Capítulo 3

1K 93 1
                                    

Axel:

En cuanto esas palabras salen de su boca, me quedo inmovilizado.

Corta todo tipo de pensamiento.

Y sólo quiero hacer una simple cosa.

Mi mano sigue en su brazo, así que la atraigo hacia mí de un tirón, haciendo que su cuerpo colisione con el mío y me mire con sorpresa.

—¿Aceptas? —pregunto sorprendido y esperanzado.

—No dije eso... —susurra y la tengo tan cerca que me olvido completamente de lo que dije hace dos segundos.

Sólo puedo pensar en su calor corporal mezclándose con el mío. En la manera en que su cuerpo se fusiona con el mío a la perfección.

Siento el calor subir de temperatura en todo mi cuerpo cuando la aprieto aún más a mí y un suave suspiro sale de su boca.

Al bajar aún más mi rostro, sus labios quedan a centímetros de los míos, sintiendo su respiración mezclarse con la mía. Noto sus pupilas dilatadas y su pecho subir y bajar con más rapidez, igual que el mío.

La tensión entre nosotros crece cada vez más, volviendo el aire tan pesado que ambos entreabrimos los labios para respirar.

Ya no lo aguanto, quiero besarla.

Y sé que ella también, porque mira con fijeza mis labios y se relame los suyos.

Así que llevo mi otra mano a su mejilla y cuando estoy por tocarla y besarla por fin.

El timbre suena, seguido de varios golpes fuertes.

—Mierda —digo bajito y una suave sonrisa en el rostro de Natasha se dibuja para alejarse a abrir la puerta.

—¿Qué haces aquí? ¿No estabas con Ammbar?

Cuando veo entrar a mi primo, es la primera vez en mi vida que me dan ganas de golpearlo.

Bueno, no, pero sí de echarlo.

—No sabía que estabas aquí —me dice cuando me ve.

—Y yo no sabía que ibas a volver —lo miro mal y cuando ve a Natasha y vuelve a verme a mí, frunce los labios al caer en cuenta que interrumpió.

—Sólo vine por algo que Ammbar necesita y me voy para... —mide la situación y termina cerrando la boca— para irme.

Va directo al cuarto de Ammbar mientras susurra algo por lo bajo que no logro escuchar.

—Nat... —me acerco a ella que me mira con una sonrisa cómplice y hasta diría media nerviosa, algo nuevo de ver en ella.

Pero cuando estoy por tocarla, su celular suena.

Mira la pantalla y levanta una mano con el ceño fruncido.

—Espera —me quedo quieto y callado, ella atiende y se lleva el celular al oído—. Paloma —silencio—. ¿Qué? —se aleja confusa y hasta preocupada—. De acuerdo, no toques nada, por para allá.

La miro agarrar un bolso a toda prisa justo cuando Enzo sale de la habitación de Blake.

—¿Te vas? —le pregunta este a Natasha.

—Sí.

—¿A dónde? —lo mira sorprendida y este suspira.

—Te pregunto para saber si quieres que te lleve o no.

—No, no, gracias igual, pero voy en mi auto.

Este asiente y se va.

Yo me quedo viendo a Natasha confuso.

Intencional (#2 Trilogía Tratos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora