CAPÍTULO Nº14: "¿DÓNDE?"

33 3 2
                                    

Me despierto en un sitio oscuro. No soy capaz ni de ver la punta de mi nariz ¿Dónde puedo estar? ¿Qué ha pasado?

Me duele todo el cuerpo y noto dolorosas punzadas en el pecho cada vez que inhalo aire. Tengo la piel de gallina porque pese a estar bajo una manta suficientemente abrigada, tengo frio.

La idea de estar sola y no ver nada me da bastante miedo, por no hablar del silencio tan abrumador que me envuelve.

Tengo que salir corriendo de aquí cuanto antes, este lugar que no sé dónde pueda estar ubicado me da muy mala espina.

Apenas recuerdo lo que pasó antes de despertarme aquí. Solo sé que iba en el coche con todos y que empecé a marearme, es más, todos nos comenzamos a marear ¿Por qué?

Tengo que recordar con más profundidad qué pudo haber causado eso en todos nosotros, así, tan de repente.

Mientras sigo pensando en ello, me levanto con dificultad de la pequeña cama en la que he estado no sé cuánto tiempo. Palpo con mis manos unas zapatillas que tengo al lado y me las pongo en los pies. Aún con ellas soy capaz de sentir bajo mí el frío suelo. Camino lentamente con las manos por delante y con las rodillas un poco flexionadas hasta que doy con una pared. La toco e intento buscar o un interruptor de luz o una ventana o una puerta que pueda abrir.

Cuando llevo unos minutos intentando dar con algo sin resultados una sensación de claustrofobia comienza a arroparme. Mi corazón late con más fuerza y mi respiración empieza a ser entrecortada. Y sin quererlo, rompo a llorar a pleno pulmón -como diría mi padre.

No entiendo por qué tiene que haberme pasado todo esto a mí. Era totalmente feliz antes de saber de mi doble alma que a saber dónde esté ahora.

Me siento en el suelo y me agarro de las piernas para reducirme a lo que creo ser en este momento: una mota más de polvo en esta inmensa estantería que es el mundo.

No sé cuánto tiempo llevo llorando en el suelo cuando me quedo dormida.

-¡SAM! - me grita alguien en el oído. La cuestión es quién porque no veo a absolutamente nadie.

-¡SAM! - otra vez.

Comienzo a correr hacia ningún lado con intención de no seguir oyendo esa voz que cada vez escucho más fuerte.

-¡SAM!

-¿Qué? ¿Qué quieres de mí?- digo sin parar de correr.

-¿De verdad me lo preguntas?- la voz parece ser de un hombre. - Te quiero a ti.

Me despierto gritando 'no'. Y entonces sé que es inútil no hacerme notar. Me levanto, ando hacia donde sé que está la pared y la golpeo con toda mi fuerza mientras nacen de mí los gritos más desgarradores que jamás he conseguido crear.

-¡ABRIDME! ¡SÉ QUE HAY ALGUIEN AHÍ! ¡ABRID YA! ¡SUCIOS MONSTRUOS! ¡ESO ES LO QUE SOIS!- hago una pausa para darle aún más fuerza e importancia a la siguiente frase. - ¿PUES SABÉIS QUÉ? ¡NO ME VOY A RENDIR! ¡NO LO VAIS A CONSEGUIR! - y exhausta y sin voz, ando a tientas hasta la cama.

Mientras masajeo mis manos, las cuales están bastante doloridas por haber dado puñetazos a la pared sin ninguna razón aparente, escucho unos pasos en la oscuridad y otra vez comienzo a temblar, en este momento no por estar sola sino por todo lo contrario.

-¿Quién anda ahí? ¿Quién eres?- pregunto. Como respuesta obtengo una risa apagada.

-Tu peor pesadilla, eso es lo que soy. - la misma voz que la de mi sueño entra por mis oídos.

Dúo ánimas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora