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A Jisung se le habían escapado unas cuantas lágrimas saladas que morían en su boca, mientras le pedía disculpas a Renjun, y no dejaba de repetir que él tenía razón.

Porque sí, lo hacia.

Renjun se mantuvo firme aunque quería gritar y sollozar tan alto como un niño chiquito.

Haechan apareció con un cigarrillo una vez más, dejó salir una risa antes de hablar.

—Y esta escena frente a mi casa? Me hubieran llamado para ver todo el drama.

—Cierra la boca.—giró el menor para decirle con rabia.

—Cuánto es lo que debe él?—Dijo Renjun sin apartar la mirada de Jisung, esa mirada de decepción que dolía más que cualquier golpe.

—Solo son sesenta dólares, pasa que tu novio es un muerto de hambre.

Renjun lo miró esta vez, metió la mano en sus bolsillos y sacó un billete de cien.

Fue hasta Haechan y empujó este contra su pecho.

—Vuelves a hablar así de él y te mato, no solo hablar así de él, tan solo con acercarte y estas muerto, debería darte vergüenza venderle droga con su condición.

Haechan sonrió tomando el billete y asintiendo.

—Sí, mamá oso.

Renjun lo miró unos segundos más antes de darse la vuelta y caminar hasta el carro, Jisung se quedó en el lugar en el que estaba, sin saber que hacer, Hyuck solo cerró la puerta y desapareció, sin importarle más nada después de tener su plata.

El coreano sentía las ganas de gritar quemándole el pecho.

Cuando vió al chino abrir la puerta del carro prácticamente corrió hasta él para evitar que entrase a este.

—Ya te di el dinero, me dejarás en paz?

—Renjun no me trates así... por favor habla conmigo.

—De qué quieres que hablemos.—Dijo cerrando la puerta de un golpe que hizo brincar al otro.

No sabía que decirle, no sabía que contestar, estaba asustado, en realidad muy asustado.

—Renjun te quiero.

—Lo prometes? Porque si lo haces igual no te voy a creer, sabes.

—No digas eso, jamás te mentiría con mis sentimientos hacia ti.

—Tampoco se suponía que me mintieras con esto.

Jisung se estaba empezando a sentir desesperado. Volvió a intentar tomar su mano, pero el chino la apartó de inmediato. Y una vez más, sintió a las lágrimas salir de sus ojos, que secó al momento.

—Eres el único con el que he intentado hacerlo bien, a nadie nunca le importó cuando yo estaba mal, si me moría o no, solo has sido tú, siempre tú. Si te pierdo ahora, será como perder mi vida Renjun, no puedes dejarme..

Y los ojos una vez más se llenaron de aguas saladas que lo hacían ver nublado al chico que lo miraba serio frente a sí mismo.

—Todos pretenden al principio..—Intentó explicar, sin embargo no encontraba palabras—Pero es mentira, son tan falsos cómo... no lo sé. Yo a veces solo quiero irme lejos, dónde pueda empezar de cero, pero si no es contigo seria como estar muerto Renjun..

El chino escuchaba, pero no se movió ni un solo músculo en su cuerpo. Todo lo que Jisung decía era como un latigazo en su corazón, cada vez más fuerte. Quería llorar, de hecho estaba luchando para no hacerlo.

—Estoy muy decepcionado de ti..—Su voz estaba rota.

—Llévame lejos de aquí... todos son.. tan falsos—Terminó derramando aquellas lágrimas que le impedían ver bien desde hace unos momentos atrás—Todos son tan falsos lo juro... 

Runaway | 𝐒𝐮𝐧𝐠𝐫𝐞𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora