CAPÍTULO 8º: "OTROS"

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-¡Una imprudencia! ¿Me has escuchado?- nuevamente grita, y esta vez se levanta. Tiene los puños cerrados y el ceño fruncido. Su voz retumba por toda la sala. El receptor del mensaje se encuentra al otro lado de una mesa amplia, rectangular, de madera oscura. Su aspecto de indiferencia a lo que está escuchando cambia cuando las puertas que se encuentran detrás de él se abren.

-¿Qué ha ocurrido?- es una mujer quien habla. Se acerca a la mesa y se sienta en uno de los asientos que quedan libres.

-¡Ha perdido la cabeza totalmente!- vuelve a gritar.

-John, por favor, relájate y explica- dice una nueva voz a la derecha de John.

- Primero voy a esperar a quienes faltan- y vuelve a sentarse en su sitio.

La sala está llena de una tensión masticable. Todos miran al mismo, y éste, con aire de que le importe poco todo, mira a la nada, esperando algo.

Alguien más entra en la habitación y a continuación todos se levantan. Se ve mucho más demacrada que la última vez que hizo su aparición. Apenas se sostiene en pie con ayuda de una garrota, y las arrugas en su piel han aumentado considerablemente.

-Caminante nº 0- dice John con cara claramente de horror- ¿No le queda más?- pregunta. Ella se acerca a la mesa y se sienta en el sillón situado en uno de los extremos. Cuando lo hace, parece desplomarse en él. Su cara expresa cansancio y dolor.

-Tenemos una clara insuficiencia de sustancia, caminantes- dice con un hilo de voz apenas inaudible.- Necesitamos, cuanto antes, acabar con quien tenemos entre manos y ponernos con la siguiente.

-Clarissa, ese es nuestro problema- habla el Caminante nº 3.

-Explícate John.

-Os he llamado hoy aquí por una simple razón. Hemos estado guardando bajo este techo, bajo el techo de nuestro hogar a un impostor, alguien que parece no querer seguir obteniendo su ración de sustancia- dice muy serio. Rodea la mesa tras los convocados y se acerca al más joven, lo agarra del hombro y se acerca a su oído. – éste que ven aquí, el Caminante Nº 19, ha hecho que nuestro proyecto haya sido desmantelado, no por una equivocación, que en ese caso el castigo sería más moderado, sino por un capricho de cuerpo joven.- se desprende del hombro del Nº 19 con asco y de una forma brusca para volver a su puesto. Los demás lo miran con una cara de asombro y de desprecio a la vez.

- ¿De qué se trata?- pregunta alguien que aún no había hablado. Clarissa se levanta, de su asiento como puede para que todos ahora le presten atención.

- Jack ha cometido una infracción- afirma. Un revuelo en la sala se forma, mientras Jack, el Caminante nº19, se mantiene firme en su asiento.

"Deberían matarlo", "tendríamos que desterrarlo" gritan los presentes.

-¡Silencio!- grita John- El Caminante          Nº 0 tomará la decisión correcta- y deja proseguir a Clarissa, que nuevamente está sentada en su asiento.

- Jack ¿qué hiciste exactamente?- pregunta lo más amable posible. El interrogado alza la vista y se queda observando a los demás, que con cara de enfados, lo fulminan con la mirada.

- Mandé a un Mensajero de Almas con una nota- dice con voz monótona.

-¿Eso es todo?

- No- responde, pero no prosigue la respuesta.

- ¡Creó un vínculo!- grita John.

-Jack, por favor, te invitamos amablemente a que abandones unos minutos esta sala, ahora serás llamado para que sepas cuál es tu castigo.

Dúo ánimas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora