𝙱𝚒𝚝𝚝𝚎𝚛𝚜𝚠𝚎𝚎𝚝 🦋 𝚌𝚑𝚊𝚗𝚑𝚘

| Capítulo ۵ 08 |

Estaba tan concentrado en el menú que no me percaté de la llegada de cierta personita que no dudó en ir directamente a nuestra mesa para tomar asiento. Me sentí bastante feliz tan pronto fui envuelto por el aroma a sándalo que se convirtió en mi favorito desde aquella tarde que conocí Chan.

Detuve la inmensa necesidad de mirar al peliazul puesto que no deseo caer nuevamente por un alfa que ya tiene a una omega en su vida y que seguramente tiene las características dignas de un verdadero omega y no de uno defectuoso como es mi caso; mi vida fuera mucho mejor si tuviera lo necesario para ser un omega normal.

—¡Hermano! ¿Qué haces aquí? — le preguntó Felix desbordando felicidad.

—He venido a acompañarte.

—¡Eso es maravilloso!

Al parecer, los hermanos Bang tienen una magnífica relación.

Dejé el menú sobre la mesa y tras girarme hacia Changbin, sentencié—: Debemos irnos.

El pelinegro dejó de conversar con Hyunjin para girarse hacía a mí. —¿Qué? ¿Por qué? ¡Ni siquiera hemos ordenado! — se quejó.

—Tenemos que hacer tarea. ¿Ya lo olvidaste?

—¿Tarea? No... — le di un golpe en su pie por debajo de la mesa, así que, rápidamente dijo—: Ya lo recordé. Tenemos bastante tarea por hacer.

Sonreí con satisfacción porque Changbin entendió a la perfección lo que deseo hacer ahora mismo y que es huir lo más lejos posible de Chan porque estoy seguro que perderé el control tan pronto me encuentre con su maravillosa mirada y radiante sonrisa.

—¿Ya te vas, hermanito? — me preguntó Hyunjin.

—Es correcto. Nos vemos en la casa— dije tan pronto me levanté de la silla. Me giré hacia Felix y le pregunté—: ¿Qué te parece si vamos al cine el viernes?

—Me parece perfecto.

—Bien. ¡Hasta el viernes!

—¡Adiós!

Tomé a Changbin de la muñeca y prácticamente lo arrastré hacia la puerta del local.

—¿Hola? ¡Soy de verdad! ¿Por qué no simplemente...?

—Minho— el llamado de Chan logró interrumpir a mi amigo. Sin quererlo, me quedé inmóvil y Binnie aprovechó para huir rápidamente.

—¿Qué quieres? — me giré hacia el peliazul.

—¿Podemos hablar?

—No tengo nada de qué hablar contigo.

—Yo sí...

—No me interesa— lo interrumpí.

—¿Por qué estás huyendo?

—No estoy huyendo.

—Claro que sí.

Me dispuse a irme, sin embargo, Chan me tomó de la muñeca sin ejercer demasiada fuerza para evitar que huyera y por primera vez, sentí un escalofrío recorrerme por completo.

—Suéltame— le exigí.

—¿Cuál es tu problema? Yo nunca fui grosero...

—Mierda, ¿podrías soltarme?

—Yo...

Hice uso de toda mi fuerza para soltarme del agarre de Chan y después lo lancé contra la pared.

—No vuelvas a tocarme ni mucho menos me dirijas la palabra.

Retomé mis pasos hacia la estación de autobuses para ir directamente a casa, pero evidentemente Chan no se iba a dar por vencido con facilidad.

—No te dejaré ir hasta que me digas el motivo que te ha orillado a ser tan mierda conmigo— dijo tras tomarme del brazo.

Detuve mis pasos y giré mi rostro hacia él.

—¿Tan estúpido eres?

—...

—Chan, ¿no entendiste que me gustas? Me gustaste tan pronto me encontré con tu mirada aquella tarde, pero después me enteré de que ya tienes una omega a tu lado y es por ello que decidí fingir que nunca apareciste en mi vida, así que, te pido de favor que no intervengas en mi vida.

—¿Qué hay sobre mi hermano?

—Eso no te incumbe. De hecho, nada que me involucre debería importante por lo que será mejor que me dejes libre para continuar con mi camino que me llevará lejos de ti.

—¿Qué pasa si no lo hago?

Me solté de su agarre y me giré por completo hacia él; tan pronto me encontré con su mirada, admití—: Haré hasta lo imposible para tenerte solo para mí. Te convertiré en mi alfa sin importar lo que me cueste porque eres lo que quiero y no podrás hacer nada para evitarlo a menos que nunca más aparezcas en mi campo de visión.

—Eres bastante peculiar.

—Y eso que te falta mucho por conocerme— me reí. —Será mejor que me dejes ir. O tendrás que atenerte a las consecuencias.

—No creo que las consecuencias sean muy difíciles de supera— se burló.

Sin pensarlo dos veces, tomé su corbata de seda para atraerlo hacia mí con el objetivo de besarle en los labios y esta acción hizo que el peliazul se sorprendiera bastante y me sentí muy feliz. Nuestros labios se unieron para dar inicio a un inocente beso que fue iniciado por mí, pero decidí cambiar de dirección y fui directamente a uno llenos de pasión que fue bien recibido por el peliazul que llevó sus manos a mi cintura para atraerme por completo hacia él.

Mierda. Nunca antes había sentido fuegos artificiales por doquier y debo aceptar que me gusta bastante la sensación de ser tocado y besado por Chan por lo que tengo bien en claro que nadie podrá hacerme sentir justo como lo hace él con un toque tan simple.

—Aléjate de mí— le ordené tan pronto finalicé el beso.