El agua fluye

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Eran días muy movidos para los Watanabe, no solo porque era la semana del festival Obon sino porque ellos mismos se llenaban de ocupaciones, pues a ninguno de los dos les causaba emoción pensar en sus familiares difuntos o encenderles incienso durante la temporada.

Para ambos era una época sombría y entre menos tiempo libre tuvieran mas rápido se les terminaría la semana. Bakugo tenía la situación más fácil, pues sus dos trabajos eran de limpieza y solo tendría un poco de inconveniente en su segundo trabajo, donde las personas eran mas sociables; y no resultaba nada raro ya que trabajaba en una pequeña fábrica familiar pero era todo lo contrario para Megumi, ya que su mismo trabajo le exigía estar inmersa en el Obon vendiendo comida.

Sabiendo lo que implicaba, y no solo porque eran días muy ocupados para Megumi, Bakugo se encargó de la comida de la casa, dándose pequeños lujos como comprar taiyaki o alguna otra golosina y durante esa semana ambos iban a comprar los ingredientes para preparar la comida. Era lo único que se le ocurría para aligerar el ambiente ya que notaba que esos días la chica no se encontraba de muchos ánimos e incluso le pareció al ojirojo que Megumi ni se percató que no estaba siendo tan estricto con los alimentos. Ambos no dijeron nada al respecto, solo dejaron pasar la semana y volvieron a su rutina.


Hacía unos pocos días Midoriya había agotado todas las fuentes a su alcance que le pudieran proporcionar información sobre los hermanos Watanabe, nadie sabía a dónde se habían mudado y no tenían ninguna información de contacto. Tampoco es que él pudiera hacer mucho por encontrarlos, pues era un héroe nuevo que, aunque era muy conocido, aún no tenía renombre ni prestigio.

Su desesperación por encontrar al que él creía era Kacchan lo llevó a pensar en pedirle a Todoroki, pese a que estaba manteniendo en secreto que seguía buscando a los Watanabe, una reunión con su padre, el Héroe Endeavor, pues él no se sentía con la suficiente confianza para hacerlo por sí mismo. Esa tarde decidió dejar a un lado sus inseguridades y de ser necesario iría con Hawks o Kamui Woods a pedir ayuda para localizar a Kacchan. Sabía que Shoto al final del día lo apoyaría, pero necesitaba a gente más influyente que el hijo del héroe número dos. De ser necesario le pediría ayuda a All Might, a pesar de no querer hacerlo porque el ex Símbolo de la Paz era la única persona que conocía sus profundas motivaciones para convertirse en héroe.


Después de recuperar la tranquilidad robada por las ultimas festividades, a Megumi se le ocurrió la idea de hacer artesanías para ganar un dinero extra. Bakugo solo le dijo "Haz lo que quieras, pero yo no voy a poner de mi dinero." pero la chica sabía que eso en lenguaje Bakugo significaba que lo podía hacer, así que con una nueva emoción empezó a pensar que hacer para su pequeño proyecto.

Se acercaba el otoño y con la emoción de ver los arboles empezar a cambiar las hojas de color, y ya con suficiente dinero, Megumi fue a comprar abalorios, hilos y otras cosas para hacer sus artesanías. Era una buena época para hacer decoraciones temáticas y con colores vivos.

Caminando entre las calles vio en una tienda una pelea que el héroe Deku junto a otros héroes amateurs habían tenido contra unos ladrones de bancos hacía algunos días.

—No me había acordado de él. —Pensó con un poco de melancolía mientras reanudaba su paso.

Mientras tanto, en otro lugar, Bakugo veía con disgusto el plato de Katsudon frente a él. Su jefe cumplía años ese día y los empleados le celebraban con un pequeño convivio. Era lo que odiaba de ese trabajo, todos se trataban como si fueran amigos muy cercanos. Prefería en ese momento estar trabajando en ese bar de mala muerte, donde solo le hablaban para limpiar los baños llenos de vómito en vez de estar ahí, viéndose obligado a socializar con todos.

—Ya quiero que termine este día de mierda. —Pensó con desgano mientras empezaba a comer el platillo.

Todoroki seguía dándole vueltas al asunto de Midoriya, era extraño que ya no insistiera en el asunto de los Watanabe, quería confiar en él pero ya no sabía que pensar.

Un día se encontró con Kirishima, Kaminari y Sero cuando su conversación se tornó hacia Midoriya. Ahí se enteró que Midoriya había usado al pelirrojo para recaudar información sobre los Watanabe pero era como si se los hubiera tragado la tierra. 

El heterocromático no sabia como sentirse, ¿acaso Izuku era capaz de llegar tan lejos con tal de encontrar a "Kacchan"? ¿Sólo lo veía como un instrumento para encontrar a su amigo de la infancia? ¿En verdad valoraba su amistad?

Molesto por la situación decidió hablar con el peliverde lo mas pronto posible, quería que le aclarara todo. ¿Por qué seguía con el asunto de los Watanabe a sus espaldas?, ¿a quienes más había acudido con engaños para conseguir información de los hermanos? y ¿hasta dónde llegaría con tal de "probar" que Daiichi Watanabe era Bakugo Katsuki?

Intentó por varias semanas hablar con él pero parecía que Midoriya lo evitaba y eso enfadó mas al heterocromático, así que decidió llegar a su agencia de imprevisto y pedirle una reunión con él directamente al jefe de la agencia. Después de unos cuantos favores prometidos finalmente los jóvenes estaban cara a cara.


Midoriya estaba acorralado, solo atinó a encogerse en la silla mientras Todoroki lo reprendía.

...

—¡En verdad no puedo creer que hayas utilizado a Kirishima para tus propósitos, Izuku! ¿Acaso también me estas utilizando a mi a tu beneficio? —Estalló, se sentía traicionado por el que el consideraba su mas grande y preciado amigo.

—No es así Shoto-kun, es que vi que no me querías ayudar con ese asunto y decidí hacerlo por mi cuenta.

—¡Es que lo que pides irracional! ¡No puedes abusar de tu poder de héroe y para molestar a los civiles!

—¡Yo se que él es Kacchan, mi corazón me lo dice! —Se levantó violentamente de la silla, apretando fuertemente sus puños a los costados de su cuerpo.

—Se acabó Midoriya, no puedo apoyarte con eso. Hasta que no dejes de investigar a los Watanabe yo no te ayudaré con el asunto de la familia Bakugo. —Respondió sin saber que más hacer o decir, se sentía impotente ante la situación.

—Entonces... ya no somos amigos. —Sentenció Midoriya como respuesta al ultimatum puesto por Todoroki, se dio la vuelta y salió de la habitación.

Los pensamientos de Todoroki eran un torbellino, por un lado se sentía defraudado por Midoriya pero por otro también quería ayudarlo, no quería afectar la carrera de héroe del peliverde porque él sabía todo lo que eso significaba para el chico. Revelar lo que estaba haciendo Midoriya también significaba traicionar la confianza que depositó en él al contarle su secreto, sabía que lo odiaría si revelara eso y seguramente el pecoso perdería la poca estabilidad mental que le quedaba. Aunque se sentía herido por el actuar de Izuku, también sabía que todo lo que hacia su amigo era movido por esa obsesión que desarrolló por Bakugo, producto de una culpa que nació en su infancia.

Tu me ayudaste a liberarme de mis demonios, ahora es mi turno de hacerlo por ti, Izuku. —Se dijo con determinación Shoto, sin importarle que el pecoso lo desconociera como amigo.

Un rincón en el olvidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora