Se supone que las bodas son el día más feliz en la vida de una persona. Son el momento más esperado para unir tu vida a la de otra persona que se supone debe amarte con la misma intensidad con la que tu lo amas.
Siempre supe que quería una boda grande, de ensueño. Una boda por todo lo alto, llena de brillos, luces, flores. Siempre supe que el día de mi boda, tenía que ser inolvidable.
Y lo fue.
No olvidaré ese día en donde sufrí una de las más grandes humillaciones, nunca olvidaré el día en donde mi historia de cuento de hadas, se convirtió en un cuento de terror.
No olvidaré los susurros, las miradas de lástima, los celulares enviándose textos que decían: el novio no llegó.
Mi boda con Leo Bianchi iba a ser vista por toda Italia. Las dos familias más prestigiosas de toda Italia unirían a sus herederos, una historia de amor que debería de haber tenido su final feliz.
Y mi boda fue vista, pero no porque luciese como una novia preciosa, las imágenes que circularon en las revistas de chismes no fueron las de Leo y yo saliendo de la iglesia como una pareja perdidamente enamorada.
No. El 12 de abril sería recordado como el día en el que Antonella Lombardi, fue plantada en el altar.
Leo nunca llegó, me dejó ahí sufriendo la humillación de estar en un precioso vestido, esperando al que por años consideré el amor de mi vida.
Así que ahí, delante de las rosas y de Dios, juré vengarme. Porque los Lombardi no toleramos las humillaciones, juré que cobraría todo el sufrimiento que su ausencia ocasionó.
Y supongo que fue así como lo conocí, aunque, poniéndolo en perspectiva...tal vez hubiese sido mejor nunca haber coincidido.
Quería sanar mi corazón roto, de la única manera en la que tal vez, solo le ocasionaría más fracturas.
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¡Hola, hola!
Bueno, pues con esto comenzamos una nueva aventura que espero disfruten tanto como yo.
Si son lectoras habituales sabrán que tengo días fijos de actualización, si son nuevas, estos días son: lunes, miércoles, viernes. Intentaré por todos los medios mantenerlos fijos, y no fallar en ninguno.
Espero que amen esta historia tanto como yo estoy amando escribirla.
¡No se olviden de votar y comentar! Significa mucho para mí.
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De una boda y otros desastres. (SL #3)
RomanceAntonella Lombardi sabe con seguridad tres cosas. Uno, es la principal heredera del imperio de su difunto padre. Dos, todos esperan que sea capaz de continuar con el imperio de los Lombardi, incluido su tío, quien la ha criado desde los dieciséis...