IV "Pago"

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— ¡Agradecer no es una opción! ¡Estoy seguro que él es el responsable de eso! ¡Es más! ¡Todo fue obra de él! —alzó su voz molesto y espantado por lo que había visto—

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— ¡Agradecer no es una opción! ¡Estoy seguro que él es el responsable de eso! ¡Es más! ¡Todo fue obra de él! —alzó su voz molesto y espantado por lo que había visto—.

Bueno, ¿quién no lo estaría después de presenciar una masacre a sangre fría de criaturas y que al final los mismos asesinos resultaron asesimadas?

— Mi señor, debemos vol...

Al gieaese y ver al albino que  mostrando una expresión de impacto y sin lograr hablar —como si estuviese en shock—, Uriel de inmediato se acercó para ayudarle.

En su mente estaba la imagen los ataques de esos demonios como muertes de algunos mortales.

Es sumamente horroroso.

Al momento de entender que no podía hacer nada respecto a la actitud del mayor, el rubio cubrió su rostro.

— A esto es lo que se refería mi hermana.

Pero no dijo nada, solamente se quedó en ese lugar en silencio intentando pensar.

— No es como si fuese algo nuevo.

Ambos al escucha una voz, de inmediato levantaron su cabeza a las ramas de los árboles, y ahí en una de las más amplias y fuertes se encontraba acostado alguien en particular.

— Los animales más fuertes matan a los más débiles. Los mortales matan a los animales. Los mortales más fuertes matan a los más débiles. Y los demonios matan a los mortales... Así sucesivamente. Eso es algo que ya es conocido. Típico ciclo de la vida de este plano de la existencia.

Sus brazos lo usaba como cabecera para apoyarse en la corteza del árbol mientras que una pierna caía y se movía de forma juguetona a un lado del la rama en que estaba.

¿Cuándo llego y cómo es que no se dieron cuenta de su presencia?

— Se lo dije, esta forma es débil... —habló en susurro cubriendo con su cuerpo al mayor y nuevamente miro al otro— ¿¡Tú eres el responsable de lo que sucedió allá!? ¡Demonio Infeliz!

El azabache abrió uno de sus ojos y lo volvió a cerrar. Lo había ignorado.

— ¡MISERABLE!

El de vestimentas blancas se movió a un lado: — ¿Por qué dices que eso es el ciclo de la vida?

Esta vez ambos orbes violentas se dejaron ver e incluso inclino su cabeza para responder: — ¿Por qué más el creador dejaría que los demonios hagan eso?

Eso lo hizo abrir sus labios pero no decir nada.

El ser oscuro sonrió y volvió a acomodarse: — Tanto los ángeles como los demonios tienen funciones apartes para esas criaturas tan amadas llamadas mortales ¿no es gracioso? Uno ayuda y el otro destruye, eso fue lo que acordaron los dos seres originales... No entiendo porque tanto el alboroto por unas pequeñas criaturas insignificantes que no valoran su alrededor.

Atracción MalditaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora