Algo diferente...

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SUN POV

Mantener la consciencia era tan difícil en esos momentos. Podía sentir el cansancio en cada parte de su ser, cada músculo y aleta negándose a moverse como él quería. Los daños causados por sus captores duraban más tiempo en recuperarse, tardando cada vez más en volver a sentirse dueño de su cuerpo... Eso no era natural, no, no. Él solía tener una excelente capacidad de recuperación de casi cualquier lesión, gracias a su buena condición física. Algo que lo hacía sentir MUCHO orgullo antaño, pero ahora, veía su mal estado, sus colores apagados, tanto los de él como los de su hermano, y le hacía sentir mal, triste, enfermo... ¡Y no debía! Si flaqueaba, si mostraba debilidad, un mínimo de atisbo de tristeza o desesperanza, alguna pequeña señal de querer darse por vencido, su hermano lo notaría. Y eso era malo, muy malo. Su hermano lo necesitaba, tanto física como emocionalmente. Ambos lo hacían. Por eso, tenía que ser fuerte por los dos, a toda costa. Sí, sí...

Había vuelto aquel lugar excesivamente blanco e iluminado, el mismo que siempre olía tan fuerte, aturdiendo su sensible olfato hasta el punto de provocar una excesiva humedad en sus ojos. No le gustaba ese lugar. Y sentía el odio de su hermano también, a su lado gruñendo. Eso debía ser bueno, tal vez, tal vez... Al menos estaban juntos, se sentían cerca. Se sentía tranquilo, pero solo por unos instantes. Porque ya daba por hecho que sería doloroso, como siempre ocurría en ese gran y cerrado espacio. Eso también implicaba escuchar a su hermano sufrir, lo que era todavía peor. Si pudiera hacer algo, si pudiese usar su voz, o su fuerza correctamente... Pero estaba muy aturdido. Aquel "veneno" que fue forzado a respirar en su agua aún lo mantenía letárgico, además sentía el desagradable sabor metálico de aquel artilugio en su boca para evitar que mordiera (Saber que podría romperlo si tuviera sus fuerzas de regreso era una de las cosas que más lo frustraban), las ataduras en sus brazos; así como las excesivas luces en su visión que provocaban dolores de cabeza, todo se veía borroso mientras intentaba mirar a todos lados, comprender qué le iban a hacer esta vez. Él había amado tanto las luces brillantes alguna vez, pero ahora solo quería refugiarse en la oscuridad.

Renunciaría por completo a las bellas luces y nunca volvería a buscarlas si eso significaba regresar a la fría pero segura oscuridad de su hogar.

Una figura se interpuso entre la nitidez de las luces brillantes y él, como si hubiese escuchado sus plegarias. Pero no era buena suerte, porque se trataba de un ser terrestre, de esos que usaban una extraña cubierta blanca y cristal en su rostro. ¡Lo sabía! ¡Ya venía el dolor, no, no...! Apretó los ojos, preparándose para lo peor, y, sin embargo, no sintió ningún dolor agudo en el cuerpo. Ningún movimiento forzoso. No había punzadas, ni cortes, ni descargas... Era una sensación aliviada. Se sentía bien, bien, incluso mejor. Decidió abrir un poco su ojo para mirar al causante de esas sensaciones, era un nonfish, aquel que le mostraba sus dientes constantemente y no sabía por qué, ¿amenaza? ¿Hambre? ¿Hostilidad? No sabía, era difícil adivinar. Pero pudo ver, de forma borrosa al estar aún desorientado, cómo la misma extraña criatura le aplicaba un líquido en el brazo. Picaba un poco, como cuando utilizaba tinta de calamar para curar las heridas de sus niños.

".... Sea creatures.... Moist...." Dijo el ser. Intentó comprender qué decían, pero las voces llegaban distorsionadas, aún estaba demasiado aturdido.

Él había tratado de aprender a entender lo que ellos decían y creía estar teniendo éxito, a diferencia de su hermano, esa era otra cualidad la cual le hacía sentir orgulloso. Así podía intentar prepararlos a ambos para lo que les iban a hacer. Pero todo esto era nuevo, nadie hasta ese momento había tomado su brazo con tanta delicadeza, sin provocar daño o malestar.

Fue entonces cuando sintió a su hermano reaccionar. Vagamente, poco, apenas. Seguía siendo difícil en su condición actual. Pero al menos podía sentir que ya no temblaba, que no sufría, que estaba mejor... Las emociones que notaba en su voz eran pacíficas, seguramente porque estaba muy cansado. Pobre, pobre, pobre de su hermano... Debería descansar. Siempre estando atento, siempre en guardia, siempre queriendo causar daño antes de que otro se lo causara a ellos. No le molestaba eso de él, honestamente, los seres sin escamas no habían sido para nada buenos con ninguno de los dos. Pero notarlo tan calmado preocupaba un poco y, al mismo tiempo, aliviaba. Ahora su hermano podía descansar, porque no lo hacía ni por el día, su usual horario de sueño, ni por la noche. Siempre activo, y sabía que eso no era bueno. Tan terco que ignoraba sus sugerencias para dormir cuando él estaba despierto, pero no hacía caso, no, no... El Vigilante siempre había sido así, desde que eran pequeños, y la condición biológica con la que nació el Cuidador no ayudaba mucho a vivir pacíficamente en aguas profundas y oscuras. A veces se sentía culpable por eso, pero eso demostraba que su hermano lo quería, pues nunca lo abandonó y eso era aliviador... Tenía al mejor hermano de todo el océano, sí, sí...

The Sea Jesters Are Real Science! [SPANISH] [Sundrop x Lectora x Moondrop]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora