Quien encuentra un amigo encuentra un tesoro

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Sentiste que la hora de regresar llegó muy pronto para ti, quien prefería estar un poco más de tiempo afuera, en el amplio y brillante exterior. Pero ya habías recogido las cosas que necesitabas, cambiado de ropas por unas que no olían a algas, y Vanessa había realizado sus recados cuando dejaron tu casa; para bien o para mal, nada más os podía seguir reteniendo en la ciudad. Y, lo más molesto de todo, era que tocaba descansar. Odiabas descansar cuando lo considerabas innecesario, sentías que era perder el valioso tiempo que podrías aprovechar para seguir con tu larga lista de tareas. Incluso si solo era estar trabajando adelantando documentos, revisando la solicitud de reparación de la pasarela o cualquier otra cosa que no requiera demasiado esfuerzo.

Lo que no había aclarado Frederick, era que si podías o no visitar a los sirenos durante tus horas de descanso. Siempre y cuando no fuese trabajo, debería estar permitido, ¿cierto?

En tu cabeza, eso tenía todo el sentido del mundo.

Así pues, tras haber tomado un té con Frederick luego de tu regreso, anunciaste que ibas a preparar una habitación privada para descansar el resto del día, ya que aparte de un poco de mareo y dolor de cabeza, no parecías sufrir otras consecuencias por el fuerte golpe mientras estuvieses medicada. Por comodidad y seguridad, ya te habías duchado en tu propia casa, lo cual evitaría cualquier incomodidad en la institución.

Era el momento perfecto para revisar a Sun y Moon.

Si eras honesta contigo misma, empezabas a sentir ansiedad. Pero a diferencia de las últimas semanas, esta vez se debía a que no habías visto a los sirenos durante las últimas horas. Fácilmente podrías revisarlos a través de las cámaras, sin embargo, teniendo la posibilidad de verlos en persona, ¿para qué contenerse? La verdad era que querías verlos por varias razones, entre ellas confirmar con tus propios ojos cómo estaban, asegurarle a Sun que estabas bien, que no volverías a irte, y, sobre todo, querías... Tener una correcta conversación con ellos. Sentías que después de aquella experiencia tan única y las conversaciones que habías tenido con varias personas desde que despertaste, aún faltaba una charla, la más importante, una que solo podías tener con Sun y Moon.

Decidiste que era el momento de un salto de fé (No en el sentido literal) con el fin de traer paz al laboratorio. ¿Tal vez eso no solo ayudaría a la convivencia, sino también a la investigación?

Con pasos decididos, aunque algo nerviosos, fuiste directa al pabellón. Al parecer, el protocolo de seguridad no fue activado recientemente, si no, las puertas tendrían mayor seguridad a la hora de ser abiertas. El equipo había dicho la verdad, no habían activado esa alerta, lo cual era bastante tranquilizador. Significaba que ninguno de los sirenos había sido paralizado ni nadie fuera del pabellón informado, no todavía al menos. Eso probablemente explicaba porqué Agnus no había corrido a verte todavía; lo que honestamente era un alivio. Aún no te sentías con la energía necesaria para dar explicaciones.

Sin embargo, cuando la primera solicitud para abrir la puerta fue completada, esta se abrió de repente, revelando a Mike tras ella, quien aparentemente iba de salida. Al verte sonrió suavemente, ofreciendo una cálida bienvenida.

"Hey Doc, es bueno ver que ya estás de pie. ¿Estás bien? Fue un golpe bastante duro"

Respiraste hondo por la nariz. Recordando que aquella pregunta iba dirigida a tu estado físico y no al mental. Aunque igual esperabas que pronto dejaran de hacerla.

"Sí. No te preocupes. Solo fueron necesarios unos pocos puntos de sutura para dejarme como nueva" Respondiste señalando el parche que cubría la herida "Gracias por tu preocupación, y por llevarme a la enfermería, Y... Por no activar el protocolo de seguridad contra Sun y Moon." Agradeciste con una sonrisa nerviosa, aún insegura de que lo último fuese apreciado por alguien además de ti y los sirenos. Después de todo Mike era responsable de la seguridad de todos en ese laboratorio, tanto como sentías que tú también lo eras.

The Sea Jesters Are Real Science! [SPANISH] [Sundrop x Lectora x Moondrop]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora