Nunca Lo Olvidaré

#20

Jimin subió al ascensor, suspirando al presionar el botón del piso a qué se dirigía, vió el reloj en su muñeca y notó que iba diez minutos tarde, sobó su cuello con ansias y estrés, era la primera vez que llegaba tarde a su trabajo, pero es que Moobin no quería dejarlo ir, el pequeño estaba un poco inquieto esa mañana, como si sintiera la ausencia de su papá alfa, habia llorado y a Jimin se le hizo bastante difícil calmarlo.

Tae le había informado, que Jungkook se había ido en la madrugada a Japón, y el niño de inmediato comenzó a llorar, como si pudiese entender, aunque en realidad para Jimin el saber que Jungkook estaba lejos de ellos, le daba una sensación fresca de paz, aunque sabia que sería dificil para su hijo.

Salió del ascensor y caminó a toda prisa por los pasillos, saludando rápidamente a sus compañeras de piso, que le sonrieron devolviéndole el gesto, algunas sorprendidas de ver a Jimin llegar tarde.

Dejó su maletín en su escritorio, con él sudor recorriendo su cuerpo, pasó unos segundos intentando regular su respiración, se sentía frustrado, a veces era bastante difícil pero no podía rendirse.

Una rosa roja llamó su atención, la tomó con mucho cuidado, sonriendo levemente, no era necesario preguntarse de parte de quién era, tomó la pequeña nota que estaba acompañada de la flor, y sonrió aún más al ver lo que tenía escritó "Buen día bonito, que tengas un hermoso día, igual de hermoso que tú"
No podía verse a si mismo en ese momento, pero estaba seguro que estaba más rojo que un tomate.

Salió de su pequeña oficina, y se dirigió con pasos lentos a la oficina de su jefe.

Tocó la puerta dos veces, recibiendo un "pase" desde adentro.

Jimin asomó la cabeza con timidez, observando a su jefe muy concentrado en la computadora, él rubio levantó la mirada, sonriendo tiernamente al ver que se trataba de Jimin.

Bu..buenos días, perdón por llegar tarde - Dijo Jimin caminando apenado, adentrándose a la oficina.

No te disculpes, se qué tienes que cuidar a tu bebé, puedes llegar a la hora que quieres, me conformó solo con verte - Jimin apartó la mirada hacia otro lado, sonrojado - Aunque no te voy a negar, que se me hizo raro no verte cuando llegué, era el más responsable aquí, tanto que pensé que no vendrías y me tendrías extrañándote todo el día - Jimin no decía nada, se sentía muy nervioso.

Gra-gracias - Se limitó a decir mientras hacía una reverencia, quería decir más, pero es que no podía articular bien sus palabras - Me retiró, con permiso - hizo otra reverencia, saliendo apresurado de la oficina, cosa que hizo sonreir a Tarmin.

Antes de salir por la puerta se armó de valor, y se detuvo, se volteó con toda la actitud del mundo, pero al ver los ojos de Taemin viéndolo fijamente nuevamente sintió que él mundo se le venía abajo, los nervios lo volvieron a atacar.

Gracias por la flor, y por la nota - Taemin iba a responder, pero Jimin ya había salido corriendo de su oficina y solo sonrió encantado, le fascinaba ese pequeño Omega.

Jimin volvió a su oficina, cubriéndose el rostro con sus manos, sentía que se quemaba, se sentó en su silla volviendo a tomar la flor, y releendo la nota, una sensación de miedo lleno su ser, acababa de salir de una relación larga que le hizo demasiado daño, tenía miedo de volver a sufrir, él ya no podia confiar, estaba siendo demasiado ingenuo, era un tonto, sin embargo se le hacia dificil no emocionarse, Jungkook nunca habia tenido ni el mas mínimo detalle con él, ni siquiera le devolvía el saludo, en cambio Taemin era bastante caballeroso y amable.

Y todas las mañanas, le dejaba una flor en su escritorio recién llegaba, acompañado de una nota, desde hace dos semanas atrás tenía ese detalle con él.

Jimin sonrió triste dejando la flor dentro de un florero con agua, allí habían varias flores de varios tipos, todas regaladas por Taemin de días anteriores.

Una lágrima se deslizó por su mejilla recordando su pasado, y lo que había pasado el día anterior, todas las palabras de Jungkook calaban en su ser, realmente como Omega, él ya no era digno.