Capítulo 3

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Lukyan:

Lluvia, agua helada que moja todo mi cuerpo cuando se desespera al correr. No sé qué es lo que más duele ¿los golpes? ¿La verdad?

Huyo con la esperanza de poder escapar, oigo gritos a mi espalda y la necesidad de salvar mi vida es cada vez más fuerte. Debo contarles, tengo que decirles que lo descubrí.

Pero... ¿Qué es lo que sé?

Mi cabeza duele tanto. ¿Qué me pasa?

Un disparo.

Mi pecho sangra ¿es el fin? Estoy quedando sin vida, la esperanza se esfuma.

Ayuda, preciso pedir ayuda.
¿Alguien me podría encontrar?
Oigo voces, ¿Creen que morí? ¿Estoy muerto?

¿Acabó todo?

Ella, cabellos negros, ojos color ¿Borgoña?

¿Eran rojos?

¿Qué?

Me sigue doliendo tanto el pecho como la cabeza. Todo da vuelta. ¿Qué carajos pasa? ¿Estoy muerto o no? No, imposible; los muertos no sienten ¿O sí?

∆∆∆

Por fin, abro mis ojos como puedo. Un pestañeo intenso se debe notar, la luz por muy tenue que sea, me incomoda en ellos. Siento latidos en mi cabeza y una incomodidad muy notable en el pecho.

¿Que fue todo aquello? ¿Un sueño? Estoy tan jodidamente confundido, mi cabeza enserio da vueltas, ni al bajar de aquellos juegos que frecuentaba de niño con mi madre, me sentía así tan mareado y fuera de lugar. Entre tanta incertidumbre, ahí los encuentro, dos ojos curiosos.

Ese par de ojos me miraban intensamente, ese cabello negro que bajaba por sus hombros, enigmática.

¿Quién es esta chica? ¿Un ángel, tal vez?

De momento siento un latido aún más fuerte en mi cabeza, uno que me hace caer en cuenta que... ¿Cuánto tiempo llevo mirando esos ojos?

- Don... ¿Dónde estoy? -pregunto demasiado confundido y comienzo a mirar hacia mi alrededor.

Una cama personal, estas lamparitas a la esquina, levanto como puedo la sabana que cubre hasta mi pecho y noto como cualquier movimiento duele. Si, definitivamente estoy en un hospital. La hermosa chica a la cual confundí con un ángel debe ser una enfermera, bueno es, su uniforme lo demuestra.

Ella aún me mira intensamente y callada, tiene una mirada difícil de comprender, pero su rostro se muestra gentil.

Vuelvo a dar otro recorrido con mis ojos al lugar sin hacer esfuerzo, cuando iba a levantarme para estar sentado vi la mirada de alarma en la chica y comprendí.

Bueno, ya con este vistazo más profundo veo que hay otro joven, esa cara me parece algo conocida...

- ¡Auch! -me quejo. Al detallarlo, otro latigazo se siente en mi cabeza. La enfermera se sobresaltó.

- ¿Are you ok? ¿Estás bien? -al parecer nota que, por mis rasgos, no soy de este lugar, aunque no pensé que ella lo distinguiría tan fácil.
Su semblante se muestra realmente preocupado. Ese rostro...

Otro martillazo en mi cabeza, joder tienen que parar esto o voy a quedar sin cerebro.

-No sé si esto sea normal, pero mi cabeza está al explotar -respondí de mala gana, en serio duele. La chica me sonrió y volví a caer en esos ojos color miel.

Peligrosa Atracción [Editando Severamente]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora