Recojo mis maletas y me dirijo a la salida en busca de un taxi y mirando en todas las direcciones por si encuentro al dios griego, decido olvidarme de él, tal vez fue solo buen sexo en el avión, cuando veo mi nombre en un cartel "Señorita Melissa Berrocal", sostenido por un hombre de unos 40 años y una flaca alta a su lado de unos 20, los saludo y me dicen que los envía la constructora para llevarme a mi nuevo apartamento, la flaca me tiende la mano.
-Señorita Berrocal, mi nombre es Wendy Polo, soy la asistente del Sr Keaton, vengo a enseñarle su apartamento y explicarle sus horarios- dice amablemente. Ella es como de 1.75 cms, delgada pero proporcionada, cabello castaño en una coleta alta, sin un cabello suelto, ojos pequeños pero disimulados por una gran sonrisa de dientes blancos que emana confianza, va vestida con unos pantalones beige de pinzas y una camisa negra y tacones altos que la hacen ver imponente.
-Mucho gusto, Wendy, digo señorita Wendy, es que aquí todos se tratan así, yo no estoy acostumbrada a esto, dime solo Mel- le comento.
-Tal vez fuera de la oficina, si el Sr me escuchara estaría en problemas- dice sonriente- vamos, solo Mel- reímos juntas.
Un toyota Corolla negro nos espera en la acera, el hombre se encarga de mi equipaje y me siento en la parte de atrás con señorita la flaca.
-¿Por qué me tratan así? como si fuera la dueña de este circo, cuando solo haré una pasantia, creo que tu tienes mejor cargo que yo- le pregunto rompiendo el silencio. Ella cruza una mirada con el conductor por el retrovisor y tarda en responder.
-Solo sigo órdenes, Mel, pero hablaremos en el apartamento- responde poniendo fin a la conversación.
Me limito a mirar la ciudad pasar frente a mi, ya he venido pero no la conozco muy bien, fue un viaje por un fin de semana, para celebrar la graduación con mis amigos y Aaron, mi ex novio, el unico que he tenido, el me enseñó el amor, la pasión, y me ayudó a superar la depresión que sufrí después de la muerte de mis padres, ellos tuvieron un accidente en motocicleta por culpa de un conductor ebrio que los embistió, desde ese momento, hace 5 años, vivo sola en la casa que mis padres me dejaron y gracias a sus ahorros pude sobrevivir, mis tías me colaboraban también, pero logré independizarme y empecé a dar clases a niños y jóvenes de matemáticas, física y química que son mi fuerte, con ese dinero me mantuve, luego obtuve una beca para ingeniería civil y arquitectura, es curioso como me enamoré de esa carrera desde bebé, preferí los bloques para armar antes que las muñecas.
Llegamos a una torre de apartamentos en el norte de la ciudad, el mio está en el piso 15, #15B, pongo los ojos como platos al observar esta belleza, estos aptos solo los he visto en revistas de diseño. El piso es de madera color miel, las paredes un tono azul, esta amoblado y equipado con electrodomésticos modernos, en la cocina hay comida suficiente para un batallón, pero lo más impresionante es la habitación, mi habitación, hasta vestidor tiene. Wendy me muestra mis uniformes, faldas y pantalones gris, camisas blancas y sacos a juego gris, me explica los horarios, empiezo el lunes, lo cual significa que tengo el fin de semana libre, y luego nos sentamos a platicar en el sofá, empieza a decirme donde queda la parada de autobuses y taxis, no está muy lejos.
-Vivo a unas calles de aquí, puedes venir a visitarme o llamarme si necesitas algo, aquí tienes mi tarjeta- dice.
-Gracias, es bueno tener a alguien cerca, podríamos ser amigas, Wen, no conozco a nadie aquí y eres la primera persona que me ha brindado confianza, además trabajamos en el mismo lugar y vivimos cerca- le dedico una amplia sonrisa rogando que acepte mi amistad, parece una linda chica. Me sorprende como ella me da un abrazo.
-Por supuesto que podemos ser amigas, estaba rogando que lo dijeras, pase por lo mismo aunque no en estas condiciones, soy de Cartagena, ya le veía yo el aire de costeña salsosa, es inconfundible, región llama región.
Mi padre fue un gran amigo del Sr Keaton que en paz descanse, así que el me consiguió este empleo, empecé hace 4 años, al fallecer el Sr hace unos meses, su hijo Alejandro tomó el mando y seguí siendo su asistente, el joven Alejandro también es ingeniero igual que su padre, lo llevan en la sangre, igual que tú, es decir, a ti también te gusta eso- se corrige rápidamente. Hablamos un poco más, me cuenta su historia, hija mayor entre 4, actualmente vive sola aquí, ayuda a sus padres económicamente, está soltera, tiene 22 años y esta feliz con lo que hace, yo le cuento mi historia, le conmueve lo de mis padres y por poco rompe en llanto, le comento mi relación con Aaron y que nos separamos porque el se fue a Argentina a estudiar y decidimos quedar como amigos.
Nos despedimos al notar que llevamos horas hablando y ya anochecio, yo decido hacerme un sándwich para cenar, desempacar y explorar el apto disfrutando de mi nueva vida. Definitivamente me gané la lotería.
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Giros Inesperados
Teen FictionLa vida de Melissa, una chica de 20 años, becada en ingeniería civil y arquitectura toma un giro inesperado cuando recibe una carta para realizar pasantías en una de las mejores empresas del país, a causa de su excelente desempeño académico o eso cr...