Capítulo 7: Disculpas

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Narración normal:

Domingo. Un día que para muchos es el día del cristianismo, para otros el día disfrutar en familia, para la mayoría el último día de descanso antes de volver a la rutina pesada, pero para Ari, era el día de resolver el problema que había causado hace 8 días con su amigo.

-Piensa.-Se decía a sí mismo en el intento de querer elaborar un plan con el cual hacer que Sparta le dirigiera la palabra-. ¡Piensa!

Exacto, ellos no habían vuelto a hablar a causa de la situación tan incómoda que vivieron. No por rencor, no por enfado, no por vergüenza. Por miedo a lo que el otro diga o piense sobre él. Y claramente, las cosas que estaban pasando, extrañaron mucho a sus amigos. Pero...eso ahora no interesa.

Aquí la diferencia es que Raptor sí que quiso entablar conversación con Sparta, pero este siempre encontraba una excusa para no hablar con él. Eso ponía triste al de ojos bicolor, ya que se sentía desplazado por su mejor amigo.

Cada vez que intentaba hablarle, o lo ignoraba o simplemente huía del lugar corriendo. Lo había intentado todo.......bueno. No todo. Por ahora no se había atrevido a mandarle un mensaje. En eso estaba pensando Raptor, en qué mandarle a su amigo para que le volviera a dirigir la palabra.

Cuando creyó tener la respuesta, abrió el chat que tenía con Sparta y empezó a escribir.

La cerda Bv

¿Sparta? Mira, no sé si estarás viendo esto, pero solo quería decirte que lo siento. Siento haberte incomodado de esa forma en el cine. Solo quiero que vuelvas a hablarme...Perdóname por favor. Si no te importa, me gustaría charlar contigo en persona a las ocho de la noche, en la casa abandonada. Yo ya estaré allí para entonces....Gracias.

Entregado 19:25

En cuanto lo envió miró al techo de su habitación y dio un gran suspiro mientras arrugaba su frente.

Se levantó de su cama y salió de su habitación para dirigirse hacia la de su madre. En un movimiento lento, tocó la puerta del dormitorio 3 veces. Tap. Tap. Tap.

En cuanto oyó la voz de su madre diciendo <<pase>> entró.

-Hola mamá, ¿qué tal?-Preguntó el castaño pelirrojo-.

La madre de Raptor, de nombre Melissa, era una mujer de pelo rubio, con los ojos verdes llamativos como la menta. Delgada, en buenas condiciones, que en ese momento se dedicaba a ver las noticias en la televisión.

-Bien hijo, bien.-Habló Melissa, mientras que miraba a su hijo con dulzura-.

-Quería...-Se sentó en la cama de la habitación.-Quería saber si me dejarías ir hoy al bosque, con Andreś...

-Ari...ya van a ser las ocho y es muy tarde para estar saliend-

-Mamá, tengo 17 años, ya no soy un niño.-Aclaró con una sonrisa-. Además, voy a ir acompañado, no creo que pase algo malo.

La madre se quedó mirando a su hijo por unos segundos con nostalgia. <<Crecen demasiado rápido>> pensó después de recordar como era Raptor de pequeño. Recordaba las veces que rió, veces en las que se cayó pero se volvió a levantar, veces en las que venía llorando, hasta veces en las que estaba subido a una mesa mientras montaba un barullo.

-No sé para qué me pides permiso si igualmente terminas convenciéndome.-Dijo entre pequeñas risas-. Anda, te dejo salir.

-Gracias.-Se acercó a su mejilla y le dio un beso.-Nos vemos ahora.-Habló antes de cerrar la puerta tras suyo-.

Intentando vivir contigo (Spartor)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora