⌗𝗧𝗛𝗘 𝗢𝗧𝗛𝗘𝗥 𝗦𝗜𝗗𝗘
━ 𝘴𝘵𝘦𝘷𝘦 𝘩𝘢𝘳𝘳𝘪𝘯𝘨𝘵𝘰𝘯.
Después de dos largos años fuera
del pueblo de Hawkins, Claire y su
madre vuelven a aquella ciudad
con sus problemas resueltos, en
busca de lo que dejaron atrás en
e...
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CHAPTER 007 : fight back ( episode the mind flayer n the gate )
La atmósfera dentro de la casa de los Byers era tensa, como si el aire mismo hubiese detenido su curso. Hopper fue el primero en moverse. En un instante, su rostro mostró una seriedad implacable y sin decir una palabra, corrió hacia el cobertizo, donde había escondido dos escopetas entre los desechos. Por otro lado, Claire parecía más serena ante el inminente peligro pero tenía la adrenalina a flor de piel, y no dudó en seguirlo. Sabía lo que se avecinaba, y aunque había aprendido a mantener la calma, una parte de ella sentía la creciente presión del peligro.
Se agachó junto a la puerta de la cocina, donde había dejado su fusil de asalto antes de entrar. Lo revisó rápidamente, asegurándose de que estuviera completamente cargado.
Mientras tanto, en el cobertizo, Joyce y Jonathan intentaban desamarrar a Will de la silla. La urgencia en sus movimientos era palpable, tenían sus manos temblorosas y tropezaban con las cuerdas; Will seguía muy débil.
Dentro de la casa, Claire y Hopper cerraron la puerta con un estruendo sordo luego de que todos estuvieran a salvo dentro de la casa. Una vez más, la castaña estaba revisando su arma cuando su concentración se vio interrumpida cuando notó a los menores mirando por las ventanas, con sus rostros iluminados por el miedo.
—¡Aléjense de las ventanas! —ordenó con una voz firme logrando que se apartaran rápidamente.
Hopper se volvió hacia Jonathan, intentando ponerle en las manos la segunda escopeta.
—¿Sabes cómo usar esto? —preguntó. Jonathan abrió la boca para responder, pero Nancy lo interrumpió.
—Yo sí. —dijo, con un tono que no dejaba espacio a dudas.
Hopper no pidió más explicaciones. Con un movimiento brusco pero preciso, lanzó la escopeta a Nancy, quien la atrapó con agilidad.
Claire no pudo evitar mirar de reojo a su madre. Harlem había estado en estado de shock durante la mayor parte de lo que estaba ocurriendo, pero ahora su mirada estaba fija en Claire, en cómo se movía, en cómo su pequeña hija se había convertido en alguien capaz de enfrentar aquello que acechaba en la oscuridad.
—Mamá, quédate detrás de nosotros. —le dijo Claire sin girarse completamente, su tono mezclando suavidad y autoridad. Harlem, todavía conmocionada, asintió débilmente. Había una mezcla de orgullo y dolor en sus ojos, preguntándose en qué momento su hija había dejado de ser una niña.
Los tres, Claire, Hopper, Nancy y Steve tomaron posiciones frente a las ventanas y puertas, armas levantadas, los ojos atentos a cualquier movimiento en la oscuridad exterior. Steve se unió a ellos, sus nudillos blancos de la fuerza con la que sujetaba el bate. A sus espaldas, los demás se replegaron, buscando refugio detrás de los mayores.
