— Azumi, ¿estás bien? Tus ojos están rojos, ¿quién te hizo llorar? – su preocupación, su acercamiento hacia mí, todo eso, me hizo retroceder, haciendo que él se detuviera - ¿Azumi?
— ¿Por qué lo hiciste? ¿Por qué abandonar a la Toman? ¿Por qué mentirme? ¿Por qué golpear a Fuyu? ¿Por qué Keisuke?
— No es asunto tuyo, Azumi, no puedo incluirte en esto.
— Es asunto mío desde que golpeaste a Fuyu, ¿sabes cómo está al menos? ¿sabes su situación? Fue difícil curarlo, y él debe ir con un médico para que revisen su ojo, si no lo hace, puede perderlo, Kei, ¿por qué? – la tensión no la aguantaba, conocía a Chifuyu desde hace varios años, tantos que olvide cuando comenzó nuestra amistad, pero, siempre estuvimos juntos.
— Azumi, no puedo decírtelo, si lo hago, se lo dirás a Emma, y ella a Mikey, pero, si te lo digo deberás dejar de verlos, dejarás de ver a los de la Toman.
— ¿Por qué?
— ¡Porque sí! – me sobresalté ante su tono, nunca lo había hecho, siempre escuché sus risas y su voz elevarse mucho, pero nunca fue para mí, al menos no de esta manera – entiéndelo Azumi, no insistas.
— De acuerdo..., pero, no me alejaré de ellos, son lo que tengo y...
— ¡No me importa eso! – me sobresalté más y el me miró – Azumi, yo, lo siento, no quise...
— Iré a casa.
Me di vuelta caminando más rápido, girando en varias direcciones, hasta que llegué a un parque, no había casi nadie, asiqué solo me senté en un lugar, mierda, odio ser sensible, quien sabe cuánto tiempo me quedé llorando ahí, hasta que un pañuelo se puso frente a mí, y un chico rubio con lentes me sonreía, se me hacía conocido, eso me dio vergüenza.
— ¿Estás bien?
— Si, muchas gracias.
— ¿Quieres contarme? No soy un conocido, asiqué no te preocupes.
— Bueno, no quiero molestarte con mis problemas.
— Descuida, no me molesta – lo miré, daba algo de miedo, pero tenía una atracción increíble, tanto que terminé contándole todo – Oh ya veo, ¿puedo decir lo que pienso?
— Por supuesto.
— Creo que, si alguien te ama, nunca te gritaría, por más enojado que esté, sabes, me gusta alguien, pero, aunque esté enojado, nunca la llegué a gritar, porque es lo que quiero y amo, mi enojo es con otras personas, no con ella, no debo desquitarme con ella.
— Es muy dulce de tu parte, asique, si hay amor de verdad, no pasa eso...
— Es mi opinión – lo miré y asentí – claro que, no quiero ser cruel contigo.
— No te preocupes.
— Según lo que me dices, traicionó a sus amigos por otro chico, son chicos que se conocen varios años, pero a ti te conoce un poco de esos.
— ¿Crees que me traicione?
— Es solo una suposición – asentí sabiendo que tenía sentido, poniéndome más triste – pero Hey, tranquila, son cosas que pasan, se dará cuenta a la gran mujer que tiene con él.
— Gracias por haberme escuchado.
— Has dejado de llorar, debo irme, ve con cuidado a casa.
Lo miré irse, y me quedé ahí, pensando en lo que dijo, ¿Kei es capaz de traicionarme? Traicionó a Mikey que lo conoce desde que son niños, ¿qué espero yo que apenas me conoce desde hace un par de años? Keisuke..., ¿me amará tanto como lo amo yo a él?
Evité un poco esos pensamientos, también, evité a Kei, algo que no resultó, ya que volvimos hablar, sin resolver nada.
— Azumi, no me ignores, no seas infantil – me detuve para mirarlo, ¿soy infantil?
— ¿Qué sucede? Estoy algo ocupada.
— Quiero hablar conmigo.
— Estoy siendo infantil, cuando se me pase hablaremos.
— Mierda Azumi – lo miré por un momento.
— Siento darte más problemas – me fui de ahí, pero, a veces creo que ese chico aparece en los momentos más cruciales – y eso pasó.
— ¿Te dijo infantil? Discúlpame, pero lo poco que te conozco, creo que eres extrovertida, y madura para tu edad.
— Gracias.
— No hay de qué, ¿estás libre?
— Si.
— ¿Vienes a conocer a un amigo? A él le gusta divertirse.
— Uh, claro – caminé tras de él por un momento, su amigo era muy alto – diablos, enserio me sacas más de dos cabezas, tendré que tomar vitaminas si quiero crecer.
— Oh, pero que pequeña, ¿vienes? Iba a comer con un amigo.
— Si – miré al chico rubio, que solo se despidió y pronto llegó otro – oh, siento que te conozco.
— Digo lo mismo, soy Kazutora.
— Azumi – su mirada cambió algo, pero sólo sonrió – entonces, vamos a comer, ¿conoces algún lugar?
— No, la verdad, no quiero toparme con unos amigos, asique esos lugares están descartados.
— Ya veo...
Hablar con Kazutora era divertido, además de alegre, pasaron un par de días desde aquello, y vino a mi escuela, algo que acepté de inmediato y me salté la ultima hora.
— Diablos, nunca lo había hecho – me seguía riendo por la adrenalina.
— ¿Nunca? ¿qué clase de aburrida vida tenías?
— Hey, mi aburrida vida puede ser cómoda también, ¿sabes? – claro que era demasiado bueno para divertirse.
— Oh, ¡Baji! – mi corazón se detuvo ante ese grito – ven, quiero presentarte a alguien – tomó brazo acercándonos más a él.
— ¿Kazutora?
— Mira Baji, quiero presentarte a Azumi, Zumi, él es un amigo, Baji – su mirada me miró fijamente, y yo sólo quería huir.
— Ya nos conocemos, tigre – le sonreí un poco.
— ¿Qué haces aquí? ¿por qué estás con él? ¿te escapaste de clases? – preguntas y más preguntas, miré a Kazutora con una sonrisa mientras el sólo miraba algo confundido - ¡responde!
— Tigre, creo que nos veremos en otra ocasión, y bueno, Keisuke es mi pareja, creo – lo miré con mi sonrisa mientras el sólo sonreía y acariciaba mi cabeza.
— Iremos a divertirnos luego Zumi.
— Azumi, no me ignores, ¿qué diablos ocurre contigo? – lo miré un poco.
— No me pasa nada, debo irme.
— ¡No! Azumi...
— ¡Baji! Detente, no la obligues hablar contigo – Kei sólo me miró un momento, apretaba con fuerza mi mochila, y el brazo de Kazutora – Hey Zumi, ve con cuidado.
— Si, nos vemos tigre.
Me alejé de ahí, lo más rápido que podía, ¿en serio los cielos me mandaba a esta persona en mis momentos difíciles? Kisaki debería estar harto de mí, pero, seguía escuchándome, donde terminé llorando.
— Ya veo, pero, Azumi, tú eres mi amiga, yo no te dejaré, recuerda que hay personas que son diferentes, puedes confiar en mí.
— Si, gracias – fue a dejarme a casa, y lo vi irse.
Terminé contándole todo a Kisaki, a Emma, a Hina..., quería que estén conmigo, no quería que se fueran, no lo quería.
Soy patética.
ESTÁS LEYENDO
Colmillos - Keisuke Baji
FanfictionSiempre le fascinó las nuevas cosas, algo particular que no haya visto, y sus colmillos en una sonrisa la cautivo desde el primer momento, no le importaba el como se viera, creyó que era la sonrisa más bonita y adorable. Pero, su actitud solía ser c...