3 de enero, 2022
Axel:
Mientras mis dedos se pasean por el teclado de la computadora, es completamente imposible que mi mente no sea invadida por flashbacks de Natasha sobre mí y mis dedos sobre sus bragas.
Aunque siento un calor recorriéndome el cuerpo al pensar en el deseo de no sentir sus bragas, el deseo de hacerlas a un lado... y sentirla a ella en su totalidad...
—Joder, Axel, estás en el trabajo —me recrimino a mí mismo.
—¿Y qué estás haciendo que no deberías hacer según tú? —veo a Enzo entrar viendo la pantalla de su celular.
—Pensando en otra cosa que no sea los cuatro contratos que debemos revisar a detalle —cuando veo que sonríe ligeramente, es cuando me doy cuenta que no está viendo algo del trabajo—. ¿Qué dice Blake?
Me mira confuso, como si no supiera cómo hice para saber algo tan obvio.
—Enzo, hace 28 años somos primos y jamás te vi sonreírle al celular hasta que Blake llego a tu vida.
Me frunce el ceño por unos segundos, hasta que suspira y se encoge de hombros.
—Está dando clases, quedamos para cenar luego.
Confirma lo que suponía.
—Supongo que eso significa que no vas a entrenar conmigo hoy ¿Verdad?
—Voy a entrenar de otra manera —la sonrisa ladeada que tiene me hace dar una risa y negar con la cabeza.
Se queda conmigo hablando sobre dichos contratos, haciendo que dos ya podamos mandarlos para firmar.
Me quedo pensando en Natasha sin quererlo. Su imagen invade mi cabeza con su resplandeciente sonrisa y su contagiosa risa.
Y es en ese momento que pienso en el mensaje que me llegó hace un par de horas atrás. Sin saber si aceptar o no.
Aunque sólo me toma segundos y un par de recuerdos para tomar la decisión.
—No pensé que ibas a aceptar —dice con timidez.
—¿Por qué no? —pregunto mientras sigo conduciendo.
—Quizás porque soy la compañera de Blake y tú tienes algo con Natasha —dice sonriendo y frunzo el ceño.
—Lo primero no es nada malo y lo segundo no es cierto.
—Vamos, Axel —dice riendo mientras estaciono—, todos lo vemos.
—Pues vayan sacando turno al oculista porque ven mal —ríe y niega con la cabeza mientras apago el motor del auto—. Si tuviese algo con ella, no hubiese aceptado esta cita.
En el momento en que esa última palabra sale de mi boca se voltea a verme completamente sorprendida y un color rojizo comienza a envolver sus mejillas haciéndome sonreír.
—¿Cita?
—¿Acaso esto no es una cita, Mar?
Bajo del auto dejándola sorprendida y sonrojada. Doy la vuelta y le abro la puerta haciendo que baje cabizbaja por, supongo, la vergüenza.
La verdad, no sé si esto es una cita, pero prefiero pensar que sí ya que Natasha y yo no somos nada y fue lo que dije que iba a hacer.
—Entonces estamos en una cita... —susurra mientras vamos a la cafetería.
Así que sí, lo convertí en una cita.
—Exacto —digo con una sonrisa.
ESTÁS LEYENDO
Intencional (#2 Trilogía Tratos)
Romance"No le puedo dar estrellas a quienes le temen a la noche." Elena Poe 2° de la Trilogía Tratos. #1 en dramatismo 06/04/2023 Historia completamente mía, se prohíbe el plagio o cualquier tipo de copia. Portada hecha por mí.