No sabías cuanto tiempo había pasado desde que colapsaste de espaldas apoyándote en el tanque de los sirenos, pero definitivamente había sido el suficiente como para percibir la humedad del frío en tu bata de laboratorio, causando un leve escalofrío, pero no te importó. Aún abrazabas tus piernas hasta que estuvieron pegadas a tu pesado y adolorido pecho. Solo sabías que la sensación de encierro mantenía tu cuerpo paralizado, y tu mente se había ido a un lugar demasiado lejano, demasiado oscuro, como para siquiera molestarse en pesar que tal vez deberías tener ese momento de quiebre en un lugar más privado. Por eso, no debió sorprenderte demasiado cuando una voz femenina se hizo escuchar. Pero aun así lo hizo.
"¿Qué haces aquí? ¿Te has lesionado?" Interrogó Vanessa, de pie justo al frente de ti. Imperturbable ante tu mirada sorprendida o el pequeño brinco dado por tu cuerpo, intentando alejarse por instinto de la presencia que no percibiste ingresar al laboratorio, o siquiera sus pasos en la pasarela.
"Yo..." Tu voz quebrada intentó salir sin mucho éxito en el primer intento, te forzaste a toser una vez para aclarar tu garganta. Vanessa esperaba paciente una respuesta, mientras sus ojos vagaban por el laboratorio y finalmente hacia el tanque a tu espalda "No me he lesionado... Solo necesitaba un momento. Estoy bien." Mitad verdad, mitad mentira.
"Te ves terrible." Sentenció la mujer rubia sin siquiera molestarse en fingir que evaluaba tu respuesta. Debías de verte tan mal como te sentías.
Tragaste saliva, pero no hubo respuesta alguna, cualquier respuesta profesional atascada en tu garganta. Tampoco había valor de verla a la cara después de haber sido descubierta en esas condiciones. Pronto el silencio tenso reinó la sala, provocando que te sintieras aún más incómoda. El hecho de que, entre todo tu equipo, fuese ella quien te encontrara en uno de tus peores momentos, no aliviaba en lo más mínimo. Estar con Vanessa, una mujer tan seria y estoica era difícil. Seguramente te estaría juzgando por tu patético estado justo en ese momento, como lo había hecho desde que inició el proyecto.
"¿Cómo están Dr0p-1 y Dr0p-2?" Preguntó la rubia de repente, sus manos ahora dentro de los bolsillos de su propia bata blanca. Tú la miraste, parpadeando un par de veces, y luego a los sirenos.
Sun os observaba, atentamente, aunque sentías esos ojos blancos especialmente fijados en ti. Su boca en una línea apenas abierta lo suficiente para mostrar su filosa dentadura. Sus manos palmeadas pegadas al cristal como si eso de alguna forma le permitiera ver aún mejor la escena frente a su tanque. Las aletas alrededor de su cabeza, antes quietas, comenzaron a moverse cuando hiciste contacto visual con él, y aquella línea seria de su boca dejó escapar unos burbujas cuando se convirtió en una sonrisa. Moon mantenía sus brazos colgando a cada lado de su cuerpo, su usual postura desganada y aburrida, pero igual que con su hermano, podías sentir aquellos ojos mirándote con más intensidad que en otras ocasiones, no sentiste enojo o agresión en sus rasgos, solo la fría concentración que te dedicaba mientras aquella única aleta sobre su cabeza se movía perezosamente.
Fue difícil romper el contacto visual, con cualquiera de los dos. Pero lo hiciste para poder responder la pregunta de la otra científica.
"Bien... Ellos están bien, la musicoterapia funciona, les agrada y los relaja... También están más receptivos. Creo que lo suficiente para que pronto podamos comenzar con las primeras lecciones de lenguaje de signos. O eso quiero creer." Informaste, intentando recuperar tu postura profesional.
"Desarrollo lingüístico y comunicativo". Ese era el título de otra de las carpetas en tu escritorio. Un estudio enfocado en la investigación del desarrollo de los sirenos en cuanto a interacciones, aún sin haber podido comprobarlo, pues para ello necesitabas que estos bajasen su guardia lo suficiente hasta sentir ánimos de interactuar por propia voluntad con cualquier humano.
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The Sea Jesters Are Real Science! [SPANISH] [Sundrop x Lectora x Moondrop]
FanficMiras fijamente el cristal. Al principio no ves nada, sólo un paisaje azul verdoso, tranquilo y ordinario. No hay nada especial ahí... O eso crees. A medida que pasan los segundos, dos figuras se hacen cada vez más visibles, pasando poco a poco de s...