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Al día siguiente en la puerta de la escuela noté algunas motocicleta, me acerqué más mirando a los chicos.

— Hola.

— ¿No estas muy tapada? – me miré a mí misma.

— Pero, me siento cómoda – Emma me miraba preocupada.

— Si te sientes bien así, entonces te apoyo, vamos, Mikey nos llevará con Hina y Takemichi.

— Oh, si – me subí a la motocicleta de Mikey, mientras me sujetaba de su cintura – lamento las molestias.

— No debes preocuparte, eres mi amiga – amiga, sonreí por ello, Mikey no abandona a nadie.

— Mikey, ¿siempre seré tu amiga?

— Por supuesto, en las buenas y en las malas – miré a Draken que igual sonreía – Ken chin, Emma, Chifuyu, Takemichi, Hinata, y los demás chicos seremos siempre tus amigos.

— ¿Lo prometes? – tomé su mano entre las mías.

— Lo prometo – sonreí y lo abracé, cuando llegamos abracé a Hina, necesitaba un abrazo de ella – Hina-chan.

— Azumi-chan, iremos a comer, ¿Qué te parece?

— Suena bien, tengo hambre.

No fue tan malo, pero, ahí fue cuando hablaron de la pelea que tendrían contra Valhalla, lo entendía, asiqué los apoyé, al final me dejaron en casa, cuando llegaron a la suya me llamaron.

Pero eso no duró mucho...

— ¿Sucede algo Chifuyu? ¿pasó algo? – en mi puerta estaba Fuyu junto a Takemichi.

— Quería pedirte tu ayuda – lo miré un poco – quería que llames a Baji-san.

— ¿A Keisuke? No lose, no hemos estado en buenos términos estos días.

— Por favor Azumi – Takemichi de verdad se veía desesperado, asique acepté, llevándolos hacia donde estaba él.

— Yo, los dejo solos, ya cumplí mi parte, debo hacer algunas cosas – los miré un momento, para comenzar a irme, pero la mano de Kei me detuvo.

— Azumi, espera...

— Debes hablar con ellos, ya hablaremos después Kei, lo de nosotros puede esperar.

— Azumi... - lo miré un momento, su chaqueta de Valhalla, me caía mal esa chaqueta – de acuerdo.

Me despedí de los chicos comenzando mi camino de nuevo a casa.

El día de la pelea se dio, ayudé a Chifuyu vendando su abdomen, para ir con Emma, donde ayudaba a Mikey, asiqué la ayudé de igual manera.

— ¿No se te van a caer los pantalones?

— Si no se me caen las vendas, los pantalones no deben caerse – asentí ante su lógica, pero sólo acarició mi cabeza – traeremos a Baji de vuelta.

— Vuelvan sanos y salvos, cuídense entre ustedes.

— Lo haremos.

Los vi irse, asiqué también me fui, a medio camino me encontré con Kazutora.

— ¡Tigre!

— Azumi, estas mejor.

— Si, ¿ibas a algún lado?

— Algo así, ve a casa con cuidado pequeña.

— Si.

Sólo llegué a casa, y la arreglé, me moría de los nervios. Papá no estaba asique me entretuve en varias cosas. Nunca creí que pudiera hacer tanto en tan poco tiempo. Mi casa brillaba.

Miré la hora, no había pasado mucho desde que llegué, miré el televisor encontrando algo en particular, pero no había nada, nada hasta la llamada de Emma y Chifuyu.

¿Emma?

Azumi-chan, sucedió algo.

¿Están bien?

Si, pero, ocurrió algo con Baji.

¿Qué le ocurrió?

Te pasaré con Chifuyu – el tic de un corte sonó, pero al rato – Azumi, estamos en el hospital.

¿Es Keisuke?

Baji-san fue apuñalado.

Desconecté, solo me dejé estar, apenas llegue me acerqué a Emma, contándome lo sucedido, aun no salía de cirugía, su madre estaba aquí, no supe cuánto tiempo pasamos ahí, debieron ser muchas horas, y sólo quería que se termine.

"Cirugía, apagado"

Miramos la puerta, por ella el médico salía, suspirando y mirándonos.

— La operación..., fue un éxito.

Me dejé caer, mis lagrimas salieron por si solas mientras Emma me sostenía, habían sido horas de angustia, estaba bien, está bien, Keisuke está vivo.

Mikey junto a Draken y Emma fueron a dejarme, se los agradecí infinitamente. Papá apenas llegaba, y sólo me dejé derrumbar a su lado, escondiéndome en sus brazos.

— Papá.

— Está bien, llora todo lo que quieras, todo estará mejor en la mañana.

Habían pasado días desde aquello, no me atrevía a verlo, aunque ganas de golpearlo, besarlo y regañarlo no me pasaban, nada volvería a ser como era antes.

Entré a su habitación con cuidado, estaba dormido, me acerqué con mi canasta de frutas y notas, me senté a su lado un momento tomándole la mano, me alegraba que siga vivo.

— Colmillitos, recupérate pronto, debo irme, vendré a verte mañana – me levanté dándole un beso en la mejilla para comenzar a irme – te amo, Keisuke.

— También te amo, Azumi – su mano me detenía, no quería girarme a verlo, no ahora que estaba más desastrosa de lo normal.

— Kei...

— Hablemos – sólo lo miré para ponerme a llorar y abrazarlo – siento haberte preocupado.

— No hagas estas cosas, no lo hagas, no soportaría perderte.

— Lo siento, perdóname por todo.

— Yo no debí meterme en tus asuntos, tampoco debí alejarme, también fue mi culpa.

— Siento haberme dado cuenta de todo eso, Kazutora me golpeó por el grito.

— ¿Qué pasó con él? – su mirada dolía, asiqué me senté.

— Kazutora fue quien me apuñaló – tigre..., ¿por qué lo hizo? – al parecer fue manipulado, su mente es frágil, igual que la tuya, pero, no quería que Mikey se enoje con el por eso, asique me apuñalé, espero que se haya solucionado varias cosas.

— Keisuke..., tigre, es, difícil de creerlo, era un buen chico.

— Lo es, pero ahora ya entendió mejor las cosas.

— ¿Dónde está él?

— Fue llevado a prisión, le darán algunos años.

— Entiendo... - asentí sabiendo lo que haría luego.

— Te extrañé – lo miré por un momento – extrañé todo de ti, Azumi.

— También te extrañe colmillitos – me acerqué a su rostro, se veía mejor asiqué junte sus labios con los míos, de verdad lo quería. 

Colmillos - Keisuke BajiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora