I LOVE HER Rindou Haitani

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RAN.

- Y por favor dile que lo amo y que lo extraño- pidió Nara en cuanto termino de darme la bolsa con los topers donde había puesto comida para Rin.

-Yo sé lo diré, no te preocupes- le dije dandole una sonrisa, ella asintió y yo salí de casa. Hoy iría a ver a Rin para saber que es lo que harían con él.

La policía me había dicho que se lo llevarían a la estación y ahí podría ir a verlo, en cuanto llegue a la estación logre ver a mi hermano sentado en una silla y esposado a los barrotes de una ventana. En cuanto me vio levanto la vista y sonrio aún se le podían ver los golpes, sólo que ahora ya estaban morados.

- Vengo a ver a Rindou Haitani -

- Quien es usted -

- Su hermano mayor- la señora solo asintió y me llevo hasta él. - En un rato más vendrá el oficial que está a cargo de su hermano -

- Hola Rin -

- Como esta Nara- pregunto inmediatamente.

- Ella está bien, pero ayer unos señores intentaron llevársela -

- Por que -

- La esposa de su padre dijo que tú te la habías llevado a la fuerza -

- Esa bruja, desde un principio me dio mala espina- respondió y volvió a sentarse.

- Te mando esto, y también dijo que te ama y te extraña- justo en ese momento se acercó un oficial.

- Así que usted es Ran Haitani -

- Sí, ese soy yo -

- Su hermano estará en detención por tres semanas -

- Pero él también fue agredido, hasta le torcieron el pie -

- Pero con el testimonio de los otros chicos él resultó más culpable- estaba por golpear al oficial cuando Rin me detuvo y asintió.

- Yo lo aceptaré, pero podré recibir visitas verdad -

- No está en la cárcel, sólo es detención. Pero si usted quiere recibir visitas no podemos negarselo, después de todo es su derecho -

- Entiendo- el oficial se marchó y nosotros continuamos hablando.

- Por que aceptaste toda la culpa -

- Por que tengo que hacerme responsable de mis actos. Dile a Nara que venga a visitarme la próxima semana en verdad quiero verla y saber que ella está bien- sólo me limité a asentir y me quedé un rato más junto a él.

- En verdad pareces un delincuente- le dije y ambos comenzamos a reírnos.

NARA.

- En verdad lo estraño mucho -

- Sólo será por una semana, detención no es como la cárcel o la correccional de menores -

- Tú como sabes de eso- volteé a verla enarcando una ceja.

- Por cosas que pasaron- respondio con una risilla nerviosa.

- Por cierto que paso con Shinichiro, ya no me volviste a contar de él ni de su salida- en cuanto mencione aquel nombre su rostro cambió y se dio la vuelta.

- Él falleció -

- Lo siento mucho no lo sabía -

- Nadie lo sabía, sólo Narumi su novia y prometida -

- Lo siento mucho no debí de haber preguntado -

- Ya no importa -

- Yo crei que él estaba enamorado de ti -

- No, siempre vi a Shinochiro como a un hermano, además de que cuando lo conocí él ya estaba en una relación- respondio y yo asenti, jamás me había contado sobre la muerte del pelinegro y tampoco sobre su relación.

Al llegar a casa vimos a Ran haciendo la comida.

- Cuando saldrá Rin -

- Estará tres semanas, por los crímenes que hizo -

- Pero él también fue golpeado -

- El testimonio de los otros chicos pudo más que el de él, además de que ya había estado en detención anteriormente -

- Cierto, fue cuando golpeó a mi padre- respondi y dejé mi mochila sobre la silla.

- Como les fue hoy en el trabajo -

- Muy bien- respondió Pat dandole un beso.

- Vallan a darse amor a otro lado- dije poniendo cara de asco.

- Tranquila pronto volverás a ver a tu amado- solte un suspiro y subi las escaleras.

- Voy a hacer tarea, bajaré para comer y ayudarles a limpiar la casa. Termine de subir las escaleras y abri la puerta del cuarto, me acerque hasta el escritorio y comencé a hacer mi tarea, también terminé algunos apuntes y las actividades que me habían faltado.

En cuanto termine me cambie el uniforme por un pants negro y una playera blanca de Rin. Junte el uniforme de mi escuela y lo fui a lavar.

- Ya estoy aquí- dije bajando el último escalón. - A que quieren que les ayude -

- A hacer el agua- asenti e hice agua de limón, era la más fácil y me quedaba muy rica. En cuanto termine de hacer el agua puse la mesa y nos sentamos a comer. Hablamos de muchas cosas y también nos reíamos.

Al terminar yo limpie la cocina y Ran fue a dejar a Patricia a su casa.