The Sea Jesters Are Real Science! [SPANISH] [Sundrop x Lectora x Moondrop]

En la cadena alimenticia

Los pasillos grises de la institución poseían una calma inquietante que realmente no ofrecía tranquilidad durante el pequeño viaje hacia la sala de reunión con los integrantes de la mesa directiva, la cual, según había informado Agnus, se encontraba en uno de los niveles más profundos del recinto. Un lugar hundido, apartado, donde debían seguir estrictas medidas de seguridad para acceder a ello. Muchas veces Agnus, Frederick y tú tuvisteis que seguir los protocolos de seguridad pertinentes para acceder a cada planta. Había un silencio incómodo mientras los tres os dirigíais hacia la reunión, siendo iluminados por las luces del ascensor que en ese momento te resultaban extremadamente brillantes, el mismo que sentías como bajaba cada vez a más profundidad... ¿Cuántos niveles había en ese lugar? ¿Qué tan grande era realmente? No había siquiera un botón el cual te diera alguna pista sobre eso, únicamente se podía ver el número del piso pasado a través de una pantalla digital.

"Doctor Agnus, debo insistir", susurró Frederick, quien empujaba la silla de ruedas donde debías estar sentada, pues no había posibilidad de moverte ante el estado aún débil de tu cuerpo. "La Doctora Y/N debería de estar descansando. No está en facultades óptimas para una reunión, mucho menos para dar un testimonio de lo ocurrido."

Efectivamente, cada vez que movías la cabeza para seguir cualquier procedimiento de seguridad, la parte superior del cuerpo casi caía en picado al suelo debido al repentino mareo sufrido, producto de la gran cantidad de morfina y otros medicamentos ingeridos. Estabas en un estado lamentable.

"Así son las cosas. Aunque lo quiera, no tengo autoridad para posponer esto." Respondió el mencionado, sin ser capaz siquiera de mirarte. "Intentaré terminar la reunión lo más pronto posible. Por el momento, es lo único que puedo hacer."

Honestamente, no eras capaz de afirmar ni contradecir lo que Frederick decía. A veces un mareo bastante fuerte provocaba cerrar los ojos unos segundos. El brazo lastimado e inmóvil por el cabestrillo dolía bastante, y la espalda, debido al peso ejercido, sufría pinchazos constantes. Estabas incómoda, adolorida, consumida por la ansiedad que provocaba todo aquello. En tu cabeza, todo iba a demasiada velocidad, luchando contra toda droga tomada para poder descansar. Pues había una reunión sumamente importante la cual podía decidir tu futuro en la empresa, o incluso, tu futuro en general. Se trataba de una reunión sobre Dave, su muerte, todo lo sucedido. Un paso en falso y tal vez podrían enviarte a la cárcel... Eso provocaba un gran temor. Saber que tu vida estaba a punto de cambiar de un modo u otro y que no podías controlarlo no era agradable, mucho menos porque no estabas preparada. Pero no eras capaz de procesar aquello apropiadamente... Y era demasiado obvio.

El médico, sin embargo, no podía contradecir las órdenes de los altos mandos. Si ellos insistían en tener cuanto antes esta reunión, así debía ser.

Al estar tan ansiosa y tener la mente divagando en todo lo que podía salir mal, ni siquiera podías distinguir claramente el paso del tiempo, así que te pareció un simple parpadeo cuando ya estabais los tres acercándose a unas puertas enormes, custodiadas por dos guardas de seguridad... Y Mike, quien nada más veros procedió a alcanzaros dando grandes zancadas. Su rostro ya no emitía aquella jovialidad que lo caracterizaba. Estaba serio, tenso, apretaba la boca en una fina línea. Sus ojos, apenas visibles por el cabello y la gorra, se mantuvieron fijos en ti, vistos claramente desde tu posición baja, pero para los demás era difícil apreciarlos.

"Hey, Doc." Saludó él, sin siquiera sonreír, dedicando una larga y analítica mirada. Brevemente te pareció notar la lástima en esos ojos. "Te veo bien." Mintió. Ambos sabíais que era mentira.

Física y anímicamente, todo se sentía mal. Tal vez ibas a ser expulsada, o te denunciarían y acabarías en la cárcel, arruinando tu vida; quizás los sirenos acabarían en manos desconocidas, tan malas que volverían a poner en peligro su salud, sin tú poder hacer nada al respecto...