Parte 11 Sometida a pruebas 2
En un mensaje al celular me dijo que llegaría un poco tarde, pero que si antes llegaba alguno de sus amigos, debía recibirlo y atenderlo. Cuando recibí el mensaje faltaban unos minutos para las ocho. Después de las 8:15 sonó el timbre. No sabía si Omar se había quedado sin sus llaves al dármelas a mí, por eso esperaba que fuera él y no tener que dar explicaciones a desconocidos de quién era yo y por qué estaba vestida de esa manera. Pero no; al abrir la puerta me encontré con un chico que se me hizo conocido.
—Hola, ¿eres Silvia, verdad?
—Hola, mmm, sí. Pasa... ¿Nos hemos visto antes?
—Sí, claro, soy Enrique, de la facultad. Te he visto algunas veces con Omar y Ariel.
Ya adentro los dos, cerré la puerta sin saber bien qué hacer. Lo invité a sentarse en la sala, y por un momento pensé quedarme de pie a su lado, como me había enseñado Claudia a comportarme cuando estaba en mi rol de maid, pero eso sería aún más raro que el hecho de encontrar a su compañera de colegio vestida como sexy- sirvienta.
—¿Quieres que ponga música? –dije para salvar el momento incómodo.
—Claro –dijo, pero viendo que estaba batallando para saber qué poner, se puso de pie y fue conmigo.
—¿Qué pondrás?
—Mmmm, no sé, ¿qué sugieres?
—A ver... mira, creo que puedo sincronizarlo con mi teléfono.
Hizo unos ajustes y comenzó a sonar Wake Me Up de Avicii. Ya con la música sonando, ambos nos relajamos. Le ofrecí algo de beber y en eso sonó el timbre otra vez. Le dije a Enrique que me diera un momento y fui a abrir la puerta. Había dos chicos de la misma edad que Omar y Enrique (o sea unos dos o tres años mayores que yo), que se me quedaron viendo incrédulos.
—¿Está Omar? –dijo uno de ellos.
—No, no ha llegado, pero pasen... soy Silvia....
—No sabía que Omar tenía sirvienta... y tan guapa —dijo el otro en tono un tanto burlón.
—Soy Silvia, amiga de Omar... —dije a la defensiva, pero claro, con el disfraz que tenía puesto podían pensar de mí cualquier cosa.
Los tres entramos a la cocina para sacar las cosas que traían (más bebidas y botanas). Y ahí nos alcanzó Enrique.
—No se conocían, ¿verdad?, —dijo Enrique— Mira, Silvia, ellos son Fernando y Javier. Ella es Silvia, ella va en la misma facultad que Omar y yo pero un par de años abajo.
—Mucho gusto, señorita –dijo Javier con el mismo tono bromista— ... y ya, dinos, si eres su compañera en la fac, ¿por qué estás vestida así?
—Es que... —traté de pensar algo rápido— ... es que perdí una apuesta con él, y si yo perdía, tenía que hacer lo que él quisiera cuando festejara su cumpleaños. Y me pidió que estuviera aquí hoy, disfrazada así...
—Ah, pues a ver cuándo apostamos algo tú y yo –comentó Javier.
Afortunadamente Fernando tomó una cerveza y dijo que mejor nos sentáramos en la sala para esperar a Omar, donde yo ya había puesto en charolas varias botanas. Enrique y Javier tomaron también una cerveza cada uno y fuimos a la sala.
—¿Y tú, Silvia, no vas a tomar nada? –preguntó Enrique.
—Mmm, no ahorita nada, después.
En eso se oyó la puerta de la entrada. Era Omar junto con otro chico que después supe se llamaba Toño. Era evidente que los cinco eran muy amigos, pero sólo Omar y Enrique eran de la misma facultad que yo. Después de bromear entre ellos, Omar les iba a decir algo acerca de mí y por qué estaba vestida así, entonces yo lo interrumpí bruscamente para decir que había sido por una apuesta, para que siguiera esa misma idea. Entonces Fernando le preguntó directamente:
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Me convertí en su perra
General FictionMi nombre es Silvia. Siempre me he considerado una chica normal, aunque debo confesar que tengo fantasías que cada vez me ganan más... fantasías de sumisión y de ser humillada, tanto por hombres como por mujeres (aunque hasta ahora sólo he tenido re...