#10

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Mgh - Gimió

Mmm así, más duro Jung~kook - Genia sin parar la pelinegra, a punto de llegar al climax

Lo que no espero es que el castaño, en lugar de seguir su petición, saliera de ella sin terminar.

¿Porque te detienes? - Exclamó furiosa al ver al alfa colocarse la ropa interior.

Lárgate, ya no me interesas - Respondió como si nada, mientras tomaba su pantalón que estaba tirado en el piso.

Pe..pero si yo te amo Jungkook - El castaño soltó una carcajada seca.

Corrección Joy - negó con la cabeza - Amas mi dinero, no a mí - La Omega abrió su boca dispuesta a responder.

Pero antes de que pudiera hacerlo Jungkook le lanzó tres fajos de dólares en la cara.

Ahora sí, ¿ya te puedes ir? - la pelinegra estaba furiosa, pero aún así tomó el dinero.

Jungkookie, aún podemos estar juntos - Puchereo con cara de tristeza.

Solo Jimin me puede decir así!! - Gruño molesto - tu nada más eras mi puta personal, pero nunca me gustaste - Joy sonrió altanera y se acercó a Jungkook, completamente desnuda.

Ay cariño - Se burló en su cara, acariciandole el cuello, y Jungkook tensó su mandíbula por la ira - tienes razón, soy una puta, y disfruté mucho tu dinero.

Eso ya lo sabía, déjame en paz, ya te dí dinero, te durara hasta que consigas otro cliente más- Jungkook sabia a qué se dedicaba Joy, ella era nada más otro culo para follar.

Y la había llevado a vivir a su casa, todo había sido para hacer sufrir a Jimin, para burlarse de él.

No lo hacía porque la amaba, ella solo era una cualquiera, pero es que disfrutaba tanto de ver al pelirosa llorar, ahora lo extrañaba y se daba cuenta que nadie podría compararse a su esposo.

Gracias por ser tan generoso kook,  pero aún no he terminado contigo, ¿sabes que disfruté más, que tu dinero? - Jungkook rodó los ojos

Habla rápido, para que te vayas, ya no te quiero ver - la Omega sonrió con burla.

Disfruté mucho más, destruir por completo tu matrimonio - El castaño cambio su expresión a una furiosa

¿A qué te refieres? Estúpida - Si seguía burlándose de él, la mataría

Tú lindo Omega, no me empujó es demasiado débil, para hacer algo así, yo me caí accidentalmente - y con esas palabras Jungkook no lo soporto más.

El castaño la tomó por el cuello, y la pegó a la pared haciendo que se golpeara al momento de chocar con está.

Eres una maldita - la abofeteo - En lo más profundo sabía que mi minnie no era capaz de hacer algo así, pero pensé que talvez se había dejado llevar por los celos y te había empujado - la Omega está más que pálida, y sus ojos estaban completamente blancos, ya no tenía fuerza para seguir luchando.

Jungkook la soltó, y está cayó fuertemente al suelo, tosiendo sin parar sus pulmones buscando aire desesperadamente.

Cuando se recuperó se volvió a incorporar, con su mirada vidriosa del enojo, pero aún con su sonrisa de burla.

Gracias a mí, el abrió por fin los ojos!! - Grito, señalándose a si misma - Es demasiado, para una basura como tú, espero que encuentre a alguien que en realidad lo valore, cómo se merece - Jungkook tenía sus manos empuñadas, al parecer la Omega si quería morir - nunca pensé que fueras capaz de golpearlo tanto, y si él hubiese muerto yo nunca me lo hubiese perdonado, pero como ves está vivo, y le deseo lo mejor del mundo - Dijo con calma, mientras se vestía - Y está claro que lo mejor, no eres tú, adiós Jungkook, espero que te quedes solo y veas lo que es sufrir, y que ese niño que lleva tu sangre, no sea un mounstro como tú - Salió azotando la puerta, de la habitación.

Jungkook tomó una botella de licor que había junto a su cama y la lanzó a la pared destrozandola completamente, así como sentía que su alma se rompía, como lo hizo aquella botella.

En dos días firmarían el divorcio, y la sensación de dolor no se iba de su pecho, cada segundo, cada minuto, cada día, se reprochaba él porque hasta ahora se daba cuenta que amaba a Jimin, que no podía vivir sin él.

Extrañaba su sonrisa, sonrisa que siempre él borraba de sus labios, por todas los insultos que le decía, por tantos golpes que le daba, se arrepentía.

Pero el arrepentimiento, no cambia el pasado

Quería a su Omega, y a su bebé junto a él, no era por dinero, eso ya le importaba una mierda, solo quería poder tenerlos y esta vez si darle todo el amor del mundo.

Se desmoronó en el frío piso, lágrima tras lágrima, pedía una oportunidad para enmendar sus errores, y volver a empezar.

Solo una  oportunidad

Nunca Lo Olvidaré Donde viven las historias. Descúbrelo ahora