Capítulo 11: Fusta, látigo y azote

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[Narrador]

Vegas tuvo mucho miedo de que Pete le digiera que no quería, pues le gusta el sexo con él, pero falta algo y sabía bien lo que era.

- Yo... - Pete se tomó un momento para responder y luego entró.

- Pete... - Vegas lo miró para saber si era lo que realmente quería.

- Solo hazlo- dijo Pete.

Vegas entró y cerró la puerta, se acercó despacio a Pete y puso esposas con cadenas alrededor de su muñeca y las amarró en la esquina de la habitación, luego tomo una venda y la puso en sus ojos.

- Aun puedes arrepentirte Pete – insistió Vegas.

- No... - la verdad es que Pete no estaba seguro de lo que pasaría y se le gustaría, pero le gustaba mucho Vegas y por él tenía sentimientos que no conocía. Además, el sexo con él era muy bueno.

Vegas puso entonces una mordaza en su boca, luego amarro los pies de tal modo que quedaran abiertas, después tomo una fusta.

- Pete – dijo bajo en el oído del chico, comenzó con la fusta pasándola por su cuello – me gusta cada parte de tu cuerpo.

Pete no solo podía emitir pequeños gemidos, Vegas paso despacio la fusta por sus tetillas y dejó ahí un pequeño golpe.

- Mmm...- gimió Pete.

- Siente como el cuero pasa por tus muslos – con la fusta acarició los muslos de Pete y sus interiores, llegando a sus testículos, luego lo rodeo y la paso por la espalda, dejando ahí otra marca un poco más fuerte.

- Mmm – Pete se retorcía y por alguna razón su pene estaba muy erecto, no sentía un dolor extremo y la verdad le excitaba no poder ver lo que le hacían.

Vegas entonces bajo a sus nalgas y las acaricio primero con la mano, luego dio una nalgada bastante fuerte que hizo a Pete saltar, con la fusta acarició la otra nalga y dejo una marca dando un golpe más fuerte que los anteriores.

- Iré más fuerte – Vegas tomo un látigo de 14 tiras y le dio con ello a Pete en su espalda, luego las nalgas y su pecho.

- Mmm – A pete le dolía, pero no por ello le resultaba desagradable y se sentía un completo loco por pensar que esto era algo excitante.

- Mierda Pete... - Vegas no aguanto más y de una sola estocada entró en Pete, provocando que este gritará, pero con la mordaza no se escuchaba bien – lo siento bebe, pero... oh estas muy bueno...

Vegas siguió envistiendo a Pete y lo masturbo para que pudiera sentir menos dolor, pues a pesar de que ya lo habían hecho anteriormente entrar de una sola estocada con su tamaño no fue una buena idea, Pete tenía un poquito de sangre alrededor de su ano. Saco entonces la mordaza cuando sintió que Pete estaba disfrutando.

- Eres... un... ohh...ahhh... maldito imbécil – dijo Pete entre gemidos.

- Lo siento... ohh Pete de verdad... me provocas...

- Quiero... me vengo...

- Bebe yo... ohh mierda... no use condón...

- Solo vente...

- Pero... ohhh Pete... esto...

- Más fuerte... ohh... Vegas

- Pete...

Ambos se vinieron y Pete como estaba amarrado aun quedo prácticamente colgando del techo. Vegas lo desató y lo ayudo a recostarse en la cama.

- Esto fue... extraño...

- Pete... yo... eso fue suave...

- No... es mentira – Pete enfocó su vista y pudo apreciar mejor la habitación, pues había muchas cosas, dildos de todos los tamaños, estimuladores, látigos, fustas, pinzas, máquinas de corriente, vibradores, un columpio y una silla extraña.

- Yo...

- Eres un verdadero sádico Vegas – Pete se sintió algo abrumado – podemos ir a otro cuarto.

- Sí, yo te llevó – Vegas lo cargo y lo llevó a su habitación principal – debemos ducharnos, debes lavarte dentro para que no...

- Ok, ok... no digas más – Pete estaba algo avergonzado.

- Puedo ayudarte...

- No... yo lo hago – Pete caminó al baño y se metió a la ducha, su cuerpo tocó el agua tibia y algunas marcas del reciente sexo comenzaron a arder, lavó su ano como pudo y luego salió con una toalla envuelta.

- Pete yo siento no haberme puesto el condón.

- Maldito idiota eso sientes, pero no haber desgarrado mi culo – Pete se sentó en la cama.

- Tengo remedió para ello – Vegas buscó entre los cajones y sacó una crema en tubo – voltéate.

- Yo lo...

- Ahora – Vegas era muy mando, no quedó de otra que ponerse en cuatro - esto ardera un poco, pero... - Vegas tenía el dedo en el ano de Pete esparciendo el ungüento.

- No Vegas – Pete se dio vuelta y volvió a sentarse – fue demasiado para mi hoy.

- Ok – Vegas se levantó – iré a darme una ducha y vuelvo, en a almohada deje una camiseta y pantalón corto.

- Gracias – Vegas se fue a la ducha, Pete se vistió y luego se recostó.

Cuando Vegas salió del baño con un bóxer Pete estaba ya dormido.

- Pete eres el ser más increíble – se recostó a su lado y acarició su rostro – pero me provoca tanto probar todo lo que tengo en ti, verte llorar y gritar de placer.

Pete que aún no dormía bien sintió pánico por dentro, no demostró nada por fura para que Vegas no se diera cuenta, pero en su interior solo quería salir corriendo de ahí. "con que psicópata me fui a enredar"

My Wicked StripperDonde viven las historias. Descúbrelo ahora