sus amigos y familiares reaccionarían al saber que tenía una orientación sexual distinta a la de los demás, así que decidió guardárselo dentro de sí mismo desde que desarrolló sentimientos hacia su mejor amigo.

Al principio, cuándo se dio cuenta de que lo que realmente sentía no era amistad, entró en pánico. Había oído que muchas gente discriminaba a aquel tipo de persona distinta a los demás y no quería que eso le pasase a él. Sabía perfectamente lo que sufrió Ari en el colegio gracias a sus ojos de distinto color, cosas que hizo que su amigo tuviera miedo de las personas y sus comentarios hacia su propio ser.

Sparta tardó unos cuantos meses en convencer al pelirrojo para que se aceptara a sí mismo, pero no se daba cuenta de que él, estaba tardando unos 7 años en hacerlo.

Se levantó de su pupitre y salió a paso lento de su clase. Le extrañaba que Trollino no haya ido a insistirle para que le contase lo que le pasaba, seguramente ya no lo hacía al ver a su compañero de esa forma.

A medida que avanzaba por el pasillo de su escuela, su corazón estaba más agitado. Podía sentir como sus pulsaciones llegaban hasta sus oídos, asustándole.

Sigió caminando hacia la clase de Raptor. Todas las personas que salían de esta iban en dirección contraria a la que iba él. Algunas se chocaban con el castaño y le pedían disculpas, mientras que otros solo seguían hablando sin darse cuenta de nada. Después de pasar por aquella "avalancha" de personas, había llegado al aula de su amigo.

Se asomó por la puerta que estaba abierta del todo y vio como su amigo estaba sentado en su pupitre mientras que miraba su teléfono.

-Hola...-Dijo fingiendo una sonrisa, pasando dentro de la clase-.

-Ah, ¡Hola Sparta!-Habló animadamente al ver al de ojos azules llegar-. Te estaba esperando.

-Perdona si he tardado mucho.-Se disculpó acercándose a la mesa de Raptor-. El profesor nos lió mucho con la tarea y tuvimos que pedirle que nos lo explicara de nuevo....

-No pasa nada.-Guardó su teléfono en su bolsillo y prosigió hablando-. Bueno, ya estamos solos, puedes contarme lo que...bueno, te puso así de mal.-Susurró el mayor, recordando como el castaño lloraba y a la vez como le partía el corazón verlo así-.

-Ya...sobre eso, es una situación delicada y no quiero que te lo tomes a mal por no habértelo dicho antes.

-Me da igual que no me lo hayas contado antes, lo que me importa es que me lo cuentes ahora.-Aclaró mirando a su amigo.

Intentando vivir contigo (Spartor)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora