Dúo ánimas

[BUSCAR] CAPÍTULO 10: "CONOCER"

Caminante, son tus huellas

el camino, y nada más;

caminante, no hay camino:

se hace camino al andar.

Al andar se hace camino,

y al volver la vista atrás

se ve la senda que nunca

se ha de volver a pisar.

Caminante, no hay camino,

sino estelas en la mar.

Antonio Machado

CAPÍTULO 10: "CONOCER"

*DOS MESES DESPUÉS*

No todo tiene que ser malo siempre. Nunca se debe tirar la toalla por muy difíciles y complicadas que se vean las cosas, por muy turbia que sea la situación, por muy larga que esté la meta o por muy empinada que sea la cuesta. Y todo, absolutamente todo lo malo tiene solución.

La verdad, nunca creí que yo, tal vez la persona más pesimista jamás habida, fuera a decir eso.

Estos dos meses han sido un 'renacer' por decirlo de alguna manera; el renacimiento de mi historia.

Todo al principio fue demasiado confuso y extraño. Muchos conceptos que comprender y muchas cosas que asimilar. Lo cierto es que yo no le puse mucho empeño al comienzo pues creía que todo esto era una de las muchas pruebas que me habían puesto mis enemigos, a quienes, por el entrenamiento que estoy recibiendo rutinariamente, derrotaré o intentaré derrotar en poco. Dejé de creer que esto era otro artificio de aquellos a los que pocas veces he observado, masticado, sentido cuando vi por segunda vez aquella mirada que realmente me ha cambiado, no solo una vez, la vida. Tras esa mirada una explicación y una serie de pautas hicieron que me diese cuenta que por primera vez en mucho tiempo podía sentirme apoyada por alguien.

*DOS MESES ANTES*

-Samantha, bienvenida- dice mientras me sonríe la persona que un día apretó el gatillo en mi dirección. Dice la voz que escuché tras el teléfono. Dice el chico ojos color tormenta.

Mi corazón se detiene durante unos instantes solo para que después lata con toda la fuerza posible ¿realmente se escucharán los latidos?

Unas ganas de levantarme y tirarme encima de él para arrancarle el pelo y quitarle la vida del modo más lento y doloroso posible, recorren mis venas. En vez de eso tomo aire y trago saliva. Lo miro, lo observo, lo siento. ¿Qué hará él aquí?

-Creo que me debes una explicación- digo de la forma más seria y seca posible, tengo que demostrarle que no le tengo ningún tipo de miedo.

-¿Qué tipo de explicación quieres?- pregunta mientras se levanta de la silla que está situada al lado de la cama donde reposo.

-¿Que qué tipo de explicación quiero?- digo sorprendida- No sé, ¿tal vez una que tenga como punto principal ese disparo que me amargó la vida? ¿Quién eres? O mejor dicho ¿Quién te crees que eres? ¿Te crees que por sacarme de aquella tortura te voy a perdonar? ¿Te crees bueno o...

-Mira niña- dice acercándose a mí casi cortando todo tipo de distancia que nos separaba hasta hacía unas milésimas de segundo- si te he sacado de ese lugar no es por ti, es por ellos.

-¿Por quienes?- su contestación me ha descuadrado.

-Los que te han hecho todo esto, yo era un movimiento más de su partida.