Capítulo 4

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24 de diciembre, 2021

Natasha:

Las luces blancas resplandecen en el salón, decorándolo de manera sutil junto a los adornos dorados.

La copa de vino en mi mano está casi en el final y la noche está en el comienzo.

Enzo ve con ojos brillantes a Ammbar que ríe por algo que Lucas le dice.

Axel habla enérgicamente con Ryden que no deja de ver con disimulo a Lucas.

Los padres de Enzo hablan con los míos. Y los padres de Lucas hablan con los de Axel.

Por alguna casualidad, mi mente comienza a recordar cómo eran las festividades antes de conocer al mismísimo Enzo Leone.

No eran malas, pero no eran tan efusivas y llenas de vida como ahora; ya que antes, sólo estábamos con Ammbar y mi familia. Nadie más.

Ahora, el salón está casi lleno, amigos, familia, familia de amigos, música, colores, baile, comida, risas, sonrisas, regalos entre todos, sorpresas y una sensación de entusiasmo tan palpitante que hasta llega a impresionar.

Y, para mi mala suerte, un mal recuerdo llega a mi mente, bajando mi ánimo al instante.


"—¿Qué? —dice entre risas irónicas—. ¿De verdad crees esa estupidez?

Siento mi corazón estrujarse poco a poco, con cada palabra que va saliendo de su boca.

—¿Por qué no? —me mira como si no creyese lo que digo.

—Por favor, Nati, dime que es una puta broma —me quedo viéndolo, sintiendo mi pecho comprimirse en dolor al ver su cara de rechazo cuando ve que me quedo callada al estar hablando en serio—. Quítate esa idiota idea de la cabeza y piensa con lógica ¿Quieres?

Una sensación de asfixia me entra cuando siento mis pulmones dejar de funcionar de repente, o eso me hace creer mi mente, y lo siento tan real, que creo que esta vez es en serio."


Recuerdo lo que le siguió a eso.

Me recuerdo en ese momento.

Frágil. Rota. Expuesta.

Nunca más.

—Nat... —la mano de Ryden me saca de la burbuja en la cual mi mente me había envuelto.

—¿Sí? —pregunto cuando lo veo frente a mí.

—¿Estás bien? —lo miro confuso y frunce los labios—. Estabas apretando la copa y temía que la rompas, por eso me acerqué —veo la copa en mi mano y noto que tiene razón.

—Estoy bien —lo tranquilizo sonriéndole, pero no dice nada—. En serio.

—Si estás bien... —detrás de mi aparece Ammbar que se coloca a mi lado—. Puedes cambiar de música.

—¿No te gusta esta? —le pregunta Ryden.

—No, es aburrida —responde tranquila.

—Mi música no es aburrida —cuando esas palabras salen de la boca de Ryden, Ammbar abre grande los ojos.

—No sabías que él había elegido la música ¿No? —pregunto divertida sabiendo a la perfección que no lo sabía y ella me mira a la defensiva.

—¡Pensé que había sido tu abue...! —se calla al darse cuenta de lo que estaba diciendo y ambas volteamos a ver a un ofendido Ryden.

Intencional (#2 Trilogía Tratos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora