Salí de la casa tomando mis guantes, me había sacado primero uno de luego Ben el otro, así que solo los tomé y me fuí a esperar a los demás.
Me pase una mano por el cabello algo nerviosa de que creyeran que estaba con ellos por voluntad propia, pero finalmente los vi salir y los seguí por detrás.
—¿Donde aprendieron a pelear así? —dijo Diego tratando de respirar.
—Son una academia de tontos que esperabas —alegó Luther casi alucinando.
—¿Estas bien? —se preocupó Allison.
Yo aun estaba escondida recostada a un árbol, un poco a la distancia para saber que decían.
—¿Y ____? —se digno en preguntar finalmente Cinco.
—No lo se, ya no la vi, la verdad no es importante ahora —dijó Allison.
—Esperen ¿y Vanya? —dijó Luther preocupado.
Todos se miraron por un segundo y luego Allison la señaló, mientras ella caminaba cansada.
—Son, máquinas —aspiro cansada.
—Creo que... alteramos la línea temporal de nuevo —comentó Luther.
—Si, me costó una pelea y una contusión en la cabeza notarlo —alegó Cinco.
Decidí acercarme algo tímida de que no me quisieran cerca.
—Oh... vaya, ahí está —Ironizó Luther.
—¿Que hacías con ellos? —cuestionó Klaus.
—Estaba secuestrada —insistió Diego.
Lo señale dándole la razón.
—¿Como paso eso? —Allison parecía incrédula.
—A ver, creo que yo se —comenzó Diego—, ella discutió con Cinco ¿no? —Todos asintieron ante el comentario—, bueno se teletransportó accidentalmente aquí y la tomaron como reen esperándonos —algo así fue...
—okey, pero Papá no vio a ___ en 1963 ¿o si? —se alarmó Vanya.
—Una vez en la calle —Aclare.
—Okey... —respondió Cinco atando cabos.
Pronto todos se levantaron y comenzaron a caminar adoloridos, Klaus y Luther miraron uno de los tantos carteles que había en la ciudad con la cara de los Sparrow y casi se le aventaron encima.
—míralos ahí, con su sonrisa de... —apretó Luther los labios queriendo maldecir. Aún que ni siquiera sonreían en la foto...
—Vamos grandote, sacalo —alentó Klaus.
—miércoles... —finalizó.
—Será la próxima hermano —inquirió Klaus dándole unas palmadas en la espalda.
—Creo que necesitamos un lugar donde quedarnos —comentó Cinco observando como todos a nuestro alrededor nos miraban mal.
Pronto el resto lo noto y luego miraron a Klaus en penitencia. Este accedió por presión supongo. Nos llevó a un hotel un tanto... extraño y nadie se quejó por falta de opciones.
Nadie llevaba dinero y el hombre tras el mostrador fue amable tras darles dos habitaciones, una para ellas y una para ellos.
Yo si llevaba dinero, lo robe de los Sparrow —me da una habitación aparte —pedí extendiendo el dinero en la mesa, el hombre ni siquiera se molesto en preguntar nada solo extendió una llave y se giro a seguir haciendo lo que hacia.