La pregunta de Claudia acerca de Pablo, tan repentina, me cayó completamente de sorpresa. Aunque ella ya había hecho antes algunos comentarios insinuando cosas, nunca lo habíamos platicado directamente de eso.
De ninguna manera me he atrevido a confesarle no sólo que me había puesto a mil el haber estado con Pablo en mi papel de sumisa obligada por Claudia, sino que además estaba empezando a sentir cosas por él, lo cual era cuando menos muy tonto de mi parte, incluso perverso. Con una diferencia de pocos años entre los dos, yo ya era una chica universitaria, pensando en la posibilidad de trabajar, y él aún en la preparatoria. Sin embargo, desde el primer día en que Claudia comenzó a chantajearme y que estuve con Pablo, comencé a tener fantasías con él (no con Omar ni con ninguno de los otros amigos ni compañeros de mi edad), muchas fantasías que de ninguna manera quería confesarle a Claudia.
—¿Entonces? Responde, perra.
—No sé, ama Claudia... me gusta mucho, debo reconocer que a su edad es un chico muy guapo...
—Pero no solamente te atrae, ¿verdad? Por ejemplo... lo voy a poner así: si por un lado Omar te propusiera ser su novia formal, y por otro, Pablo te propusiera que fueras su perra-esclava, ¿a cuál elegirías?
—Nnno sé; ama Claudia —dije, sabiendo muy bien que estaba mintiendo; pero no quería responder la verdad.
—Jaja, mi perra tonta... está bien, no respondas... Yo, en cambio, te puedo decir que Pablito ha tenido un crush contigo desde que te conoció, y a partir de que te tuvo, es el hermano más feliz... la cosa es que me ha dicho que solamente ahora que te has acercado a él en tu papel de perra él se sintió en confianza contigo para hacer todo lo que ya hicieron... de otra manera no sabría qué hacer contigo, o cómo comportarse si tratara de acercarse a ti como antes. Después de todo él es un chico de menor que tú, y tú eres la amiga de su hermana mayor, una chica mayor. ¿Sabes? Se me está ocurriendo algo para que convivan más... a ver si así eres capaz de responder a mi pregunta, perra tonta —hizo una pausa y yo no pude contenerme y le pregunté:
—... ¿Y qué más te dijo de mí? —pregunté tratando de parecer lo más casual posible...
—Jajaja, Silly, me encantas, pareces una adolescente cuando se trata de Pablo. Hemos tenido unas dos o tres pláticas muy interesantes sobre ti... quizá otro día te cuente. Pero no me interrumpas, Silly —y tuve que aguantarme la curiosidad de hacerle más preguntas—, ¿en qué estaba? Ah, sí, lo que se me estaba ocurriendo... precisamente explotaremos ese lado adolescente que te sale cuando se trata de mi hermanito —y continuó—: eso independientemente de que estás comprometida a ser su perra el fin de semana, al menos el sábado y el domingo. A ver, hoy es miércoles y gracias al puente no tendremos que ir a la facultad ni el jueves ni el viernes... Ya sé. Mi tía que vive en Cuernavaca dará una fiesta el viernes; le diré que iré desde el jueves y que llevaré a la hermana menor de mi amiga Silvia. Ahí llegará mi papá con Pablo el viernes; la idea era que él se regresaría el sábado para tenerte el sábado y el domingo mientras mis papás se quedan en Cuernavaca... ok. Déjame ver, y luego lo sigo pensando bien. Por lo pronto, avisa en tu casa que te irás desde mañana hasta el domingo...
—Pero ama Claudia... yo pensaba estudiar y preparar el examen de Teorías...
—No te preocupes, perrita, ya tendrás tiempo de eso. Vámonos. Te dejaré en tu casa y mañana nos veremos a las 12:00. Aprovecha la mañana para estudiar.
...
Jueves, temprano. Pasé muy mala noche recordando todo lo del día anterior en la tienda de mascotas, metida en una jaula como si verdaderamente fuera un animal en exhibición; estuvo pesadísimo y de veras que no quería que se repitiera eso, fue horrible... aunque la amenaza de que si no me portaba bien podía hacerme acreedora a otro día en esa jaula, a la merced de Efraín y Toño, no dejaba de... ¿tentarme, excitarme? Tampoco pude dormir bien pensando en qué estaría planeando Claudia para mí respecto a su hermano Pablo. Me levanté temprano y estudié un par de horas antes de arreglarme para cuando pasara Claudia por mí. Me puse una panty cachetera color blanca y un bra también blanco con detallitos de encaje, y encima un vestido corto veraniego y empaqué libros, la lap y ropa y zapatos en la mochila que usaba para estas ocasiones.
![](https://img.wattpad.com/cover/298293458-288-k175646.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Me convertí en su perra
Ficción GeneralMi nombre es Silvia. Siempre me he considerado una chica normal, aunque debo confesar que tengo fantasías que cada vez me ganan más... fantasías de sumisión y de ser humillada, tanto por hombres como por mujeres (aunque hasta ahora sólo he tenido re...