Capítulo 17

9 7 6
                                    

Pov Scarlett:

Estoy de camino a la posada, fui al hospital y pedí la noche libre. Hable con el director y como siempre fue muy comprensivo, obviamente iba a dejar que yo, una huérfana fuera a un encuentro con mis primos.

Mentí un poco, pero que más da, de vez en cuando hay que hacer de las nuestras.

A unos pasos de la posada respiro profundo y me dispongo a entrar. Agnes me dijo que Coullew estaría en la recepción y luego el me guiaría.

Agnes y yo aún tenemos un tema pendiente, y tenemos que resolverlo pero hoy estaré enfocada en Stein.

—Hola —saludé. Me encontraba a sus espaldas mientas el tomaba lo que parece ser un té.

—¿Gustas? —negué con la cabeza. Comer cosas humanas no me cae muy bien— entiendo. Yo siempre he amado este té, tiene un gran significado para mí. Pero bueno, no estamos aquí para hablar sobre mi té. Ven, acompáñame.

Coullew se levantó de la silla y de frente a mi quedó observándome un momento.

—Me maravilla como has cambiado pequeña Scarlett —¿Cambiado? Desde que estoy con mi familia, tengo el mismo aspecto físico— ja, ja, no te preocupes por mi comentario. Sigueme.

Nos apartamos del lugar, si fuera una chica común no me arriesgaría a esto. ¿Sola? ¿Con un tipo que a penas conozco? No creo.

—No sabía de este lugar —comenté. Años viviendo en el pueblo y no sabía de esta cascada. Pasando la vieja estación de trenes en una grieta hay un estrechó camino y dentro a unos pocos metros se abre dejando ver una pequeña cascada con agua que se filtra y se pierda sabrá Dios dónde.

¡Que lugar tan bonito!

—Lo descubrí con tu hermano, era nuestro lugar secreto para hablar de chicas —típico de mi hermano, amante a los deportes y al cuerpo femenino.

—Don Juanes. Ya los tengo clasificados —rodee los ojos.

—¡No! El hablaba de chicas. Yo siempre fui más serio en cuanto a eso. Lo mío era más lo místico, pero tu hermano se las ingeniaba para meter chicas en pláticas.  

—Coger con chicas humanas ¿No era prohibido?

—Bueno, comenzando el tema que nos compete. Estamos aquí, con todo el tiempo del mundo y con no más ruido que nuestras voces y el cantar de la cascada —lo interrumpí.

—No es una cita, al grano —esto me suena a romance y hay que cortar por lo sano.

—ja, ja. Perdón, me emocioné —rió algo incómodo— Bueno pues te dije que la función fue algo clave —asentí con la cabeza.

—¿Por qué? —interrogué.
   
—¿Recuerdas como una luz te iluminó? Era una provocación, sus secuaces estaban allí. La estrategia fue exponerte y que ellos notarán que estábamos aquí, que queríamos entrar al juego.

—¿Acaso soy su carnada? ¿Y esa mierda? —¿Qué se cree? Cómo me va a hacer eso.

—¡No! Calma, no es eso. En la carpa el no podía mandar a hacer nada, somos cinco vampiros y contigo seis. Ningún caza vampiros se mete en tal lío por muy bueno que sea.

Peligrosa Atracción [Editando Severamente]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora