Capítulo 18

10 8 5
                                    

Pov Scarlett:

Creo que ya puedes contarme sobre el plan ¿no? —esta fue la principal razón por la que estoy aquí, no puedo irme sin la información.

—Si, hemos hablado de tanto que se me había pasado por alto. Soy algo despistado a veces —dijo lanzando una pequeña patada rozando el suelo.

Coullew tras eso tornó todo su semblante serio y amenazador, vuelvo a sentir esa aura escalofriante y veo como sus ojos comienzas a ponerse rojos... Imagino que sus lentes de contacto han expirado.

—Tengo varias cosas en mente, pero de ellas la más clara está asociada contigo y Agnes. Son mis dos puntos claves —una sonrisa burlesca se formó en su cara— ese idiota que intento matar a Agnes, ni en su más remotos sueño creyó que me quitaría un peso de encima al encontrarla.

—¿De qué hablas? —sus palabras me confunden.

—Agnes tiene una plática pendiente contigo ¿Verdad? —asentí— por eso es que no entiendes con exactitud. Ella me pidió ser quien te contara, ya que a pesar de no ser su culpa, te dió un gran desplante —y si que fue grande, por momentos quise asesinarla pero ya luego la entendí.

—Eso quiere decir, que me iré de aquí aún con dudas. Genial —rodee los ojos.

—Solo debes apresurar vuestra plática, en lo que a mí concierne, prosigo: cuando ayudemos a Agnes a encontrar lo que quiere, quizás el camino este más libre. Si no logramos el propósito de ella, entonces recurriremos al plan B.

—Me parece bien que hayan más opciones —siempre hay que ser precavida. Y más si esas personas son tan fuertes como parecen.

—Ya ganamos la atención de sus secuaces, pero eso no es suficiente. Nosotros venimos por el pez gordo, por ese hijo de su... —pensó la ofensa pero se contuvo— por Vladimir. El plan A es un tiro al blanco para que él aparezca mientras que el plan B es algo más... Descabellado.

—No voy plan muerte, Stein. Quiero seguridad —no pienso ser una víctima más de Vladimir.

—No es que resulte en muerte, a ver te explico

Y por fin Coullew vomitó el jodido plan B. No me pareció una idea tan descabellada, incluso la aprobé. Solo falta mi plática con Agnes para sabe si hay que poner ese en función o no será necesario.

Pasamos un rato más hablando sobre ajustes en el plan y posibles contra ataques que podían realizar nuestros contrincantes. Una ves Stein vio la hora, era sumamente tarde.

Para nosotros los vampiros el tiempo pasa sin darnos cuenta, no necesitamos dormir de noche así que nuestro cerebro no nos avisa de lo tarde que es.

Coullew se ofreció a acompañarme a casa pero lo rechace, preferí irme sola. Sentí que sería mejor la soledad del camino para ir reorganizando mis ideas y todo iba bien hasta que me topé a ese que no se de dónde salió.

—¡Hola! ¿Qué hace una mamasita como tú tan solita? —¿Acaso no sabe quién soy? Huele a alcohol, lo más probable es que esté borracho. Puedo dejársela pasar solo por eso.

Seguí de largo hasta que tomo mi brazo, mi paciencia tiene límites.

Frené en seco y me voltee.

Peligrosa Atracción [Editando Severamente]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora