V "Discusión"

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— ¿Una falla?

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— ¿Una falla?

Al ver como uno de los querubines era más pequeño con el cabello marrón rojizo oscuro y un par de alas del mismo color, en verdad no sabía que decir.

Tanto como Rafaela y Raguel se mantenían a su lado indicando algunos detalles.

Los celestes de la figura mayor en toda esa habitación observaron a cada uno de los seres que se mantenían al alrededor; en aquellas esferas de luz con cristales preciosos a su alrededor que se mantenían dormidos mientras terminaba el proceso de su formación. Jóvenes, tanto de apariencia femenina como masculina y con esos dos pares de alas de colores claros y cálidos cubriendo sus cuerpos.

— Nunca antes había sucedido esto ¿un ser de cabello y alas oscuras? ¡Eso es inaudito!

La voz de la Rafaela comenzó a escucharse y esta vez no con su tono calmado sino alarmante.

— Pero si es tan lindo, ¿no ves que es solo un niño?

Y Raguel juntaba ambas manos en su boca mientras que sus ojos brillaban por la gran ternura que poseía al ver a ese pequeño.

— ¿Un niño? ¡Es un celestial! ¡Un querubín! ¡No es un mortal ni un demonio!

Llevo su mano a sus párpados por la discusión que comenzó por ambos lados. No entendía la causa de este problema, es más, cuando inició todo salió en perfectas condiciones, pero ahora, ¿qué paso?

— Michelle no dijo nada de esto ¿por qué no me lo dio a conocer antes?

Ambas jóvenes bajaron la tensión y junto a eso sus alas que amenazaban a la contraria. Cuando finalmente tomaron compostura llevando sus manos a su espalda y viendo a su creador, Rafaela, la mayor hablo.

— Antes cuando fuimos a informarle, todo estaba bien...

— Pero cuando volvimos a revisar nos encontramos con esto —termino Raguel las palabras de la mayor y mostró con su mano al querubín—.

Miro al pequeño que se encontraba en el interior de esa especie de incubadora, y ahí, otra vez vio como dormía plácidamente mientras cubría su cuerpo desnudo con sus dos únicas alas marrón.

— ¿De-deberíamos eliminarlo...? —tartamudeó la menor—.

— Ya que es una falla —recalcó la mayor— Es lo mejor. No es un ser perfecto.

Esto sí llega a oídos de los ángeles inferiores, de inmediato un caos y pánico se provocaría.

Los querubines son seres que son más poderosos que los ángeles pero no llegan a superar a sus seis serafines. Es por eso que al ser la especie intermedia, son dignos de ser aclamados como los guardianes celestiales, por lo cual, esto es todo un problema...

— No.

Al escuchar eso, ambas no entendieron. Las dos con su mirada buscaban una respuesta ante la decisión dada.

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