Dúo ánimas

CAPÍTULO 4°: "DESPERTAR"

Mi cabeza va a estallar de un momento a otro ¿cómo es posible? Mi abuela estaba muerta, estoy segura de haber ido a su funeral.

-Dime querida- dice con un tono normal, dulce, adecuado...algo extraño para lo que pegaría en estos instantes que no es otra cosa que el éxtasis y la euforia. ¡Por favor que lleva muerta dos años y encima me han secuestrado! Esto debe ser otro sueño que se está tornando a pesadilla.

A ver, repasemos lo sucedido en estos siete últimos meses: me pegaron un tiro en el hombro del cual no quedó señal alguna y me tomaron por loca, pasó el verano, comenzaron las clases...y empezó lo raro; me mandaron una nota anónima, me robaron la mochila (que a saber dónde se encuentre ahora), el ladrón me condujo hacia una fábrica parece ser que abandonada, volvieron a escribir la misma frase en el suelo y a continuación todo es borroso. No sé cuánto tiempo ha pasado desde entonces, tal vez unas horas, tal vez algún día o tal vez meses u años.

-Abuela...¿dónde estoy?- pregunto esperándome una respuesta atípica, incoherente y extraña.

-Cariño, ¿es que ya no te acuerdas de mi casa del campo? ¡Si venías todos los veranos cuando eras pequeña!- ahora sí que esto no me cuadra nada. Me incorporo con cuidado de la pequeña cama y me fijo en las paredes pintadas de verde mohoso que forman el cuarto donde, sí es verdad, dormía todas las noches de verano cuando era no más que un moco con patas. Todo es exactamente igual a como lo era hace años. La muñeca de porcelana que tanto miedo me causaba sigue en el mismo rincón, la alfombra color carmesí al lado de la puerta, hasta el desgastado dibujo que hizo mi madre sepa Dios cuándo sigue pegado en la pared justo en frente de mi cama.

Esto no puede estar pasando, hace un momento, antes de que me desmayara estaba yendo por un pasillo frio y extenso detrás de un hombre corpulento, y ahora...ahora estoy aquí, con mi abuela, en la casita del campo. No me cuadra nada. Ojalá y sea cierto, y esto no sea un sueño y lo demás sí.

Me quedo mirando a la nada durante unos instantes deseando que sea cierto, que en verdad estos últimos meses solo hayan sido parte de una mala pesadilla. Cada vez que pienso en las burlas, en los días, en las risas, en todo...en ese hombre, en esa bala...mi piel se pone de gallina y un escalofrío recorre mi cuerpo de pies a cabeza. De repente noto mi mejilla húmeda y me doy cuenta de que estoy llorando, lo que no sé bien es si de alegría, de tristeza o incluso de miedo. Cubro mi cara con las manos frías temblorosas que tengo en estos instantes.

Mi abuela me abraza y me da un beso en la frente. Qué bien huele...huele a ese mar de perfume de mi sueño.

-Sammi, querida, ¿por qué lloras?- me dice y a continuación me susurra al oído- No hay razones- sí tú supieras, abuela...-Ahora descansa, que ha sido un viaje muy largo.

-¿Un viaje?¿Largo?¿De dónde?- le digo de seguido.

-De tu casa- hace una pausa- Cariño, ¿te encuentras bien? Parece que te hubieras olvidado de todo- me mira preocupada.

-No sé abuela, tal vez esté cansada y solo eso, pero tengo la sensación de haber vivido en otro mundo estos meses, y en ese mundo no era precisamente feliz.- le digo y otra vez las lágrimas piden salir.

-Uy querida, eso tiene que haber sido una pesadilla. Venga, ahora duérmete y descansa.- dice andando hacia la puerta y a continuación la cierra con extremo sigilo.

Cierro los ojos y no sé en qué momento, me quedo profundamente dormida.

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-Pero Caminante Nº0, ella no debe saber nada ¿Lo recuerda?- dice un hombre alto al otro lado de la mesa.

-Lo sé Caminante Nº3, pero ella es...

-No siga, por favor se lo pido, pero las órdenes son las órdenes, y hay que cumplirlas.

-Maldigo el día que las inventé- se levanta de su puesto asignado y cierra la carpeta en la que hay dibujado un pequeño círculo con una flecha dentro.- Y ahora, si me deja, me voy a hacer la cena; vuelva su puesto Nº3.

-A sus órdenes- se incorpora y con paso firme abandona la sala.

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Me encuentro en un parque lleno de vegetación abundante y descuidada. Me balanceo en un columpio ya oxidado mirando al horizonte. Solo el leve sonido del aire se escucha. Me siento tranquila, relajada, descansada, incluso levemente segura de mí misma. Me siento, por primera vez en mucho tiempo, yo.

De repente siento un pequeño golpe en el hombro, me giro y mi corazón empieza a bombear a más velocidad la sangre por mi cuerpo. Es ella, o sea yo. De nuevo delante de mí, mi reflejo, mi gemela, mi igual.

-Hola- dice velozmente.

-Hola.- dudo un momento. Creí que esto era parte de la pesadilla que había tenido...Pero no o tal vez...ojalá y que no.

-Tengo que decirte algo- me dice y pone una sonrisa de medio lado que ya tengo muy vista porque es la misma que pongo yo a veces.

-No me voy a mover de aquí. Pero apúrate porque me puedo despertar en cualquier momento.

-Samanta- hace una pausa y de repente se metamorfosea rápidamente a algo feo y espantoso y dice con voz grave- NO QUIERAS SABER QUIÉN ERES, TE RECUERDO QUE NO TE VA A GUSTAR.

Mi grito se oye en toda la alcoba. Me he agarrado fuertemente al colchón y la boca me sabe a sangre. Un sudor frío recorre mi cuerpo y tengo espasmos uno tras de otro.

Mi abuela entra corriendo en la alcoba con un vaso de agua en la mano que deja sobre la mesilla y a continuación me abraza.

-Sammy, Sammy, solo era una pesadilla.

-Abuela- digo aún con el susto en la garganta- mi vida es una pesadilla.

Ahora mismo todo lo que había cambiado hace unas horas ha vuelto a dar 180º la vuelta y sigue igual a como me lo encontré. Definitivamente alguien la tiene tomada conmigo. ¿Sigue siendo una pesadilla? ¿Es la realidad? ¿Esa maldita frase qué significa? ¿Por qué yo? Y la gran cuestión ¿por qué quiero seguir viva cuando mi vida ya no tiene ningún sentido?

Me quedo abrazada a mi abuela, que ahora mismo es lo único que me mantiene segura. Espero que ella no forme parte de la pesadilla.

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1: He tardado mucho tiempo en subir el capitulo. Lo siento

2: Este capítulo es cortito, pero espero, que intenso.

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Este capítulo va dedicado para mi amiga Inés, la cual es uno de los motivos por los que subo el capítulo ahora y no en una semana cuando nos den las vacaciones. Gracias Inés, por apoyarme con esta historia. Te quiero.