Así como ese día volví a pasar más días acompañada de Ran y Rindou. Ran solía mantener su distancia y era algo serio, aveces llegaba a aceptar de la comida que les llevaba, y me sonreía muy pocas veces; en cambio Rindou estaba emocionado en pasar otro día más junto a mi, siempre elogiaba mi comida e incluso quería acompañarme a casa, pero tenía miedo de que mi padre le hiciera algo.
2 años después.
Habían pasado dos años desde que convivía con los Haitani, Ran comenzó a hablarme e incluso llegaba a contarme cosas vergonzosas de Rindou, me alegraba saber que por lo menos el ya me aceptaba como una amiga.
Los problemas con Aiko y su grupo de gorilas mejoraron y dejaron de molestarme. Los chicos me acompañaban y me dejaban una calle antes de llegar a casa, A mi padre nunca le ha gustado verme con chicos y no quiero hacerlo enojar. Suficiente tiene con haber perdido su trabajo hace una semana.
Hoy Ran y Rindou no fueron a la escuela, por lo que fue un día muy aburrido; me había acostumbrado de más a su compañía. Al salir de la escuela fui directo al local de comida donde trabajo, tuve que buscar un empleo para ayudarle a mi padre con el mantenimiento de la casa, el también trabajaba en las noches, nuca me dijo de que y yo no quise hacerle preguntas.
-Hola Nara, pensé que hoy descansabas-
-No, lo cambie por sábados y domingos- le respondí a Kyoko con una sonrisa y ella asintió.
Mi turno de trabajo era de 4:30 a 8:00 pm, algo tarde pero las calles de Roppongi siempre estaban transitadas por lo que no me preocupaba y procuraba tomar el camino más iluminado para llegar a casa.
Mi turno estuvo demasiado tranquilo, por lo que pensé que saldría temprano, pero no fue así; Kyoko tiene un hijo y su esposo estaba fuera, así que tuvo que contratar de una niñera pero esta le marcó a las seis diciéndole que su hijo estaba enfermo y tenía mucha temperatura; así que se fue dejándome sola con Steve y Yoshio, no es que me cayeran mal pero no me gusta estar con ellos. Seguí trabajando hasta que dio la hora de cerrar el local, por lo que nos pusimos a limpiar el local entre los tres.
-Y que tal te va con el novio, Nara- pregunto Yoshio recargándose en una silla.
-No tengo, me das permiso de limpiar- respondí ignorandolo.
-Pues aún mejor, que te parece si mañana vamos a comer un helado-
-Lo siento, pero no puedo-
-Por que no linda, no vas a estar ocupada o sí-
-Yoshio déjala tranquila y termina de limpiar las mesas- cuando al fin terminamos fuimos a cambiarnos el uniforme de trabajo por nuestra ropa.
-Anda linda, vallamos por un helado- volvió a insistir y Steve se apresuró a cerrar la cortina.
-Bueno los veo mañana, adiós Nara- dijo estrechando su mano.
-Nos vemos Steve, adiós Yoshio- me Di la vuelta y apresure mi paso, ya iba tarde a casa, además de que tenía que pasar a comprar comida para la semana.
-Gracias- respondí entregando el dinero y tomando mis bolsas. Salí del local y me crucé la calle, subí a la banqueta y comencé a caminar, hacia rato que ya no veía pasar muchas personas, pero si lograba ver las motos y carros, di la vuelta en una esquina y me detuve un rato volteando hacia atrás, al ver que nadie me seguía, continúe con mi camino; a lo mejor y sólo era mi imaginación. Apresure más mi paso cuando sentí como alguien me tapó la boca y comenzó a jalonearme.
-Tienes un buen cuerpo, por que no haces un favor y te quitas tu uniforme linda- su aliento apestaba a alcohol por lo que solo gire mi cabeza. -Vamos hazme caso, se que te va a gustar- sentí como comenzó a recorrer mi cuerpo con sus manos y después las puso sobre mis pechos.
-Mjmm!- intentaba hacer todo lo posible por que el dejará de tocarme pero no parecía funcionar, por lo que comencé a forsejear y este se molestó empujandome al pavimento de la calle y se subió a mi cuerpo.
-Ahora vas a ver maldita perra- vi como se desabrocho su cinturón con desesperación y me rompió la blusa. Le solté un golpe con mi rodilla en su entrepierna y me levanté del piso.
-A donde crees que vas, ven aquí perra!- choque contra un cuerpo y cuando levanté mi vista logré ver aquellos ojos violetas.
-R-rin- tartamudee un poco.
-A quien le dices perra- su enojo era bastante, se le notaba a kilómetros, por lo que camino hasta el y lo levantó del cuello de su playera. -No quiero que vuelvas a llamar así a mi novia entendiste-
-L-lo siento n-no sabía que era tu novia- en sus ojos se veía el miedo pero a Rin no le importó y comenzó a golpearlo. Jamás lo había visto tan molestó y no dejaba de golpearlo, su cara y puños tenían la sangre de aquel tipo por lo que me asusté e intente alejarlo de el.
-Ya basta, Rin déjalo ya-
-Por que lo defiendes, intento abusar de ti!- me grito dándose la vuelta y al darse cuenta de lo que había hecho dejó de golpearlo y camino a mi. -Lo siento, no quería asustarte- me dio un beso en la frente y se quito su chaqueta, poniéndola en mis hombros. Nos subimos a su moto y me llevo hasta mi casa. Al llegar le dije que esperará y entre primero, revise que no estuviera mi padre y después lo deje entrar a la casa. Lo lleve hasta mi cuarto y prendí la luz.
-Sientate en mi cama- le dije y fui a la cocina por un trapo y lo moje, me incline y comencé a limpiarlo. -Creo que va a ser una costumbre que siempre me salves- dije intentando disminuir la tensión.
-No te hizo nada más- pregunto y yo negué.
-Gracias por haberme ayudado, novio- le sonreí y logré ver como se sonrojo un poco.
-Lamento haber dicho eso- me levanté y me puse frente a el. -donde más te toco- pregunto viendo mi cuerpo. Instintavamente lleve mis brazos intentado cubrir mi torso. Rindou me tomo de la cintura y me atrajo a el.
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I LOVE HER Rindou Haitani
Fanfiction𝐈 𝐋𝐎𝐕𝐄 𝐇𝐄𝐑| "Un amor como el nuestro nunca podría morir". Una chica "normal". Un pandillero. ¿Amor? ¿Atracción? O que es esto que ambos sienten, el la veía desde el patio de su escuela y ella, bueno ella vivía en los libros que leía 🔮✨ [ Fe...