Capítulo 17

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-Reconozco que mi físico deja bocabierta a más de una, pero me va a dar hipotermia -dice interrumpiendo mi inspección.

Mi primera reacción es llevar las manos a mi cabello- tranquila, te ves linda.
-¿Qué haces aquí, cómo supiste cual era mi apto? -pregunto frunciendo el ceño.
-Esperaba mínimo un hola -contesta sonriendo.
-Hola, responde mis preguntas.
-Déjame entrar por favor, me estoy congelando -le cedo el paso mojando todo mi apto.
-Ven al baño, no pretenderás mojar todo.
-Uff, así me gustan las bienvenidas -eleva las cejas.
-No seas tonto, ven rápido -lo llevo hasta el baño donde mis ojos recorren su torso bien trabajado gotear. Ay Dios!- te traeré una toalla.

Corro hacia mi habitación en busca de una toalla y a ponerme un sostén. Estoy en busca de una blusa más decente cuando unas manos sujetan mi cintura, su cálido aliento en mi nuca envía corrientes eléctricas por mi espina dorsal.

-Mel, perdóname -sus palabras me derrumban, jamás creí que él pudiera decir algo así. Doy media vuelta y estoy de cara a él, su torso está desnudo, sus vaqueros cuelgan de sus caderas mostrando una uve (V) perfecta, incita al pecado, además está descalzo, mientras yo solo tengo el pantalón y el sostén- por favor.
Sus ojos han adquirido una tonalidad verde claro con motas ámbar.

-¿Qué quieres decir?
-Desde que te conozco no he parado de tratarte mal.
-No necesitas pedir perdón, una simple disculpa basta.
-No para mí.
-Si eso es lo que quieres, estás perdonado -sus labios se curvan en una sonrisa.
-Gracias.
-Deja que termine de vestirme, por favor, aquí tienes la toalla.
-Oh claro -deja un beso en mi mejilla y se dirige a la sala.

Estoy aún más confundida, que hizo con el William que no le importa lo que piensen o sientan los demás.

Termino de vestirme con una blusa de tirantes, peino mi cabello en una coleta y voy a la sala, él está sentado en el sofá secando su cabello.

-No tengo un suéter de tu talla, aquí tienes una manta, cubrete o pillarás una pulmonía -le digo ofreciéndole una cobija.
-¿Te preocupa mi salud?, no será otra cosa -comenta elevando las cejas.

Muerdo mi labio sintiéndome descubierta, en realidad lo hice para no tener esa tentación frente a mí.
-Prepararé chocolate -le digo dando media vuelta.

Al regresar él está de pie observando la lluvia por los ventanales.

-Aquí tienes.
-Gracias, ven siéntate a mi lado -camina hacia el sofá cruzando las piernas y dejandome espacio.
Me siento a su lado con mi taza entre las manos, tomo un sorbo hasta que un trueno retumba en el cielo haciéndome saltar.
-¿Le temes a las tormentas? -pregunta.
-No, me encanta la lluvia, le temo a los truenos y relámpagos.
-Ah, tranquila, estás a salvo.
-Lo sé -suelto las palabras sin pensarlo dos veces, porque así es, estoy segura con él- ahora dime, ¿Cómo es que desapareces y de pronto apareces en mi apto empapado? -ríe.
-Pues, tenía negocios pendientes en Las Vegas, y necesitaba alejarme de ti, pero me di cuenta que esa no era la solución. Regresé y decidí venir en la moto hasta tu casa para explicarte algunas cosas y la lluvia me atrapó a medio camino, llegué aquí y el portero me dio el número de tu apartamento.
-¿Querías alejarte de mí? -pregunto.
-Seré sincero, y sí, esa noche en mi casa, malinterpreté tus palabras y te ofendí, por eso vine, para pedirte perdón. Melissa, tengo un pasado que podría lastimarte y no quiero eso, pero tampoco puedo estar lejos de ti -dice y por primera vez noto la sinceridad en cada palabra que pronuncia.
-Cómo te dije esa noche, todos tenemos un pasado que nos atormenta, pero no por eso debes detener tu vida.
-Lo sé, Melissa. En el viaje, entendí el significado de tus palabras, eres la muestra viviente de ello, a pesar de todo has salido adelante. Y en algún momento te hablaré de mis secretos, ahora no me siento preparado.

Vuelvo a saltar a causa de otro trueno y en un segundo estoy en el regazo de William, sus brazos me rodean mientras deja un rastro de besos desde el cuello a mi hombro.
-Tranquila, no pasará nada -muermura entre besos.
Me acurruco a su pecho aspirando su olor, a lluvia y tierra húmeda combinado con su perfume y algo de menta.

Delicioso.

Gracias a todos los lectores, cada vez que veo que aumentan más, el corazón me da un vuelco.
Le dedido este capítulo a @kiaibeth
Besos.

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