Capítulo 14

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Pov Scarlett:

Hoy es el día, Dylan aceptó ir conmigo a la función. Su reacción fue inesperada, es como si necesitara ir también; como si tuviese algo en mente.

Sospechoso.

Aún no había pasado por el lugar donde montaron la carpa. Hoy, por primera vez, la vería.

Me siento algo nerviosa, también esto parece una cita, independiente de todo.

—Te ves guapa —comentó galantemente el rojo.

—Gracias —sonreí. Opté por un vestido corto negro que se ajustaba a mis caderas y unos botines hasta las rodillas, del mismo color. En mi cuello una fina gargantilla con minúsculas piedras que se iluminaban con las luces del camino.

—Pero no te creas cosas, sigues viéndote tétrica —sonrió y no me hizo ninguna gracia.

—Levanta el pie, creo que pizaste lo gracioso del chiste —rodee los ojos. Solo una loca como yo le hace caso a este pelirrojo engreído.

Me miró con un brillo extraño en los ojos— No deberías de sentirte mal con ese calificativo, esa oscuridad es un misterioso encanto de tu personalidad.

Valla, me sorprendió eso. Lo mire con una mezcla de confusión y vergüenza. Raro.

—A veces dejas de ser súper odioso y solo eres odioso, eso es bueno.

Me miró en forma de requerimiento para luego soltar una sonrisa nasal y mover la cabeza a ambos lados en negación.

—Gracias por invitarme a mi, de vez en cuando parece que te caigo mal —te parece bien.

—Como vas a pensar eso, incapaz yo.

—Mientes, ¡Si te caigo mal a veces! ¿Viste? Eres algo bipolar, que intriga me das mujer.

—No miento —me crucé de brazos.

—Se leer el lenguaje corporal, más cuidado conmigo eh —se acomodó el cabello todo galante.

—¿Ves? Tu te buscas que a veces me caigas mal, creído —di un pequeño manotazo hacia atrás pegándole a mi cabello suelto que caía cuál cascada por mi espalda y hombros.

—Me ofendes —tocó su pecho dramáticamente. Debo admitirlo, me divierte.

—Ya shh, estamos llegando.

Cuando ví aquello que se encontraba frente a mi, mis ojos brillaron.

¡Era genial!

Debo resaltar que era enorme. Una gran fila se encontraba en la entrada y puestos de comida por doquier en los alrededores. Odio no poder comer en grandes cantidades, esas cosas a la vista están super ricas.

La carpa se alzaba a unos cuantos metros del suelo, estaba iluminada con bombillos que cambiaban de color y para la fila, habían en hilera de color blanco, dejando el lugar sin un solo poco de oscuridad.

La intriga me comía por dentro, estaba anciosa por entrar, por encontrar alguna señal de Agnes, o quizás por saber quién carajos era el famoso "Él" y de dónde me conocía.

Peligrosa Atracción [Editando Severamente]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora