CAPÍTULO Nº15: "SÉNARF"

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Say goodbye to the life that you knew

Say hello to the war you've been dreaming

Say goodbye it's all waiting for you

Keep in mind when you go where you're aiming

At the place where you feel most alive

Be the match that can create the light. -Of Verona "Better with you"

-Y, oye, Asahi ¿Sénarf quién es? - le pregunto mientras comienzo a recoger la libreta en la que he apuntado todo lo de la clase de hoy.

-Sénarf es, según nuestra información, la persona con más poder hasta ahora conocida en cuanto a Caminantes se refiere.

-Pero él, cuando estaba hablando conmigo, me dijo "ahora tendrás que hacer todo lo que te mandemos esos Caminantes de pacotilla y yo", o algo parecido. El caso es que no se metió dentro del grupo de Caminantes.

-Sí, a ver, él no pertenece a la secta, o sea, no es un Caminante, pero sí actúa como tal. Bueno, en realidad, actuó, ya no. Ahora sabe vivir sin necesidad de sustancia. No sabemos cómo.

-Interesante. - Comento mientras me levanto de la silla y camino hacia la puerta.

-Hoy, me ha dicho Jack, que a las seis en la sala de entrenamiento ¿Vale? - dice Asahi antes de salir por la puerta.

-De acuerdo.

Cada vez, la mirada de Asahi está más apagada. Se ve tranquilo, pero yo sé que en realidad está nervioso ¿quién no lo estaría sabiendo que cada vez queda menos para que los hilos de su vida se rompan y lo dejen caer sobre la misma muerte? Aún así él continúa paciente, e igual de correcto que cuando lo conocí hace ya casi un mes.

Me dirijo a la cocina y veo qué hay hoy de comer. La mesa ya está puesta y Dunya está sirviendo los platos. Tiago está a su lado molestándola y haciéndole gracias. E inevitablemente siento celos; harían buena pareja, supongo.

-¿Interrumpo algo? - digo para que sepan que estoy aquí.

-No, para nada.- Dice entre risitas Dunya que se acerca a la mesa con un par de platos en las manos.

- ¿Ayudo en algo?-  digo algo menos molesta (si se le puede llamar así a cómo estaba antes).

-En realidad, sí. Ven que tienes que probar cómo nos ha quedado este plato inventado a Tiago y a mí. Es una mezcla extraña entre ambos países.

-Voy. - Y me acerco a la cacerola donde está la comida, que tiene una pinta exquisita. Tiago coge una cuchara, la carga de comida y la acerca a mi boca.

- ¿Y bien?  Dime que no pica mucho. - Me pregunta Dunya con cara expectante.

-Perfecto, está...¡está delicioso!- y no miento. Está rico. Miro a Tiago que se encuentra a mi lado con una sonrisa de oreja a oreja. Aún se ve bastante magullado. Tiene partes de la cara de un tono más oscuro que el que normalmente es el suyo y sigue llevando la muñeca vendada. - ¿Estás...estás mejor? - le pregunto mientras lo miro de una forma tierna.

-Por favor, no me mires como si fuera un cachorro abandonado. Solo me dieron una pequeña paliza. Nada que no podría haber aguantado.

- ¿Seguro? - le digo con un tono dubitativo de voz.

- Sí. - Me sonríe y se aleja, para sentarse en su asiento.

Siento que nuestra relación está más fría. Recuerdo que lo último que me dijo antes de que el accidente pasara no fue otra cosa que un "soy feliz por estar aquí, contigo". ¿Por qué ahora hace como si intentase evitarme? Samantha, relájate, son imaginaciones tuyas. A parte, no es el momento más adecuado para preocuparte por temas tan estúpidos como que un chico te mire de una manera más fría que hace tres días.

Dúo ánimas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora