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Durante toda la tarde no salí de mi habitación, sería grandioso si ahora mismo tuviera mi propia habitación ya que tener a Jonathan a mi lado suplicándome que salga para comer algo o para que los chicos se disculpen conmigo era un poco molesto.

Ya se había hecho de noche y los demás iban a salir, o bueno solamente Ben, Acey, Wed y Jonathan.

Joey y Eric extrañamente no quisieron salir...

Ahora por fin me iba a quedar sola en mi habitación, aunque no es muy bueno ya qué nadie sabe que tipo de cosas podría hacer yo sola, ni siquiera yo sabía que era capaz de hacer aunque probablemente simplemente me quede acostada durmiendo o dibujando.

Yo no salía simplemente porque no sabía como hablarle a los chicos ahora, después de que eso sucedió me siento pésimo.

Unos golpes en la puerta me sacaron de mis pensamientos, yo no respondí y solo me quede mirando la puerta esperando con mi alma entera que no sea Eric.

-¿Puedo pasar? Soy yo, Joey...- escuche la voz de Joey detrás de la puerta y un alivio enorme me invadió.

Me acerque para abrir la puerta y encontrarme con Joey.

-Pasa- le dije dandole la pasada y el sin pensarlo entró, apenas entró cerré la puerta.

-¿Qué te paso en los brazos?- preguntó mirando mis antebrazos sentándose en mi cama, eso era lo que no tenía que preguntar...

-Ah, eso..- dije mirando mis antebrazos también, los cuales estaban vendados  -Los gatos me rasguñaron, no es nada no te preocupes- dije mirándolo con una sonrisa claramente falsa.

-Metzi, en esta casa no hay gatos- dijo ahora mirándome a mi con su cara seria, la cual da miedo pero a la vez es atractiva...

-Cuando vine aquí unos gatos entraron- estaba intentando buscar excusas, pero eran estupidas...

-Metzi, no creas que soy tonto- dijo levantándose y acercándose a mi,  tomando mi antebrazo y lentamente sacándome las vendas hasta ver lo que había hecho, como eran recientes  había un poco de sangre seca todavía.

-¿Desde hace cuanto lo haces?- preguntó mirándome nuevamente.

-Hace unos años, lo había dejado pero..hace un tiempo nuevamente comencé- respondí cabizbaja con una voz que reflejaba tristeza.

El me miró con un poco de lastima, el acerco mi muñeca a sus labios y empezó a darle pequeños besos.

Sus fríos labios se sentían bien pero dolían un poco, después de unos cuantos besos cortos me puso la venda nuevamente.

-No te diré que lo dejes de hacer por mi, pero te apoyaré para que vuelvas a salir de esto, se que es jodidamente difícil salir pero cuenta con mi apoyo- me dijo con su hermosa sonrisa, me sentí cálida y tranquila en ese momento.

Esa sonrisa me transmite una tranquilidad y calidez inmensa, esas palabras ablandaron mi corazón y unas cuantas lagrimas salieron de mis ojos.

Joey al verlo me abrazó, no aguanté mucho y estalle en llanto en su hombro, nadie además de Jonathan me había dicho que contaba con su apoyo para salir de esto.

-Gracias Joey, de verdad muchas gracias- le agradecí con una voz entrecortada.

-No es necesario agradecerme- dijo en mi oído con su voz cálida y separándose de mi.

-Eric está dolido, lo único que quiere ahora es disculparse contigo pero su orgullo lo impide- dijo junto una pequeña risa una vez se separo cambiando de tema.

-Yo debería disculparme con el, y no solo con el sino con todos, arruiné su día..- dije  apoyándome en su hombro un poco desanimada.

-¿Qué? No, ellos se deberían disculpar contigo, fueron ellos quienes empezaron a molestarte- dijo apoyando sus manos en mi espalda abrazandome pero yo no respondí.

Jordison.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora