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Empezamos a despedirnos y los amigos de Takemichi me acompañaban. Que chicos más graciosos.

— ¿Tu novio no se enojará si estamos contigo? – miré al chico pelirrojo.

— No te preocupes, se sentirá más aliviado al ver que no estoy sola – reí un poco, pero más adelante nos encontramos con un grupo de chicos – ok, le mandaré un mensaje rápido.

— Por favor – aunque no eran fuertes, sabían pelear, muy mal, pero sabían – nos están mirando, Makoto, estamos con una chica, no los provoques.

— Si... - fue inútil, comenzaron a seguirnos, hasta que nos cerraron el paso.

— ¡Hey ustedes! – nos giramos a verlos, cada uno con más miedo – denme a la chica.

— ¿He? Lo siento, no podemos hacer eso, o nos matarán – miré al rubio a mi lado, era adorable, pero en un momento así, me preocupaba por ellos.

— ¿Cómo? Eso no es nuestro asunto, danos a la chica – por favor Kei, ven pronto, un ruido llamó nuestra atención, oh gracias señores de arriba, escucharon mis llamadas.

— ¿Qué diablos creen que hacen? – apenas me miró, se puso serio, ya me vi regañada.

— ¿Quién diablos eres tú? – de pronto, ya nos vimos en una pelea, la cual le era difícil a Kei, aunque los chicos no estaban muy librados, uno de ellos vino hacia mí.

— ¡Azumi! – lo esquivé dándole un golpe, otro vino de igual manera, mis golpes no eran fuertes, y lo poco que sabía, me daba ventaja, hasta que llegó Chifuyu, y terminaron con ellos - ¿estás bien?

— Kei, me duelen las manos – me abracé de él mirando a los chicos – muchas gracias.

— No hay de que Azumi – los miré y estaban golpeados, fue mi culpa – no te preocupes, estamos bien.

— Lo siento – les di una reverencia, nos despedimos y Kei fue a dejarme a casa – lo siento.

— No hace falta que te disculpes, estoy bien.

— No debí salir, y tuviste que venir a mí.

— Hey, no pasa nada, tienes derecho a salir, sólo ten más cuidado Azumi.

— Si – me abrazó y lo hice igual – Kei, vamos al festival.

— ¿El que viene? – asentí – de acuerdo, pasaré por ti.

— Si – me pasaba por una cabeza y más, asiqué lo jalé para besarlo.

— Sólo debes pedirme que te bese Azumi.

— Entonces, bésame – inflé mis mejillas, y el rio, pero lo hizo de igual manera – entonces, nos vemos en unos días.

— Si.

Había llamado a Emma, y a Hinata, hablamos un poco, y se terminaron enterando, pero estaba bien, incluso Mikey me había llamado, pero igual le respondí que no pasaba nada, claro que, a cambio de eso, nos juntamos para arreglarnos, ellos nos esperarían en el festival.

Cuando llegamos lo vi de pie a un lado de Draken ignorando a todo ser que se cruce en su camino.

— ¡Kei! – lo llamé haciendo que me vea y sonría asiqué me acerqué para abrazarlo, aunque se mantuvo reacio, le daba pena – te vez bien.

— Si, muchas gracias – miré a Draken que había contestado.

— Si, te vez feo – una vena se hincho en su cien haciéndome reír – pero con Emma te vez bien, oh, tu igual, Takemichi.

— Gracias – reí un poco y tomé la mano de Kei para ver el festival, había muchas cosas bonitas.

— Te vez bonita – lo miré con una sonrisa mientras me aferraba a su brazo – vamos por yakisoba.

— Vamos – caminamos por unos momentos más, pero, a medio camino algo llamó nuestra atención, era Mikey, y un chico, escuchamos un poco mientras Kei aún me tenía abrazada, de pronto les llamaron para una pelea – iré contigo, no te dejaré solo.

— Pero, es peligroso.

— Emma y Hina están ahí, no las dejaré solas – el solo asintió y fue por su uniforme, al igual que Chifuyu, cuando llegamos me acerqué a Emma y a Hina, estaban mojadas, al diablo, usé mi sombrilla para usarla de arma – chicas.

— Azumi – miré a Draken, no sabía qué hacer.

— Vayámonos de aquí, sólo estorbaremos, los miraremos de otro lado, más alejado – ellas asintieron y miré a Kei, el sólo me dio las llaves de su motocicleta, asiqué las tomé, pero su cabello estaba suelto asiqué le pasé una liga, con eso nos alejamos un poco – ganarán.

— Lo harán – no pasó mucho cuando nos enteramos que Draken fue apuñalado.

— Vayan con él, yo estaré bien, llamaré a una ambulancia, vayan a verla.

— Si, ten cuidado Azumi – asentí, sujeté otra sombrilla, y me puse a la defensiva, era difícil verlos, pero la policía parecía venir asiqué se retiraron y yo le di las llave a Kei y comenzamos a ir al hospital, mi ropa era un desastre, asiqué entré a verlos.

— Emma, Hina, ¿cómo está?

— Tuvo un paro a medio camino – eso era malo, me quedé haciéndoles compañía, Mikey también estaba aquí asiqué me senté a su lado, el sólo me miró, estaba roto, pero la cirugía terminó.

— Está estable – era mucha alegría, me quedé con ellas, al rato salí para ver a Kei y abrazarlo.

— Vamos a casa – asentí, una vez llegamos entramos, papá no estaba, era obvio, asiqué le di algunas prendas y se daba una ducha, yo me bañé en la habitación de papá, y preparaba algo caliente.

— Peleaste bien.

— Verdad, aplasté a varios – reí por ello, y fuimos acostarnos.

Dormir con él era único, porque cuando llegó papá, estaba levantando a Kei del suelo, y el no despertó, haciéndolo reír.

En la mañana me levanté para hacer el desayuno, y empujé a Kei para que no se vuelva a caer, papá tampoco había despertado, asiqué fui a verlo, seguía dormido, los dejé dormir un rato más mientras me alistaba.

Colmillos - Keisuke BajiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora