Ambos estaban igual de nerviosos. Ambos sabían lo importante que sería esa noche.
Estaban dispuestos a doblegarse esa noche y todas las siguientes. Estaban dispuestos a dar su vida al otro de una vez por todas.
Ya habían esperado demasiado.
El estéreo del auto emanaba el sonido ligero de alguna canción que buscaba aligerar el ambiente, pero era casi inútil, los dos hombres dentro iban sumidos en su emoción y pensamientos.
—¿A dónde dices que vamos?—preguntó el rubio al percatarse de que realmente no tenía idea
—Es un lugar lindo, creo que te gustará—fue la respuesta.
No preguntó de nuevo, se conformaría con esa poca información y confiaría, no era tan difícil hacerlo.
Siguieron su camino por un rato hasta que Katsuki comenzó a sentir que el aire que se colaba por la ventana del auto se sentía más frío que antes.
Miró a través del parabrisas, intentando identificar el lugar por los faros que alumbraban el recorrido, aún así, no podía reconocerlo.
—Shoto, ¿Dónde estamos?
—Es una laguna—dijo con una pequeña sonrisa—. Venía mucho cuando pensaba en ti
Shoto parecía feliz de ir a ese lugar de nuevo, sus ojos brillaban y no pudo evitar sentirse nostálgico al recordar esos momentos en los que no estaba seguro de nada, pero Katsuki lo hacía sentir diferente.
Apagó el auto, dejando únicamente el estéreo encendido y miró con los mismos ojos a Katsuki. Los mismos con los que lo miró hace años y los mismos con los que lo miraría por siempre.
—Es una linda vista, ¿No crees?
—Sí, lo es. Es preciosa
No había que hablar de más, sólo había qué mirar y recordar.
El agua tan tranquila, el reflejo de la luna en ella y la música a bajo volumen lo hacían todo. Nada más se necesitaba para disfrutar el momento.
La mano que Katsuki había mantenido nerviosa arrugando su pantalón comenzó a relajarse. La dejó guiarse sola y bajar de sus piernas.
Sus dedos buscaron los contrarios, y al entontrarse desearon mantenerse unidos siempre.
Las manos de Shoto eran tan frías como tranquilizantes, su cuerpo sintió un escalofrío completo al sentirlas colándose entre las suyas hasta quedar completamente entrelazadas.
No dijeron nada ni se miraron, no había necesidad, sólo el tacto transmitía todo lo que querían expresar.
El pulgar del heterocromático le acariciaba suavemente el dorso y los dedos de Katsuki se aferraron a la sensación. Ninguno quería salir de eso.
—Esto se siente tan diferente—susurró el rubio recargándo su cuerpo en el asiento atrayendo la atención del bicolor hacia él—Es como si no fuera real después de todo lo que pasó
—Lo es. No lo dudes—sonrió
La mirada de Bakugo se posó en las manos de Shoto, siempre tan firmes, pero ahora lucían diferente, estaban relajadas y sostenían la suya con delicadeza.
Inconscientemente se acercó un poco más al otro cuando una ráfaga de aire más frío se coló por entre el pequeño espacio abierto de la ventana.
Shoto sonrió al verlo dar un saltito ante la repentina sensación.
—¿Tienes frío?—preguntó algo burlón
—Para nada—respondió el con el ceño levemente fruncido. Giró la cabeza hacia el contrario y se topó con su sonrisa divertida y las mejillas sonrojadas. No pudo disimular su mirada y apretó un poco más la mano que sostenía la ajena.
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Mi Papá Tiene Novio [Todobaku] CANCELADA
FanfictionKatsuki Bakugo es un padre soltero. Natsuki, su hija, tiene 12 años y los ojos dorados de su difunta madre, la cual, no había sido realmente un tema preocupante para ella hasta esta edad. El profesor de Natsuki, es un tipo joven y atractivo que resu...