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—Entonces me estás diciendo que vivía en un garaje. Ya, no es nada del otro mundo, muchas personas viven en lugares así.
 
—Sí pero no aceptó ni el dinero, que persona no aceptaría dinero...—Pensó en voz alta.—Cómo sea, eso fue lo que sucedió. Si ese chico no me hubiera llevado allí, ¿sabes dónde estaría ahora? ¡Seguiría tirado en el maldito antro!

—No te tienes que poner así Jun. Estaba borracho, saliste corriendo de momento pensé que ya tenías una jugada asegurada con alguna chica, así que también aproveché.

—Ni siquiera uses la palabra 'también'—Se levantó de la cama dejándo al otro solo, para sentarse en su escritorio.

—Pero, lo disfrutaste?

—¿Qué?

—Eso, salir y beber. Te prometí que sería divertido, y al menos se te notaba así.

—Lo fue. Pero después de esa pesadilla no sé si lo vuelva a hacer. Queda claro que esos lugares no son lo mío. ¿Sabes cómo se pondría mamá si se enterara?

—Renjun..

—Jaemin. No.

—Tienes que parar, entiende que eres muy joven como para desperdiciar tu vida y llegar vírgen al matrimonio, sal, diviértete. Ese rollo de que eres "Cristiano" no se lo cree nadie. Tu mamá y tú no se parecen en nada.

—Yo soy cristiano, Jaemin.

—Es en serio.—El peli azul suspiró—Cómo digas, no quiero discutir.

Hubo un silencio por unos minutos. Jaemin tenía razón... después de todo él también lo sabía, no tenía ni un pelo de cristiano, además de su orgullo... por la religión de su madre no le gustaba admitirlo. Por miedo a herirla quizás? Aunque ella estuviese en China. Si salía a estos tipos de lugares se sentía culpable.

Suspiró apartando estas cosas de su mente y volvió a hablar.

—Seguro lo hiciste anoche. ¿Quién fué esta vez?

El de la melena azul se sentó en la cama emocionado y mordiéndose los labios.

—Renjun, fue tan diferente esta vez, tuve un gran golpe de suerte amigo.—Dijo cubriendo su rostro, y el mayor levantó las cejas con sorpresa.

—Vaya, qué pasó?

—Verás, esta vez yo... tú sabes eso..

Renjun frunció el ceño sin entender.

—Yo nunca había hecho eso y honestamente... no fue tan mal, tu sabes..

—Jaemin, explícate.

—¡Ya sabes! que está vez yo.. sabes, el que recibe..

—Deja de decir sabes! No estoy entendiendo nada, vas a hablar o no. Qué es lo que recibes.

Dijo un perdiendo la paciencia, pero entonces al procesar lo que él mismo había dicho abrió los ojos grandes y levantó la cabeza.

—Ah.. recibes..

—Al principio tenía miedo, pero yo- yo realmente disfruté. Además el chico era lindo y-

—Jaemin.—Lo detuvo—Ya. De verdad no me importa amigo.. no soy homofóbico ni nada lo sabes, pero no son de mi agrado tampoco estos temas..—Rió un poco nervioso y despeinó su cabello oscuro—Estoy felíz por ti.. aunque estabas borracho cómo la mierda también, ni sabes quién es esta persona.

—¡Eso es lo bueno! Sé quién es. Lo conozco bien, estudiamos juntos en la secundaria, se puede decir que fuimos "amigos" por un momento. Y bueno.. tengo su número—Dijo con evidente felicidad.

—La mierda. De verdad vas a tener algo serio..

—No dije eso. Solo que, ojalá y todo se dé como me gustaría.

—Ya, ¿cómo es que dices que se llama?

—No te había dicho su nombre aún ah, es Jeno.

—Oh—Asintió.—Dile a ese Jeno que si te hace algo lo voy a apuñalar.

Jaemin sonrió felíz y caminó hasta el escritorio para darle un pequeño beso en la naríz a Renjun.

—Me voy, cuídate.

—Está bien.

Renjun se quedó solo en la habitación luego de que su amigo se fuera. Se recostó cansado en el espaldar de su silla giratoria y dejó salir un suspiro.

No quería salir. No lo necesitaba tampoco, verdad?

Si no fuera amigo de Jaemin quizás se hubiese convertido también en una persona homofóbica. Porque a Dios no le gustan esas cosas. Y las malas influencias están en todas partes.

Pero las veces que su madre venia desde China a pasar algunos días con él también había tenido las anteriores oportunidades de conocer a su mejor amigo. Na Jaemin. Quién por suerte era un gran actor aunque no le gustase la idea.

Sabía perfectamente cómo ser el hetero ideal que iba a misa cada domingo.

Según él...

Renjun suspiró una risita.

Ese amigo suyo de verdad era el mejor.

El teléfono comenzó a sonar en ese instante, sacándolo de sus pensamientos. Tomó el teléfono de su bolsillo y miro la pantalla.

"Mami🎐❤"

En seguida contestó.

—¿Mamá?

—Renjun, ¿porqué no me respondiste ayer?

—Ah..—Se levantó de la silla nervioso, tenía que buscar una excusa en menos de dos segundos.— No.. mami, porqué te andas preocupando, sabes que no me gusta que te preocupes..

—No me respondiste en toda la noche, ¿saliste a algún lado y no me estás diciendo?

—¿Salir? Pff no. Ya sabes que no me gustan esas cosas.. yo estoy, estaba—Rectificó—Con Jaemin..

—¿Haciendo qué?

—Oh bueno, muchas cosas, tiene que ver con la universidad y las tareas ya sabes..—Frunció el ceño y cerró los ojos por lo estúpido que se había escuchado, probablemente no lo iba a creer.

—... Bueno. Si estuviste con Jaemin entonces sé que todo está bien, es un buen muchacho.

—Sí, y buen amigo—Dijo un poco más relajado, tocando su cabello mientras hablaba.

—Entonces avísame la próxima vez si? Dios te bendiga mi amor.

—Lo haré mamá. Amén e igual.

Dijo antes de colgar.

Se lanzó en la cama. Era un alivio que su madre no hizo más preguntas, como también era increíble lo bien que había dormido en un colchón tirado en el suelo. Y no era lo más suave del mundo, tampoco.

Pero su cama le gustaba más.

Con las sábanas de seda y aquellos olores tan deliciosos que tenían, por el detergente especial que utilizaba al lavar las cosas. Traído desde su pueblo natal, en Jilin.

La mamá de Renjun tenía una gran iglesia allá la cuál dirigía. Y su familia siempre fue muy adinerada, por suerte para él, no sabia que era pasar trabajo en la vida.

Una costumbre muy rara que tenía el chino era tocar sus dedos entre sí. Incluso varias veces, y en ese justo momento mientras lo hacía sintió que algo faltaba.

Algo que tendría que estar ahí en uno de sus dedos. Esto no era gracioso, miró sus manos rápido esperando que en realidad si estuviese, pero desafortunadamente no se equivocaba. El anillo...

—Oh no..

Runaway | 𝐒𝐮𝐧𝐠𝐫𝐞𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora