Intentando vivir contigo (Spartor)

Capítulo 6: Tarde de película.

Narración normal:

El sonido irritante de una alarma indicaba que era hora de que el sueño tan plácido de Andrés llegara a su fin. Vagamente, se levantó de su sofá y cogió su teléfono para apagar su alarma, haciendo que parase de sonar. 

-Ahhhh.-Bostezó-. Otra siesta más....otra siesta de la que tienes que despertar....tu puedes.-Se animó a si mismo todavía algo adormilado-.

Sparta ya llevaba unas cuantas semanas en el colegio nuevo y había hecho bastantes amigos. Algunos ya los conocía, como a Timba, Ela, Raptor o a Víctor, pero después estaban Mike, Trollino, Mayo, Acenix, Rius, Flex....En resumen, que se había hecho amigo de todos los nuevos que llegaron el mismo día que él. ¡Hasta de Lyna! Bueno, en realidad se llama Evelyn pero la llamaban así.

Hoy todos habían quedado en ir al cine, en donde verían una película de terror que sacaron recientemente. Tenía que darse prisa o llegaría tarde.

Abrió sus ojos y lo primero que vio fue a Ray, el conejo que había adoptado unos días atrás. Ray era oficialmente suyo, ya que una placa que estaba bañada en plata, colgaba de su nuevo collar.

-Hola pequeñín...o pequeñina, ni sé de qué género eres...-Dijo mientras le acariciaba la cabeza-.

Después de haber mimado al conejo levemente, se frotó los ojos repetidas veces y se dirigió hacia su baño, donde se aseó. Cuando terminó, empezó a sacar ropa y ropa que había en el armario, hasta que encontró lo que buscaba. Una sudadera de color azul claro con una S en el centro y sus clásicos pantalones negros.

Salió de su habitación en calcetines y bajó las escaleras para ir hacia la cocina, donde tenía que prepararse el desayuno. 

-Buenas tardes.-Saludó apresuradamente a su madre-.

-Buenas tardes hijo.-Respondió su madre, ya que su padre no estaba debido a un trabajo de última hora-.

-Veo que alguien quiso levantarse finalmente de esa siesta.-Habló su madre-.

-Claro, claro... 

A paso rápido se acercó a la nevera y sacó algo de zumo de naranja, el cual se servió en un vaso y dejó un yogur fuera de la nevera para que se templase y más tarde lo pudiera comer. De un plato con frutas cogió una manzana, la lavó, secó y se sentó en una mesa junto con sus padres mientras que le daba mordiscos a la manzana, terminándola. Bebió el zumo lo más rápido que pude y después devoró el yogur. 

En cuanto terminó se levantó de la mesa, cogió la bolsa de comida para conejo y en un recipiente servió una cantidad adecuada. Con cuidado agarró el bol y se lo llevó hasta su habitación, en donde lo dejó. Al instante Ray fue dando saltitos hacia él y empezó a comer.

Al ver que todo estaba en orden y que ya había hecho todo lo que tenía que hacer, levantó su mochila del suelo y corriendo bajó las escaleras hasta la salida de su casa. 

-¡Andrés! ¿Dónde vas?-Dijo su madre al ver a su hijo correr hacia la salida-. Hoy es fin de semana, no me dijiste que ibas a salir.-Advirtió-.

-Ya lo sé mamá.-Habló mientras se calzaba sus zapatos de color azul cielo-. Me apetece ir al cine, he planeado unas cosas con los chicos-.

-¿Qué cosas?

-Mamá.-Frunció su ceño un poco molesto por la pregunta que tenía una obia respuesta-.

-Solo era por preguntar hijo.-Rodó sus hojos-. A ver si les pegas ese "buen humor" que tienes hoy.

Al escuchar eso, él también rodó sus ojos y se acercó a su madre con una pequeña sonrisa. Depositó un beso en su frente con mucho cariño y se dirigió nuevamente hacia la puerta.