Mi Papá Tiene Novio [Todobaku] CANCELADA

Cap 22

Todoroki

Cada día desde hace algunas semanas me despierto con un presentimiento, no sabría decir si es bueno o malo, ni siquiera sé qué es exactamente lo que significa.

Es un pensamiento fugaz que inunda mi pecho y me hace cosquillas, de las nerviosas. Conduzco al trabajo, hablo con algunas personas y la sensación no se va. Se mantiene intacta.

El cosquilleo suele distraerme un poco del trabajo, de la gente con la que estoy en el momento y me acelero. Me acelero en mis pensamientos, pero mis acciones se ralentizan.

—¿Y luego qué? —una voz aguda me sacó de mi disociación.

—¿Disculpa?

—¿Cuál es el siguiente paso? —señaló la chica hacia algo detrás de mí.

Miré la pizarra sobre la que estaban escritos varios números. Un procedimiento a medias que, pude reconocer, pertenecía a la resolución del problema escrito en color azul.

Volteé de nuevo hacia mis alumnos. Todos parecían confundidos. Natsuki, desde su asiento, me miraba también con algo de preocupación. ¿Por cuánto tiempo me mantuve inmóvil en plena clase?
  
—Oh... Mmm... Disculpen —me froté la cara con ambas manos como queriendo despertar—. ¿En qué estaba?
  
—¿Se siente bien? —preguntó uno de ellos.
  
—Sí, sí. No se preocupen. Simplemente, anoche no logré conciliar el sueño —hablé al tiempo que analizaba aquello en la pizarra para poder continuar con la explicación—. Muy bien, entonces. El siguiente paso es dividir entre los valores que nos describe el problema restados entre sí.

Y ese día me fui a casa con la cabeza en otro lado. Es la primera vez que me ocurre algo así. Llevo con la sensación un rato, pero jamás había llegado al punto de realmente desconectarme. Y claro que desde mi conocimiento, esto puede ser preocupante. Debo averiguar qué es lo que me pasa.

◇◇◇

Katsuki
  
—Yo creo que podría estar a punto de pedirte matrimonio, amigo —escuché desde el otro lado de la línea y sentí como mi cuerpo brincó ante lo repentino de la idea. Mis cejas se fruncieron.
  
—¡¿De qué mierda hablas?! ¡Eso es imposible! ¡Im-po-si-ble!—le respondí entonces al idiota de Kirishima. Diciendo esas estupideces sin sentido.

Por que sí son estupideces sin sentido, ¿no?
  
—Sólo digo, bro. Está actuando extraño, distraído. ¡Debe estar súper nervioso de hacerte la propuesta!
  
—No me jodas—resoplé y tallé el puente de mi nariz con los dedos de mi mano libre—. ¿No es muy pronto? Él no es el tipo de persona que va de prisa

Alcancé a escuchar como se reía, luego se calló. Supongo que meditó un poco lo que me diría después.
  
—Bueno... Te daría la razón, porque, ya sabes. Un año de relación sigue siendo muy poco para casarse. Pero, por favor. ¡Sus sentimientos han estado ahí por más de una década! ¡Debe ser el destino, y Todoroki lo está escuchando!

El imbécil tiene razón. Y joder que no lo vi así antes.

—Púdrete—le dije

—Lo que necesites— se rió un poco más y yo no esperé otro rato para colgar la llamada.

Las palabras de ese tipo me revoloteaban en la cabeza como si fueran mariposas, porque tanto a mí como al inútil de Todoroki nos aletean de esas en la cabeza y no en el estómago. No era del todo desagradable.

Casarnos.

Casarnos.

Esposos, marido y marido, familia.