EPÍLOGO

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Narración normal:

Febrero. El mes de los enamorados, ya que el 14 se celebraba san Valentín y la gente aprovechaba para confesar su amor hacia la persona que más amaba en el mundo.

Justamente el día en el que Raptor había nacido.

Justamente el día en el que Raptor y Sparta se habían conocido.

Justamente el día que era en lo que se podía llamar actualidad.

El cumpleaños del pelirrojo había llegado y él se encontraba en el trabajo. Tenia 19 años, apunto de cumplir 20 y claramente tendría obligaciones. Trabajaba de camarero en un restaurante, ya que el dinero no le daba para mucho más, pero aún así ganaba bastante.

En ese momento, le tocaba atender a lo que parecía ser una señora de tez clara, que llevaba un traje de color blanco puesto junto con unos tacones negros. Su pelo era rubio con algunas mechas más claras y llevaba unas gafas de sol. Gonzalo sabía perfectamente qué tipo de persona era esa, así que la atendería lo mejor que pudiera.

-¿Que va a querer la señora?-Preguntó amablemente dando su mejor sonrisa-.

-Pues....por ahora creo que pediré la sopa de verduras.-Pidió seriamente mientras que apuntaba con su dedo el menú-.

-Enseguida estará listo.-Tragó saliva y se dirigió a la cocina, donde tendría que comunicarle a los chefs lo que habían ordenado-.

Caminó entre las mesas, con una bandeja en mano, para después cruzar una puerta pintada de gris y entrar en la cocina. Todos los cocineros se encontraban cocinando apresuradamente, andando de aquí para allá, gritando y dando órdenes.

-¡Tenemos a una crítica!-Anunció el de ojos bicolor, haciendo que todos girasen su cabeza hacia él-¡Quiere una sopa de verduras!

Al instante, algunos de los presentes en los fogones empezaron a dejar lo que estaban haciendo y se pusieron a cortar todos lo vegetales necesarios para hacer aquella sopa. Era importante que saliera al dedillo, ya que se trataba de alguien que ponía críticas y precisamente el restaurante no quería una mala reputación.

Los minutos pasaron y Raptor fue sirviendo a más personas mientras que tenía vigilada a la señora con el rabillo del ojo. En cuanto entró a la cocina nuevamente, le plantaron un cazo con sopa en su bandeja, alertándolo automáticamente.

-Ari, queremos que le des tú el plato.-Habló la chica que le dio la sopa-.

-¿Que? ¿Yo por qué?-Cuestionó nervioso mientras que empezaba a temblar levemente-.

-Hoy es tu cumpleaños, queremos que des tú el golpe de suerte a nuestro restaurante.-Le animó la chef con una sonrisa-.

-Lyna yo no puedo...¿y si hago algo mal? ¿Y s-

-¡Para de cuestionarlo todo y ve!-Ordenó otra chica que estaba cocinando un salmón-. ¡La sopa se enfría!

-Ela.....sabes que tienes que ser paciente con él.-Susurró al oído de lo que era actualmente su pareja-.

-Lyna, Ela tiene razón, ¡se que yo puedo!-Se animó a sí mismo-.

-Eso es Raptor, ¡tú puedes! Ya eres mayorcito como para tener ese miedo.-Susurró lo último entre sus dientes-.

-Estoy segura de que este día será el mejor de toooda tu vida.-Aseguró la depelo marrón, ganándose un codazo de la de mechas moradas-.

-¡Au!

El de ojos bicolor caminó con la sopa en su bandeja, dirigiéndose hacia la señora con paso decisivo. Justo cuando estuvo delante de ella, sonrió y le puso la comida en su mesa. En cuanto vio cómo estaba saboreando la sopa, se quedó totalmente quieto para ver lo que terminaría por decir. La señora se relamió sus labios pintados y empezó a hablar, poniendo nervioso al pelirrojo.

Intentando vivir contigo (Spartor)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora