10

879 78 0
                                    

Llamé a Chifuyu, le conté por sobre encima lo que ocurría, asique vendría de inmediato, tomé mis cosas de la escuela, mi uniforme, un par de mudas de ropa, mis cosas de aseo, lo suficiente para un par de días, incluso tomé un peluche que me dio papá, cuando estuve todo listo, papá me ayudó a salir de casa, mamá se había alterado demasiado, algunos vecinos se acercaron a ver, cuando nos vieron salir se preocuparon de inmediato, pero papá no soltaba la puerta para que salga.

— ¡Azumi! – miré a Chifuyu y a Keisuke venir hacia mí, asiqué solo los abracé - ¿qué sucede? ¿señor Aki?

— Hola chicos, lamento por lo que les voy a pedir, ¿pueden llevársela? Será por un par de días, hasta que esto se arregle, y ella se calme.

— Papá, no quiero dejarte solo.

— Me sentiré mejor si te vas con ellos a que te quedes aquí.

— Pero papá..., de acuerdo – lo abracé con fuerza, para comenzar mi camino hacia el edificio en el que vivían.

Cuando llegamos, la madre de Baji se enteró de lo ocurrido, también le comenté los motivos, y el porqué era más sobreprotectora conmigo de lo que era papá, aceptó de inmediato a que me quedara, ¿lloré? Había olvidado la última vez que lo hice.

— No le agrado, ¿verdad? – miré a Kei, estábamos en su habitación mientras aún me consolaba.

— Mamá tiene serios problemas de confianza, es la primera vez que la veo así, es cierto que pelea con papá, pero, no sé la razón, es algo que nunca supe con certeza, pero, teme que pase lo mismo que ella, apenas y se convenció de que Chifuyu sería el chico perfecto como mi amigo. Y lo conozco desde hace mucho.

— Entiendo, ven aquí, no te dejaré sola – me abracé a él, era muy sencillo, como si todos los problemas desaparecieran, como si estar con él fuera capaz de enfrentar muchas cosas.

— Te quiero Kei.

— También te quiero pequeña.

Me quedé dormida, aunque eso no duró mucho, no podía moverme, desperté algo desorientada, pero el peso de Kei estaba sobre mí, asique lo moví un poco, ocasionando que cayera de la cama, creí que se despertaría pero solo gruño, lo miré por un momento mientras buscaba algo en el piso, debía estar frío, sonreí por ello, era muy adorable, tomé la manta y baje para cubrirnos ambos, el piso era duro, y era horrible, pero tomé el brazo de Kei usándolo como almohada, e hice que nos cubriera con la manta mientras lo abrazaba.

En la mañana sentía movimientos, apenas abrí mis ojos miré a Kei mirar su habitación, luego me miró a mí y suspiro un poco para abrazarme contra su pecho.

— Me caí de la cama – reí un poco.

— Estabas aplastándome, te moví un poco y caíste, no podía permitir que te quedaras en el piso, asique vine contigo.

— Eres muy dulce – reí un poco.

El par de días pasó rápidamente, ambos me acompañaron a mi casa, no se escuchaba nada, asique abrí la puerta, incluso era una cerradura nueva, varias cosas habían cambiado, papá tenía un gusto único, sofisticado, pero era bonito, se notaba eso a simple vista, y el, papá estaba en el sofá, sentado leyendo un par de documentos.

— Papá, ya llegué – le sólo me miró y sonrió para abrazarme.

— Bienvenida cariño, oh chicos, muchas gracias por haberla tenido con ustedes, se los agradezco mucho.

— No se preocupes Aki-san, fue divertido.

— Si, dormimos en el piso, es muy cómodo – papá sólo rio y asintió, nos despedimos de ellos y fuimos a sentarnos.

— Ocurrió un par de cosas, pero, esto es de tu madre – me entregó un sobre, en ella se veía la letra de mamá – es lo único que te dejó, tu madre y yo nos separaremos, tomará algunos días, pero te quedarás conmigo.

— Mamá, ¿se fue?, ¿me abandonó? ¿así sin nada más? – miré a papá que se veía mal y lo abracé – mamá, no me quería como decía.

— Ella te quiere, te quiere demasiado, pero a veces hay cosas que se nos sale de control, sólo se eso mi niña, pero, nos tenemos a los dos.

— Si, no te dejaré papá.

Eran días difíciles, ahora que papá trabajaría más por los dos, sería más difícil para él, pase viendo varios lugares, había un pet shop, necesitaban a alguien los fines de semana, desde las 10, hasta las 15 horas, entré a ver el lugar, al parecer estaba desesperado el dueño, y me dio el puesto sin dudarlo, claro que la paga no sería tan buena, pero para mí, cubría varias cosas que ocupaba.

Pasé varias semanas así, mi cumpleaños catorce había pasado, ocurrieron tantas cosas que no lo festejé, papá me había comprado una torta, y hubo una cena, la mamá de Kei junto con colmillitos y Chifuyu, además de Emma, Mikey y Draken vinieron a mi cumpleaños, Emma me había consolado todo este tiempo, hablamos un poco más, y supe que su madre también se había ido, cuando era una niña, ambas nos entendíamos, yo tenía a mi padre, y a los chicos, ella tenía a sus hermanos, su abuelo y a Draken, no estábamos solas.

Un día, Kei pasó por mí, adoraba venir al lugar, cuando se terminó mi turno, me despedí del dueño y salí con Kei, recorrimos varios lugares, simplemente nosotros.

— Azumi.

— ¿Sí? ¿qué sucede Kei?

— ¿Has estado bien? – miré su rostro, se mostraba preocupado y sonreí.

— Estoy bien, no estoy sola, te tengo a ti, a papá, a Chifuyu, y tus amigos se portaron muy bien conmigo, no estoy sola, y soy feliz de tenerlos.

— De acuerdo – lo abracé con fuerza, luego terminamos el día quemando un auto, Kei me lleva por el camino de la delincuencia.

Me dejó en casa como de costumbre, apenas entré, arreglé la casa e hice la cena, escuché la puerta sonar, asiqué me acerqué a recibirlo, pero, su rostro se veía algo decaído, estaba agotado.

— Papá, bienvenido.

— Hola cariño.

— ¿Estas bien, papá?

— Oh, si, no te preocupes – asentí no tan convencida, miré algunas cosas en la cocina, cosas que se nos empezaba acabar – oh, se están terminando, podemos ir de compras...

— No te preocupes, yo me haré cargo papá, no acepté un empleo para no ayudarte, déjame hacerlo, por favor – puse mis manos al frente de mi mirándolo.

— Sólo esta vez, nos estabilizaremos pronto, asique no te preocupes mucho, y no gastes tu dinero.

— Quiero ayudarte papá.

— Y yo debería cuidarte, pero me cuidas más tú que yo a ti, eres la mejor hija.

— Papá..., eres el mejor padre, no puedo pedir más.

Colmillos - Keisuke BajiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora