My Wicked Stripper

Capítulo 17: Te amo.

PETE

Desperté temprano debido a la costumbre del horario de trabajo, Vegas aún me abrazaba por la espalda. Me levanté tratando de no despertarlo, me dolía todo el cuerpo y por sobre todo mi ano.

- Mierda – en el baño pude ver como quedó mi cuerpo, tenía marcas por todos lados y aún tenía semen dentro, tenía quemaduras leves, chupetones por todos lados – Vegas se excedió conmigo.

Tomé un baño, me vestí con ropa de Vegas y bajé a cocinar, a pesar del dolor de mi cuerpo podía moverme libremente, creo es gracias a los años de entrenamiento duro como guardaespaldas. Tan solo eran las 6:30 de la mañana, a esta hora y había realizado mis ejercicios matutinos, pero hoy creo que mi cuerpo ya ha tenido suficiente.

Preparé un poco de arroz blanco, salteé un poco de carne con cebollín y verduras, hice un poco de huevo revuelto y preparé un jugo natural de naranja. Cuando termine ya eran las 7:30 y no había señales de que Vegas se despertará, pues era normal cuando yo estaba despertando él estaba recién acostándose a dormir así que nuestros horarios eran muy diferentes.

Caminé un poco por la casa, no había dado el tiempo de recorrerla, pero cuando pasé por la habitación roja mi cuerpo tembló inconscientemente. Las sensaciones de anoche aún podía sentirlas y ya no sabía que pensar, si bien fue algo tenebroso descubrir parte de las manías que tenía Vegas, también fue placentero. Anoche mi cuerpo reaccionó a cada una de las cosas que hizo Vegas y muchas de ellas fueron muy excitantes, creo que mi mayor miedo era justo eso, que terminara gustándome algunas cosas.

Caminé hacía la terraza y salí llevándome un cigarro conmigo para poder prenderlo, pero ni siquiera pude prender el encendedor cuando sentí a alguien cayendo por las escaleras.

- ¡Pete! – entré a ver que sucedía y Vegas estaba gritando mi nombre, pero estaba tirado en el piso y con sangre en sus rodillas.

- Vegas – me agaché para ver sus rodillas, pero me tiro a sus brazos y me puso debajo de su cuerpo.

- Dime que no te irás, que no estas asustado y que no me dejarás – Vegas estaba temblando y me apretaba fuerte contra su cuerpo – por favor Pete, no te vayas.

- No me iré – lo abracé fuerte para que pudiera calmarse – Vegas te dije ayer que no me arrepentiría.

- Pensé que estabas borracho y hoy...

- No estaba muy borracho – tomé su rostro y le planté un beso profundo que respondió comenzando a tocar mi torso – espera – lo paré antes de que nos llevará a otra cosa.

- ¿te duele?

- Sí, pero no mucho como piensas – nos levantamos y lo llevé al comedor – primero hay que curar tus rodillas y luego tomaremos desayuno.

- ¿mis rodillas? – recién se dedicó a ver sus rodillas y estas ya no sangraban tanto – no me di cuenta.

- ¿te duele algo más? – me mira con una interrogante – Vegas te caíste de las escaleras.

- Oh eso, no, no me duele nada, ni siquiera las rodillas.

- Espera iré a buscar el botiquín – corrí al baño y cuando estaba de vuelta Vegas estaba mirando los platillos en la cocina.

- ¿lo hiciste todo tu?

- Pues, me levanté bastante temprano y... - me tomó entre sus brazos y me besó.

- Eres fenomenal, ven a vivir conmigo.

- ¡¿qué?! – eso no me lo esperaba, yo no podía, tenía mi trabajo y me gustaba mi trabajo, además Khun no me dejaría.