Segunda Oportunidad

ojos distintos

destellos de una teletransportación en donde se usaba materia oscura se proyectaban, un cuerpo bastante grande cayó en su materialización, mirando a su alrededor observaba como se encontraba en tierras que nunca llegó a conocer en su vida media, levantándose del suelo se sacudió el polvo, su cuerpo se sentía aturdido y adormecido por aquel hechizo de teletransportación que le habían echado encima, poniéndose alerta se equipo unas nudilleras que le dieron los magos, sus 4 brazos estaban completamente equipados ya, estando alerta de cualquier movimiento avanzaba por un ambiente boscoso, el otoño parecía llegar en aquel lugar, los crujidos de las hojas secas se escuchaban en cada una de sus pisadas

llegando al final de aquel hermoso bioma lleno de naturaleza observó un gran poblado de casas separadas, colinas y colinas con bastantes plantaciones, bajando colina abajo comenzó a caminar por aquellos matorrales, avanzó hasta que gente con aspectos nórdicos antiguos se pasaba en frente suyo de a poco, al salir de aquel campo se enfrentó con esa gente a unos metros de distancia

-¿que haces en nuestras tierras y quien o que eres?- preguntaba un hombre con grandes barbas y un poder abrumador

-estoy en este lugar por culpa de un hechizo de teletransportación, soy Herbury, el escarabajo platino, no vengo a hacerles daño-decía mientras ponía su mano en pecho presentándose

-entonces porque tienes esas armas puestas en las manos, hagamos un trato, tendremos un enfrentamiento a muerte, si sales vivo o me matas podrás irte de aquí, si yo gano o te mato vere que hacer contigo, mi nombre es Leif, hijo de Magnus, te invito a una lucha a muerte para ver quien decide en nuestro desacuerdo-hablo de forma seria el vikingo mientras se ponía en una pose de pelea, el escarabajo estaba a punto de hablar- son mis tierras y mis decisiones- el escarabajo respeto eso

pasados un minuto ambos se encontraban a 15 metros de distancia del otro

-(no debo confiarme, el maná de ese tipo hacía parecer que fluir esa monstruosa cantidad de energía en su cuerpo fuera cosa de todos los días, puede contener más energía que cinis desde la última vez que lo vi, tal vez ahora me sorprenda de nuevo)-pensaba de forma estratégica el escarabajo-¡¡fuerza hercúlea!! ¡¡50%!!-de a poco descubrió que la versatilidad de la invocación a la fuerza de hércules era mucha en cuanto al llamado, probablemente con solo decir el número ya era suficiente

en una liberación imponente de energía el guerrero vikingo limpio una gran parte del cultivo solo dejando la fértil tierra negra en su lugar, se veía como montones de familias evacuaron el lugar a miles de metros a la redonda

-no perdonaré la vida de alguien que invade nuestras tierras, alguien que interrumpe la paz de mi familia-recitaba el hombre mientras liberaba aún más energía, agachándose rápidamente ordeno las palabras de una invocación-¡magnus!, ¡ivar!, ¡ulf! y ¡gunnar!, ¡invoco sus voluntades una vez más para luchar a mi lado!, ¡¡ayudenme con todas sus fuerzas para ganar una vez mas, ayudenme con sus almas inculcadas en esta pelea!!-gritó su invocación aquel guerrero

de repente la tierra se comenzó a mover, figuras distintas de formaron de toda la tierra, que se comprimía hasta formar piedras en un mismo cuerpo, un lobo, tres guerreros formidables, muchos arqueros y un gigantesco ser  se formaban de aquellos campos de arroz

el enorme ser de piedra con toques ígneos en el tomo al hombre que lo invoco con una de sus manos y llevándolo al medio de su pecho lo metió allí dentro formando una especie de cápsula que se cerró allí, cada uno de ellos contaban con fisuras de las que parecían caer lava, aunque cada una era de un color e intensidad distintas representando su fuerza de voluntad o pureza de alma

en un estallido de velocidad los 3 guerreros junto al lobo se lanzaron donde el escarabajo, quien con leves toques de salvajismo arremetió de formas brutales contra sus enemigos, siendo mordido por el camino logró liberarse enseguida volteando a el animal con su brazo de abajo haciendo un gran cráter en el suelo semi húmedo, viendo como las flechas se aproximaban pego un poderoso pisotón al suelo haciendo que una gran hilera de tierra suelta y húmeda se formase como una especie de barrera momentánea logrando que las flechas pararan en ese escudo natural